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Obispos de Bolivia piden a los bolivianos la paz y la reconciliación, en cada uno y con los demás, sin divisiones y unidos en la diversidad para construir el bien común

Prensa CEB 16.4.2024.-La CXIV Asamblea de Obispos de Bolivia emitió hoy el “Mensaje al Pueblo de Dios”, en el que pide clamorosamente a los bolivianos la paz y reconciliación a  cada uno y con los demás, sin rencores, sin divisiones, unidos en la diversidad y tender puentes para el encuentro, para vivir como hermanos, por el bien común y el respeto a la dignidad humana. 

El mensaje fue transmitido en conferencia de prensa, por Aurelio Pesoa Presidente, Mos. Ricardo Centellas Vicepresidente y Mos, Giovani Arana, Secretario General, de la Conferencia Episcopal Boliviana, quién dio la lectura del mismo,  al concluir la Asamblea Episcopal, que se realizó del 11 al 16 de abril en la ciudad de Cochabamba.

“Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados Hijos de Dios” (Mateo 5,9),  bajo ese lema se realizó la Asamblea del Episcopado, donde se trató principalmente el tema de la violencia en Bolivia desde diferentes ámbitos, con el aporte de expertos que reflejaron la realidad en la que afecta este flagelo social, que trae consigo, los feminicidios, infanticidios, narcotráfico y crimen organizado; como también la crisis de la justicia, y la agresión a la Amazonía, afectando a la sociedad boliviana.

Tiempo Pascual, tiempo de Paz

El mensaje de apertura del Presidente de la Conferencia Episcopal invita a ser personas de esperanza y vivir la compasión: “es necesario llenarnos de compasión al estilo de Cristo ante las necesidades del pueblo”. “Que el Resucitado fortalezca en nosotros la confianza mutua, fraterna y la esperanza en días mejores”.

El nuevo Nuncio Apostólico de Su Santidad en Bolivia, Mons. Fermín Emilio Sosa, participó por primera vez en la Asamblea con los Obispos, y exhortó a vivir en unidad en medio de la gran diversidad cultural que caracteriza a Bolivia. “Nos habla de paz y unidad, de construir juntos la paz y la armonía entre los pueblos y regiones, recordando que la unidad no anula la diversidad. En palabras del Papa Francisco nos alerta ante dos tentaciones frecuentes: buscar la diversidad sin unidad y buscar la unidad sin diversidad”.

El mensaje pascual es un mensaje de paz, don que nace en el corazón de cada persona. Ciertamente, un corazón abierto a los demás, reconciliados, sin rencores, divisiones y amarguras es el mejor instrumento para construir la paz.

Los caminos de la paz se edifican tendiendo puentes de comunicación. Bolivia necesita construir puentes para el encuentro de todos los bolivianos. Cambiar la lógica o anticultura del bloqueo y del enfrentamiento para construir la cultura de la paz y vivir como hermanos que buscan el bien común y el respeto a la dignidad humana.

Vivamos la cultura de la paz

En este tiempo de Pascua celebramos la Jornada de la Infancia y Adolescencia Misionera. ¡Qué bello que los niños y adolescentes aprendan a ser protagonistas de los valores de la paz, del amor y de la unidad, sin olvidar los niños del mundo que sufren en medio de guerras, violencia y pobreza! La luz pascual ilumina también a los jóvenes a encender luces de esperanza en medio de las oscuridades del corazón. Jóvenes que dedican un tiempo al voluntariado para ofrecer su ayuda al necesitado, jóvenes que cuidan la casa común.

 Una ocasión especial para ejercer nuestra responsabilidad con el cuidado de la creación será el Foro Social Panamazónico (XI FOSPA), que se llevará a cabo en Rurrenabaque en el mes de junio. Ahí renovaremos nuestro compromiso con la ecología para que admiremos y cuidemos en Bolivia la belleza de nuestras altas montañas del Altiplano, de nuestros Valles productivos y la riqueza de la Amazonía, del Oriente y del Chaco Boliviano.

Año Jubilar de la Redención, tiempo de Reconciliación y Esperanza

En preparación al Jubileo 2025, el Papa Francisco nos invita este año a dirigirnos al Salvador y decirle como los discípulos “enséñanos a orar”. En esta era digital debemos aprender a orar e intensificar la oración “como diálogo personal con Dios para reflexionar sobre la propia fe y el compromiso en el mundo actual en los diversos ámbitos, en los que estamos llamados a vivir” la paz como don de Dios y tarea nuestra. Muchos problemas en la familia y en la sociedad solo pueden ser resueltos con el poder de lo Alto; la fuerza del Resucitado debe iluminar nuestra vida y a toda la humanidad.

Escuchamos el clamor del pueblo que desde su corazón desea una reforma de la Justicia. El profeta Isaías, hablando del ayuno que agrada a Dios, decía: “el ayuno que me agrada es que liberen a los presos encadenados injustamente…y que acaben con toda injusticia” (Isaías 58,6) La Asamblea de los Obispos propone como fruto del Bicentenario de Bolivia y del Año Jubilar la amnistía e indulto para los presos injustamente privados de libertad. La sociedad civil tiene un papel preponderante para que la administración de la justicia sea transparente y que aplique la ley sin manipulación o influencia alguna.

Como Pastores invitamos a todo el Pueblo de Dios para que la celebración del Bicentenario de Bolivia y el Jubileo del Redentor, sean una ocasión para renovar nuestro compromiso por una Bolivia llena de esperanza.

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