Mons. Pesoa llama a cultivar la esperanza y la caridad para la construcción de un mejor país
Prensa CEB 12.05.24.- Hoy, día de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebra en la fiesta de la Ascensión del Señor, el Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM., Obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), pidió recordar la misión de los comunicadores y de la Iglesia: “No dejemos que nos roben la esperanza y la caridad, que es posible la construcción de un mejor país, donde el don de la fraternidad y el don de la caridad no sean dos aspectos ausentes”.
El Obispo recordó que las redes sociales tienen beneficios cuando se usan bien, pero que también “nos pone en guardia frente a su poder manipulador”. Tomando las palabras del Papa Francisco, dijo: «Hay que reconocer que, por un lado, las redes sociales sirven para que estemos más en contacto, nos encontremos y ayudemos los unos a los otros; pero por otro, se prestan también a un uso manipulador de los datos personales con la finalidad de obtener ventajas políticas y económicas, sin el respeto debido a la persona y a sus derechos».
La autoridad eclesial advirtió que “hoy hay muchas palabras vacías, huecas, ruidosas, ociosas e interesadas, pero que no son creíbles”, y aseguró que solo los cristianos convencidos de su fe, que aman y están llenos de la alegría y de esperanza, pueden ser testigos de verdad.
Lamentó que el cristiano de nuestro tiempo y las sociedades modernas en general crecen en individualismo y egoísmo, pero no en vida comunitaria y fraterna. “La gran profusión de medios de comunicación, de redes sociales, no nos están ayudando a encontrarnos como personas, no nos están acercando para dialogar mejor, no nos facilitan el avanzar en respeto mutuo, sino que nos encierran y nos aíslan”.
El Presidente de la CEB afirmó que “lo que nos hace creíbles ante el mundo hoy es nuestra capacidad para caminar juntos en Sinodalidad”, y alentó a los católicos de hoy ser verdaderos testigos creíbles cultivando la vida comunitaria, desde la familia, en las relaciones sociales, profesionales, de trabajo o de estudio y, por supuesto, en la Iglesia.
“El cristiano no puede desentenderse del mundo, de la sociedad y del entorno en el que vive, aunque le acusen de meterse en política, su misión es estar allí presente”, subrayó el Mons. Pesoa, a tiempo que reiteró el llamado a no dejarse robar los dones de la esperanza y la caridad para la construcción de un mejor país, “en donde el don de la fraternidad, el don de la caridad, no sean dos aspectos ausentes”.
El Obispo advirtió que “una persona que fomenta la división y no vive la fraternidad, que se aísla, que huye, que destruye las relaciones entre las personas, no puede ser testigo creíble de Cristo, aunque hable mucho, aunque diga tanto”.
Al concluir su homilía felicitó y agradeció a los que trabajan en medios de comunicación, “particularmente la Televisión, la Radio y Redes Sociales, que hacen posible con su esfuerzo que cada domingo podamos encontrarnos alrededor de la Palabra y la Eucaristía con tantos hermanos de nuestra ciudad, de Bolivia y más allá de nuestras fronteras, desde nuestra Catedral trinitaria. Los animamos a seguir adelante en esta labor evangelizadora que realizan y que apreciamos enormemente”.
Domingo Solemnidad Ascensión del Señor
«Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia»
Mc. 16, 15-20
12 de mayo de 2024 (B)
1.- Hoy celebramos la Solemnidad de la Ascensión del Señor Jesús al cielo, su paso al Padre es el triunfo sobre la muerte y su glorificación, una vez culminada su misión en este mundo.
Cristo vuelve junto al Padre en la unidad del Espíritu Santo, pero no regresa de la misma manera que salió. Jesús regresa habiendo culminado, la obra de la reconciliación de los hombres con el Padre; regresa vencedor de la muerte y con poder sobre todo lo que quiere destruir a la humanidad. Retorna con poder sobre todo «principado, potestad, poder y dominación y de cualquier otra dignidad que pueda mencionarse tanto en este mundo como en futuro» (Ef. 1,21) el
Cristo vuelve al Padre como «Cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo y plenitud que llena completamente todas las cosas» (Ef. 1, 22) Cristo retorna al Padre, pero no se desentiende del mundo, sino que continúa su misión a través de su Cuerpo, que es la Iglesia. Él dejó en este mundo a sus Discípulos para continuar su misión actuando a través de ellos y prolongándose en cada uno de nosotros, miembros vivos de su Cuerpo.
Cristo sigue vivo y sigue actuando a través de nuestra Fe y nuestras obras, ya que gracias a ellas podemos ver que Él está vivo y está presente en medio de nosotros. Sigue vivo a través de nuestro Amor a Él y al prójimo, sin amor no hay vínculo que haga posible el seguimiento de Cristo. Sigue actuando a través de las obras de caridad y la Esperanza, que hace que realmente vivamos deseando el encuentro con Él.
2.- Él prometió la gracia del Espíritu Santo: «les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: La promesa que Yo les he anunciado… serán bautizados en el Espíritu Santo…» (Hch. 1, 1-11)
La Fe, el Amor, la Esperanza y la caridad, tienen que ser reavivadas en todos los bautizados, de hoy, por la fuerza, del Espíritu Santo. Nuestra Fe, el Amor, la Esperanza y caridad son el testimonio ante el mundo de que Él sigue vivo, sigue actuando y está presente en medio de la comunidad cristiana. Realmente sin el Espíritu de Cristo no podemos nada y no podremos encontrarnos con Cristo como una persona viva.
Jesús dijo a sus Discípulos «…ustedes serán mis testigos en Jerusalén… y hasta los confines de la tierra» (Hch. 1, 1). Los cristianos somos comunicadores de la fe y esperanza, no parlanchines que hablan, o que prometen y no cumplen. Comunicar la fe es ser testigos de Cristo y ser testigos de Cristo es testificar con la vida y las obras. Sólo los cristianos con vidas transformadas por el Espíritu de Cristo Resucitado pueden dar testimonio de Cristo.
3.- En el día de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que celebramos hoy, en la fiesta de la Ascensión del Señor, cabe recordar los enormes beneficios de las redes sociales cuando se usan bien, pero también nos pone en guardia frente a su poder manipulador.
En la carta del año 2016 sobre la Comunicación, decía el Papa Francisco: «Hay que reconocer que, por un lado, las redes sociales sirven para que estemos más en contacto, nos encontremos y ayudemos los unos a los otros; pero por otro, se prestan también a un uso manipulador de los datos personales con la finalidad de obtener ventajas políticas y económicas, sin el respeto debido a la persona y a sus derechos».
Hoy hay muchas palabras vacías, hueca, ruidosa, ociosa e interesada, pero que no es creíble. Para el Católico la Palabra de Dios no puede ser convertida en palabra no creíble por la incoherencia de nuestra vida. Sólo los cristianos convencidos de su fe, cristianos que aman y cristianos llenos de la alegría de la esperanza pueden ser testigos de verdad de un hombre de tanta madurez y altura como Cristo.
Lamentablemente el cristiano de nuestro tiempo y las sociedades modernas en general, hemos crecido más en individualismo y egoísmo, pero no en vida comunitaria y fraterna. La gran profusión de medios de comunicación, de redes sociales, no nos están ayudando a encontrarnos, como personas, no nos están acercando para dialogar mejor, no nos facilitan el avanzar en respeto mutuo, sino que nos encierran y nos aíslan.
Por eso en esta jornada queremos recordar cual es nuestra misión como comunicadores y cuál es nuestra misión como Iglesia.
4.- Lo que nos hace creíbles ante el mundo hoy es nuestra capacidad para caminar juntos en Sinodalidad. Los católicos de hoy no seremos verdaderos testigos creíbles, sino cultivamos una vida comunitaria, desde la familia, en las relaciones sociales, profesionales, de trabajo o de estudio y, por supuesto, en la Iglesia.
El cristiano no puede desentenderse del mundo, de la sociedad y del entorno en el que vive, aunque le acusen de meterse en política su misión es estar allí presente. Por eso es bueno que tengamos en cuenta que no dejemos que nos roben la Esperanza y la Caridad, que es posible la construcción de un mejor país, en donde el don de la fraternidad, el don de la caridad no sean dos aspectos ausentes. Porque una persona que fomenta la división y no vive la fraternidad, que se aísla, que huye, que destruye las relaciones entre las personas, no puede ser testigo creíble de Cristo, aunque hable mucho, aunque diga tanto.
Queridos hermanos, en este día de la Jornada de las Comunicaciones Sociales felicitar y agradecer a todos los que trabajan en los Medios de Comunicación, particularmente la Televisión, la Radio y Redes Sociales que hacen posible con su esfuerzo que cada Domingo podamos encontrarnos alrededor de la Palabra y la Eucaristía con tantos hermanos de nuestra ciudad, de Bolivia y más allá de nuestras fronteras desde nuestra Catedral trinitaria. Los animamos a seguir adelante en esta labor evangelizadora que realizan y que apreciamos enormemente. El Señor les conceda sus bendiciones. Amén