Arzobispo de Santa Cruz expresó su preocupación por la crisis económica y la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades
Prensa 09.06.24.- Este domingo, 9 de junio, en su homilía, el Mons. René Leigue, Arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz, manifestó su preocupación por la crisis que atraviesa el país y alentó a la unidad en medio de las dificultades actuales.
“¿Quién es mi padre, quién es mi madre, quiénes son mis hermanos?”, comenzó el Mons. Leigue, haciendo referencia a la pregunta de Jesús que invita a reflexionar sobre la verdadera familia en el sentido espiritual y comunitario.
En su reflexión sobre el Evangelio de Marcos —en el que Jesús enfrentaba dificultades tanto con las autoridades como con su propia familia—, el Arzobispo resaltó la libertad con la que Jesús predicaba y cómo no se sentía atado a ningún grupo político o social: “Jesús no se no se sentía amarrado para expresar lo que él sentía”, dijo el Mons. Leigue, y aseguró que esta libertad le permitió a Jesús denunciar el mal sin temor a las represalias políticas o sociales, algo que sirve como una lección para todos.
“Lo que Jesús denunciaba era el mal, no le interesaba con qué grupo, lo que Él decía es ‘esto está mal y esto hay que hacerlo de otra manera y esto hay que dejar a un lado y hay que renunciar a esto'», afirmó el Mons. Leigue, y subrayó la integridad y valentía de Jesús al confrontar diferentes grupos y situaciones injustas.
La autoridad eclesial explicó cómo Jesús, enfrentando acusaciones de estar poseído por un espíritu impuro, respondió con claridad y lógica para desarmar tales acusaciones: “Si Satanás está dividido, no puede ir en contra de sí mismo”, y destacó la habilidad de Jesús para desmantelar argumentos falsos y enseñar a través de la razón.
Refiriéndose a los conflictos actuales, el Mons. Leigue indicó que las guerras y problemas sociales a menudo surgen de la incapacidad de pensar en los demás y actuar con empatía: “Dios nos creó libres y esa libertad es que tenemos que buscar siempre el bien, no solamente de uno mismo, sino también de los demás”.
En el contexto de la situación actual en Bolivia, el Arzobispo Leigue expresó su preocupación por la crisis económica y la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades: “Estamos pasando un momento muy complicado, cada día escuchamos las noticias que la misma comida está elevándose en el precio, en los mercados cada vez, cada día, ustedes se encuentran con cosas más caras y no hay quien responda de esto, a quién quejarse, a quién decirle ‘frene un poquito esto’; no hay nadie que diga algo ni la autoridad local, ni las nacionales”, denunció.
“Siempre están buscando un culpable, que bloqueo, que no sé qué, que no sé cuánto, pero nadie responde a todo esto”, dijo el Arzobispo y manifestó su preocupación por la incertidumbre. “¿Qué vamos a hacer?”, cuestionó a tiempo de pedir a las autoridades correspondientes, encontrar soluciones: “Cuando se quiere encontrar una solución siempre hay una salida”.
Lamentó que nadie se haga responsable por la situación de incertidumbre que tenemos y alentó a no perder la fe ni la esperanza: “No perdamos la esperanza en este Dios que siempre nos quiere y nos ama y sé que no nos va a faltar nada. Pidámosle a Él y al Espíritu también, que nos dé esa fortaleza, que nos dé esa sabiduría para encontrar una solución a los problemas que tenemos”, finalizó.