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El Arzobispo de Santa Cruz llamó a la acción frente a los problemas sociales y ambientales que afectan a la Amazonía

Prensa CEB 16.06.24.- Este domingo, desde la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, en la localidad de Rurrenabaque, se celebró la misa al concluir el XI Foro Social Panamazónico (FOSPA). La Eucaristía fue presidida por el Mons. René Leigue, Arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz y presidente de la Red Eclesial Panamazónica en Bolivia (REPAM Bolivia), quien planteó la necesidad de proteger la Amazonía y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras, a través del compromiso y la acción de todos.

Concelebraron el Mons. Jesús Galeote, Obispo del Vicariato Apostólico de Camiri, el Mons. Juan Carlos Huaygua, Obispo de la Diócesis de Coroico, el Mons. Juan Gómez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Cochabamba, y sacerdotes de la región.

En su homilía, el Arzobispo de Santa Cruz reflexionó sobre el mensaje del evangelio del día (Mc 4, 26-34); enseñó que el Reino es la palabra que está sembrada en nosotros desde el bautismo e invitó a dejarla crecer para hacer cosas buenas en la vida y en la sociedad. Preguntó: “¿Cómo estamos nosotros dejando crecer esa semilla? Cuando hay tantos problemas, hay tantas situaciones en las que nos encontramos; a lo mejor no estamos dejando crecer también la semilla cuando no nos escuchamos entre nosotros, cuando no hay diálogo entre nosotros, cuando hay eso de mirarnos mal unos a otros, cuando hay eso de que alguno solamente piensa en sí mismo y hacen mal a la sociedad”.

El Arzobispo enseñó que la forma en que la semilla crezca es siendo caritativos con los demás, “respetando a las otras personas y que ese amor de Dios que está en nosotros, se derrame en los demás”.

La autoridad eclesial invitó a reflexionar el crecimiento del reino también en la sociedad, mencionó el desarrollo del FOSPA, en el que participaron distintos países interesados por el cuidado de la Amazonía, con el objetivo de analizar, evaluar y ser testigos de las situaciones que atraviesa esta región: “Los que han venido ahora, han estado en esos lugares, realmente han visto que se está destruyendo la naturaleza, se está destruyendo la Amazonía, uno de esos lugares donde está la minería. Se dice, se escucha, pero a veces no se palpa, dónde está el problema”, dijo y lamentó, “cuántos gritos de esos hermanos que viven en ese lugar, cuánta tristeza, cuánto llanto, también al ver a la familia que cada día se está destrozando”.

“La naturaleza para nosotros es vida, este ambiente que vemos verde es el que nos da vida y nosotros los humanos estamos destruyendo esto que Dios nos da”, sostuvo el Arzobispo y alentó a un mayor compromiso que garantice un futuro sostenible para las generaciones venideras: “Hemos escuchado mucho testimonios de personas que viven en el lugar y de verdad están muy preocupados por el futuro. A lo mejor ya no las personas mayores, pero viendo la realidad de los que vienen atrás, de los pequeños, ahora de los jóvenes, ¿qué futuro se les está dando o qué futuro se espera ellos? Cuando los están sacando de su territorio, especialmente a los indígenas que viven en el lugar, que son los defensores de la naturaleza, que son los defensores de la Amazonía, se los está sacando de su lugar con los avasallamientos de terreno; qué hay con la minería que cada vez se está contaminando el ambiente, está contaminando el agua”.

“Aquí en nuestro país que se habla tanto de los indígenas, que son los primeros, según se dice, que hay que atenderlos y según la Constitución hay que darles un espacio a ellos, hay que defender el espacio donde están, pero ¿se hace eso?”, cuestionó la autoridad eclesial, y haciendo eco de las reflexiones del Foros Social Panamazónico, señaló “que se han manifestado exigiendo sus derechos, exigiendo el respeto su territorio, exigiendo que le den lo que a ellos les corresponde”.

“Esa voz esperemos que se escuche a nivel nacional. Hasta cuándo vamos a esperar esto, que se les dé el espacio que a ellos les corresponde”, reclamó el Arzobispo e instó a los participantes del foro y a la comunidad en general a continuar luchando por la justicia social y ambiental: “Como Iglesia, nosotros también estamos unidos y luchando por la vida”, dijo, y motivó a no perder la esperanza, “vamos a encontrar días mejores y mucho más para estos lugares, para los indígenas que están luchando cada día por vivir lo que vivían antes, la vida plena, la vida alegre, la vida con entusiasmo y no  como se los encuentra hoy día, hay muchos de ellos que están sufriendo, que tienen enfermedades porque su agua está contaminada con mercurio”.

“Pidámosle a Dios para que nos acompañe a todos, nos ayude, nos dé fortaleza para seguir trabajando, luchando y dejando que ese reino crezca en nuestra sociedad, crezca en cada uno de nosotros”, pidió y alentó a comprometerse con las luchas por el bienestar de todos: “Que el Señor nos acompañe, nos dé fuerza, nos dé sabiduría para seguir luchando y trabajando por el bien de todos”, finalizó.

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