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Mons. Jesús Juárez: “El Reino de Dios es verdad y vida, es gracia y santidad, es amor, justicia y paz”

Prensa CEB 16.06.24.- Este domingo 16 de junio, desde la Catedral Metropolitana de Sucre, se celebró una misa de acción de gracias con motivo del 198 aniversario de la Policía Boliviana. La Eucaristía fue presidida por el Mons. Jesús Juárez, Arzobispo Emérito de la Arquidiócesis de Sucre, quien en su homilía resaltó los valores cristianos del Reino de Dios y exhortó a vivirlos en la cotidianidad.  

“Si ustedes recuerdan el día de su bautismo, darán gracias a Dios porque les dieron el bautizo con todos los rituales antes del Concilio Vaticano II”, comenzó el Mons. Juárez, haciendo referencia al rito del Effetá, un antiguo ritual en el cual el sacerdote coloca un poco de sal en la lengua del bautizado como símbolo de abrirse a la palabra de Dios. “Ábrete lengua para que puedas alabar, bendecir y dar gracias a tu Señor”, explicó.

En su reflexión dominical, sobre el Evangelio del día (Mc 4,26-34), el Mons. Juárez dijo que el reino de Dios se entiende a través de parábolas: “Jesús no dice qué es el reino, sino en qué consiste”, y agregó, “es como un hombre que siembra la semilla en su campo, y aunque no veamos el proceso, la semilla crece y da fruto”.

El Mons. Juárez también animó a ser pacientes para ver los frutos de nuestras peticiones: “Hay que tener paciencia, y esto pasa en nosotros, cuando rezamos al Señor, a veces hacemos oraciones, le pedimos algo a nuestro Dios y de repente nosotros casi perdemos la fe, ¿por qué?, porque el Señor no te responde, y entonces desconfías y pierdes la paciencia”, dijo y alentó a tener paciencia y humildad.

La autoridad eclesial enseñó las características del Reino de Dios y pidió a los presentes aprenderlas de memoria y repetirlas con entusiasmo: “El Reino de Dios es verdad y vida, es gracia y santidad, es amor, justicia y paz”.

El Mons. Juárez explicó cada uno de los valores de manera breve. Inició por la defensa de la vida, citando al Papa Francisco dijo: “El Papa dice que hay más muertes por los abortos que en las guerras”. Criticó la falta de protección hacia los no nacidos y llamó a una mayor defensa de la vida desde el comienzo hasta el final.

Sobre la verdad, el Arzobispo Emérito manifestó que “estamos acostumbrados a escuchar tantas mentiras o medias verdades, que al final no sabemos en qué creer”, y alentó a mirar el ejemplo de Jesús y de los mártires, para reconocer que la verdad nos hace libres.

Hizo hincapié en el significado de la gracia y santidad: “La gracia que nosotros recibimos en el día del bautismo tiene que ir creciendo hasta que cumplamos lo que nos dice el Señor a través de Mateo, en el Sermón del Monte: ‘Sean santos, sean perfectos como mi Padre celestial es perfecto’”.

El Arzobispo señaló que la justicia y el amor son valores esenciales para la construcción de la paz. “Ojalá que tuvieran todos la conciencia de cumplir con lo que significa la justicia, la equidad y dar a cada uno lo que se le debe, y sobre todo, que tengamos este amor”, dijo y preguntó, “¿en nuestro aire boliviano, respiramos amor o respiramos resentimiento, venganza, odio? Que cada uno se examine”.

El Mons. Juárez reiteró la necesidad de vivir estos valores no solo en la vida personal, sino también en la práctica profesional y comunitaria. Concluyó su homilía con una reflexión sobre el papel de la Policía Boliviana en la sociedad: “Fíjense, querida Policía Boliviana y de Chuquisaca, qué lindo regalo les hace el Señor, ahí tienen un programa de vida que les llevará a respetar a las personas, a escucharlas y salir al encuentro de sus necesidades”.

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