28
Jul

Mons. Jorge Herbas exhorta a combatir el hambre con generosidad y solidaridad

Prensa CEB 28.07.24.- Desde la Catedral San Pedro de Aiquile y Santuario de la Virgen de Candelaria, el Mons. Jorge Herbas OFM, Obispo de la Prelatura de Aiquile, centró su homilía en el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, llamando a la generosidad y solidaridad de las personas para combatir con el hambre del mundo.

El Obispo explicó que Jesús tiene la mirada en el fondo del corazón de las personas, sabe que el pueblo tiene hambre y no es indiferente del sufrimiento humano: “Mira en el fondo de nuestro corazón y ve cuáles son nuestras necesidades, nuestros problemas, nuestros anhelos, nuestros deseos, y entonces está ahí, Jesús una vez más entra con su mirada en lo profundo de nuestro corazón… Dios nos conoce más que nosotros mismos”, aseguró y añadió que “ante esta necesidad del pueblo, Dios provee del alimento necesario para que el pueblo no perezca de hambre”.

Jesús es el Pan partido para la vida del mundo, afirmó el Mons. Herbas, quien hizo hincapié en el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, destacando que este acto va más allá de una simple provisión de alimento. Según explicó, la verdadera enseñanza radica en la generosidad y la solidaridad, en saber compartir incluso lo poco que se tiene. Un niño, con cinco panes y dos pescados, pone en las manos de Jesús lo que tiene, simbolizando la confianza en la providencia divina y la capacidad de transformar lo poco en abundancia cuando se actúa.

“Con el milagro de la multiplicación de los panes, Dios toca el corazón de cada persona y quiere suscitar la respuesta ante esa situación de necesidad, de problemas, de hambre”, señaló el Obispo, y aseguró que “la solución no pasa solamente por la economía, no pasa por el dinero, pasa por el corazón de cada persona”.

La autoridad eclesial remarcó que Jesús no realiza el milagro “de la nada”, sino que tiene cinco panes y dos peces que “somos nosotros puestos en las manos de Dios. Dios transforma existencialmente al ser humano, su mente, su corazón, nos predispone para que seamos este signo de este Dios providente, cuando sabemos compartir con generosidad y proveer al alimento que necesitan nuestros hermanos”.

Tras el milagro, Jesús no quiere que se desperdicie lo que sobra, por eso manda que se recojan los pedazos que sobraron para que no se pierda nada de lo recibido de Dios, enseñó el Obispo Herbas, que, a su vez, lamentó que en la actualidad se desperdicien los alimentos: “Es un escándalo en el mundo, queridos hermanos, que se bota alimento en la basura… porque en el mundo hay hambre, hay personas que mueren de hambre, y es un escándalo que se bote el alimento”, remarcó.

“Seamos agradecidos con Dios, hermanos, seamos generosos, seamos solidarios y así no habrá hambre en el mundo”, dijo el Mons. Jorge Herbas y llamó a dar una limosna a las distintas obras sociales que tiene de la Iglesia para atender a los ancianos, niños y personas que tienen necesidad: “Este es milagro que Dios hace por medio de su Iglesia, también ahora saciando el hambre de tantos que sufren hambre y necesidad en el mundo”, finalizó.

Author