El arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz pide a los jóvenes, pensar en un servicio gratuito, más que económico
Prensa CEB 23.9.2024.- El pasado domingo, Día del Señor, monseñor Percy Galván, arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, se dirigió a los jóvenes indicando que el servicio a Dios debe ser gratuito y no esperar una recompensa económica. Apoyándose en la imagen de Santa Teresa de Calcuta recordó, que ella (S. Teresa) prestó sus servicios, no para hacerse rica, sino, simplemente para servir.
Desde la Catedral Metropolita Nuestra Señora de La Paz, el arzobispo de esta ciudad recogiendo el Evangelio dijo: “quien quiera ser el más importante, hágase el último de todos, hágase el servidor de todos”, aclarando que todo lo que diga en su homilía será en contra de lo que dice el mundo.
¿Y qué dice el mundo?, cuestionó el prelado, ya que el que quiere ser el primero, pisotea a todos y hacen desaparecer a todos los que piensan distinto, “Quien quiera ser el primero, vaya en busca de plata, poder y placer”, reflexionó.
“Y el Señor que dice quien quiera ser el primero, que se haga como santa Teresa de Calcuta, que renunció a todo y se dedique a servir a los más pobres de la humanidad. Sería lindo que, con la ayuda de las hermanas, algunos cursos puedan visitar el barrio de Villa Victoria, que es el hogar donde atienden las madrecitas”, solicitó el arzobispo, a tiempo de reiterar que las hermanas que hacen este servicio, lo hacen, no para tener poder, ni dinero, “sino simplemente para servir”.
“Este servicio es una dinámica distinta a lo que está viviendo actualmente el mundo”, mencionó.
El arzobispo de La Paz, reiteró a los jóvenes que no solo busquen una profesión por el dinero, “que es la dinámica del mundo de ahora”, ya que no es algo que no da paz, ni felicidad.
“¿Un rato de satisfacción te podrá dar, ¿no?, ¿manejar un lindo coche, tener una hermosa casa, sí, es una cosa interesante, pero y la paz interior?”, interrogó.
Asimismo, la autoridad eclesial preguntó: ¿cómo puede vivir un fiscal, el juez, un abogado que ha recibido coimas para dictaminar sentencias injustas, “no creo que pueda dormir”. Interactuando con los feligreses les aconsejó que deben ser servidores poniéndose en último lugar, “háganse niños y cojan la mano de Dios, que él será la garantía de que serán los primeros y los mejores en el amor, en el servicio, porque el servicio de Cristo es permanente, no es un ratito nomás”, recalcó.
Reiteró que, cuando uno hace un servicio, debe ser gratuito y desinteresado, y al ser remunerado ya no se convierte en un servicio. “Ese servicio no cuenta, ese servicio, es un servicio mundano, el que trabaja merece su salario, pues ya está. ¿Pero qué tiene de especial eso?
El Mons. Percy dijo que el Señor pide un trabajo gratis, sin que se espere algo a cambio, ¡“gratuito jóvenes”! les insinuó, argumentando que se debe disfrutar el servicio a los demás. Pidió a los adultos mayores transmitir la experiencia a los jóvenes de prestar un servicio por Cristo.
“Y le digo todos los días de mi vida, Señor, gracias por haberme hecho tu cura. Y si 100 veces vuelvo a nacer, por favor, que sea para ser cura”, concluyó su homilía el arzobispo de La Paz.