El vicepresidente de la CEB exhorta a superar crisis y divisiones con la unidad y la fe
Prensa CEB 08.09.24.- Hoy, 8 de septiembre, en la fiesta de la Virgen de Guadalupe, patrona de Sucre, el arzobispo, Mons. Ricardo Centellas, emitió un mensaje de esperanza y reflexión para las familias bolivianas y el futuro del país: “Hoy quisiera que podamos rezar ante la Virgen de Guadalupe por Bolivia, pidiendo unidad”, expresó.
El también vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) pidió de manera especial a la Virgen de Guadalupe que bendiga a todas las familias alentando a las familias a rezar “porque familia que reza unida permanece unida”.
El Mons. Centellas dijo que la procesión de la Virgen de Guadalupe es una oportunidad para que Dios bendiga a cada familia, “para que ningún niño, ningún adolescente, ningún joven, ningún adulto en su familia esté olvidado, esté marginado, sino que todos intentemos caminar juntos”.
La autoridad eclesial alentó a los fieles a rezar por Bolivia y, próximos a celebrar el Bicentenario del país, a caminar juntos. Dirigiéndose a la Virgen dijo que hay muchas cosas que agradecer, pero también muchas cosas que nos hacen sufrir, y lamentó que Bolivia tuvo oportunidades para transformar el país que se dejaron ir. Sin embargo, llamó a no desanimarnos: “Hay que rezar para que aparezca con mayor fuerza la unidad”, insistió.
El arzobispo alentó reiteradas veces a la unidad para superar las divisiones y la crisis que vive el país: “Una unidad que vaya más allá de las mezquindades humanas”, señaló, y pidió a las autoridades y fieles presentes no clasificarnos en buenos y malos, sino reconocer que “todos somos bolivianos” y buscar una unidad que supere las desigualdades humanas, los resentimiento, los insultos y las descalificaciones que lo único que hacen es apartarnos; y pedir por la unidad, que pueda partir del respeto a la dignidad humana, a la libertad de cada uno de nosotros, que sea capaz de escuchar a todos: “Recemos para que aparezca esta unidad con fuerza en Bolivia, una unidad que no excluye a nadie, una unidad que implica una inclusión social, pero no una inclusión social teórica de papel, sino real, que seamos capaces de mirarnos a los ojos”, remarcó.
El vicepresidente de la CEB concluyó su homilía invocando la intercesión de la Virgen de Guadalupe, recordando su protección en momentos difíciles del pasado, como cuando se invocó su ayuda tras un sismo. Con fe y esperanza pidió que la Virgen guíe a Bolivia hacia un camino de unidad, dignidad y esperanza para todos sus habitantes: “Todos somos humanos, somos bolivianos y creo que la intercesión de Nuestra Madre la Virgen de Guadalupe puede ayudarnos… Ojalá que Dios, a través de la Virgen María, nos bendiga para que seamos capaces de retomar este camino constructivo, este camino digno, y este camino que abre la esperanza de un pueblo, de un país, que es el camino de la unidad. Así sea”, finalizó el arzobispo de Sucre.