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«En Bolivia se ha instaurado una cultura de la muerte, una cultura del bloqueo», afirma el secretario general Adjunto de la CEB

Prensa CEB 18.9.2024.- La Iglesia Católica, a través del Padre Diego Plá, secretario general Adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), ha expresado su profunda preocupación por la situación que atraviesa Bolivia, caracterizada por una «cultura del bloqueo» que genera tensiones y enfrentamientos. En un panorama marcado por la inminencia de una marcha con demandas radicales, la Iglesia hace un llamado urgente a la paz, al diálogo y a la búsqueda del bien común.

«En Bolivia se ha instaurado una cultura de la muerte, una cultura del bloqueo donde prima la presión, y lo que queremos desde la Iglesia es fomentar el diálogo. Es urgente sentarnos y promover la unidad», declaró el Padre Plá al programa “Micrófono Abierto” de radio Panamericana. Según sus palabras, la falta de un espíritu de diálogo constructivo en los últimos años ha agravado las divisiones en el país.

Históricamente, la Iglesia ha jugado un papel fundamental como mediadora en los momentos más críticos de Bolivia. «La Iglesia siempre ha estado dispuesta a ayudar y colaborar, como lo hicimos en 2019 cuando, bajo la figura de Mons. Eugenio Scarpellini, logramos sentar a las partes en conflicto para alcanzar acuerdos», recordó el sacerdote. Sin embargo, subrayó que la mediación e intermediación de la Iglesia solo puede tener lugar, si ambas partes solicitan su intervención.

En cuanto a la situación actual, el Padre Plá advirtió sobre la gravedad de la crisis económica que afecta al país, con un alza descontrolada en los precios y un incremento del sufrimiento entre la población. «Es legítimo que la gente exprese sus demandas, pero no podemos seguir enfrentándonos. Los bloqueos y la violencia solo generan pérdidas. Debemos romper esa dinámica destructiva y buscar soluciones mediante el diálogo», enfatizó.

El mensaje de la Iglesia es claro: la situación actual debe ser abordada con posturas abiertas y con la intención de sumar esfuerzos para el bien común. «No es justo que un país entero permanezca en vilo. De situaciones peores hemos salido antes, y podemos hacerlo de nuevo», concluyó.

La Iglesia reitera su llamado a la paz, a la esperanza y a la unión, con el firme propósito de evitar nuevos enfrentamientos y encontrar un camino de entendimiento que beneficie a toda la nación.

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