Mons. Juan Carlos Huaygua invita a seguir el ejemplo de la Virgen María en tiempos de crisis
Prensa CEB 08.09.24.- Mons. Juan Carlos Huaygua Oropeza OP, obispo de la Diócesis de Coroico, celebró la Eucaristía de la fiesta patronal de Nuestra Señora de la Natividad de Guanay, en la parroquia que lleva el mismo nombre, y en su homilía se refirió a la crisis social, política, económica y medioambiental que enfrenta la humanidad y llamó a la comunidad a asumir un papel activo en la construcción de una sociedad más justa y coherente, siguiendo el ejemplo de la Virgen María.
Este 8 de septiembre, en la fiesta de la Natividad de la Virgen, el Mons. Huygua resaltó el papel de la Virgen María en el plan de salvación de Dios para la humanidad. Explicó que Dios no quiso enviar a su Hijo, Jesucristo, de manera “mágica”, sino que eligió el camino de la humanidad, naciendo en una familia: “Dios preparó a la Virgen María para que pueda ser la madre del Salvador, es el plan de Dios”.
El obispo recordó que la Virgen María supo cultivar la fe y vivir la voluntad de Dios, con gozo y alegría, y dijo: “Yo soy la esclava del Señor, estoy para hacer la voluntad de Dios”, desde esta expresión, el Mons. Huaygua resaltó la grandeza de la humildad y sencillez de la Virgen María y aseguró que “ella, como buena madre, orienta nuestro caminar”.
Recordando las palabras de María en las bodas de Caná, “hagan lo que él les diga”, el obispo invitó a los fieles a vivir y cumplir la voluntad de Dios siendo buenos: “La obediencia bien vivida nos llevará siempre a la bondad, porque Dios nunca nos va a pedir algo malo, al contrario, nos dirá que tenemos que rechazar el mal y buscar el bien. Y obedecer a Jesucristo nos llevará necesariamente al bien”.
Sobre el Evangelio de Marcos, donde Jesús devuelve la capacidad de escucha a un sordo, el Mons. Huaygua señaló que muchas veces las personas nos hacemos los sordos ante las enseñanzas de la Virgen María porque sabemos que eso “nos va a costar esfuerzos y sacrificios”, y alentó a construir una vida que valga la pena.
El obispo dijo que “los cristianos estamos siempre en tiempos difíciles desde el inicio”, puso de ejemplo a los mártires de la Iglesia, que murieron buscado ser coherentes, vivir la fe, ser testimonio, y luchar contra las injusticias y contra el pecado. Aseguró que la historia se repite: “Sigue habiendo mártires, pero un mártir no es aquel que muere triste o renegando o enojado, es aquel que entrega su vida con gozo y con alegría”, subrayó.
“Nosotros, hoy como sociedad, estamos viviendo momentos difíciles, creo que siempre la humanidad ha estado en crisis, pero hoy estamos viviendo una crisis social, una crisis económica, una crisis política, y lo que es peor, la crisis medioambiental”, señaló la autoridad eclesial, lamentando el aire tóxico que hoy se respira y el agua de los ríos que no se puede beber por la contaminación. Además, sumó la “crisis de valores”, que se pierden por el egoísmo y el individualismo.
“Nosotros, como creyentes, tenemos que buscar construir una sociedad distinta; y esto genera, por una parte, esfuerzo, sacrificio y, por otra, rechazo por aquellos que se vean afectados, crítica o tal vez burla”, advirtió, y aseguró que ser cristiano requiere coherencia entre el decir y el hacer: “La Virgen María es un testimonio de que se puede hacer las cosas bien, su mensaje de escuchar a Jesús, de obedecerle, será el camino para que nosotros podamos hacer las cosas mejor”, manifestó.
Al concluir su homilía, el Mons. Juan Carlos Huaygua motivó a celebrar la fiesta de la Virgen María y pedirle fuerza y coherencia, “para ser buenos cristianos, para testimoniar a Jesucristo, y para que escuchándole hagamos siempre el bien”.