Presidente de la CEB reitera el llamado urgente a las autoridades para que actúen con acciones concretas ante los incendios en el país
Prensa CEB 10.09.24.- El Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), pidió “a las autoridades llamadas por ley a que tomen las acciones urgentes para salvar lo que queda de los incendios”, en adhesión al comunicado de los Obispos de Bolivia, “Escuchar el clamor de la tierra y el grito de los pobres”, ante el desastre ecológico.
“Los incendios en el oriente boliviano no son de hoy o de ayer, sino que ya vienen desde hace varios años; la población de las ciudades sufre, pero la población rural y la naturaleza es la más afectada”, afirmó y señaló que “el tiempo presente no es para evaluar daños, sino para actuar con urgencia”.
“Hacemos recuerdo que el discurso sobre la hermana Madre Tierra no debe quedar en un discurso guardado, o de acuerdo a los intereses personales”, dijo la autoridad eclesial, a tiempo de exhortar a la defensa del territorio que está sufriendo graves daños.
“Como Iglesia del Beni hacemos un llamado urgente a las autoridades para que se actúe con acciones concretas”, dijo el obispo, y pidió que se ponga en práctica el discurso de la Madre Tierra, ya que “es ella, que en estos momentos está lastimada por la inconsciencia o los intereses de algunas personas; hoy es el tiempo para cuidarla, defenderla y protegerla”, subrayó, recordando que “Pando, Beni y Santa Cruz son también Bolivia”.
“El buen Dios en quien creemos, y en quien esperamos nos bendiga, nos proteja y nos apague”, clamó el Mons. Aurelio Pesoa en un video emitido este 10 de septiembre por las redes sociales del Vicariato.
A la fecha, los municipios más afectados son San Ignacio de Velasco, Ascensión de Guarayos, San Miguel, San Matías y San Rafael (Santa Cruz); Exaltación, Magdalena y Riberalta (Beni), y Filadelfia (Pando), entre otros.
El efecto por los incendios ha llegado a ciudades de todo el país y en los últimos días tienen sus cielos cubiertos por una intensa humareda y por las consecuencias del desastre; además, se instruyó la suspensión de clases presenciales en Santa Cruz, Beni, Pando, La Paz y Chuquisaca.