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Arzobispo de Sucre: “Rezar continuamente, para que el corazón de la mujer y el hombre, sean corazones, al estilo del corazón de Jesús y de Dios”

Prensa CEB 6.10.2024.- Durante la homilía de este domingo, Monseñor Ricardo Centellas, arzobispo de la Arquidiócesis de Sucre, hizo un llamado especial a toda la comunidad para unirse en oración por las familias y las parejas a lo largo de todo este año 2024. En su mensaje, el arzobispo destacó la importancia de fortalecer los lazos familiares y de acompañar a las parejas en su caminar, especialmente ante los retos que enfrentan en la sociedad actual.

Desde la Catedral “Nuestra Señora de Guadalupe” en Sucre, monseñor Ricardo Centellas, arzobispo de esa ciudad, abocó su homilía en torno al matrimonio, que es el tema central del Evangelio de este domingo, mencionado que se debe trabajar en el matrimonio desde el corazón, para que no se vuelva “duro”.

“Ustedes recordarán que en el libro de Ezequiel hay una súplica para que el corazón del pueblo, es decir, nuestro corazón, el corazón de cada bautizado, no sea un corazón de piedra, sino de carne. ¿Entonces, por qué se le pide un corazón de carne a Dios y no de piedra?”, preguntó.

Respondiendo que por circunstancias de la vida el corazón del ser humano, tanto del hombre como de la mujer se “vuelve duro” e insensible, “como piedra”, y para que no acontezca esto, solicitó a los feligreses rezar por todos los matrimonios para que vayan adelante.

“Y para que esto suceda, el corazón tiene que ser como de carne, blando, sensible, abierto, un corazón totalmente receptible, tolerante, en definitiva, misericordioso. Rezaremos por eso, para que en cada pareja exista este corazón totalmente sensible, con alta sensibilidad humana”, solicitó el arzobispo.

Reiteró a los congregados, rezar continuamente, pero especialmente, para que el corazón de la mujer y el hombre sean corazones, al estilo del corazón de Jesús y de Dios.

“Un corazón que acepta y valora a todos, un corazón que es tolerante, paciente, compasivo con todos, en este caso especialmente, con su pareja. Imagínense, si en una pareja no hay paciencia, no hay tolerancia, no hay compasión, esa pareja sufrirá mucho”.

En ese momento, recordó monseñor Centellas que al final de la misa su deseo era rezar por las familias pero indicó que era mejor evocar el mismo en el momento de su homilía. Mientras se repartía las tarjetas a los asistentes monseñor Centellas informó que,  todo el 2924, la arquidiócesis de Sucre, rezó por todas las familias, por las parejas, organizando talleres en la parroquias al igual que en los colegios, así como también, con los movimientos pastorales.

“Creo que es un momento muy oportuno para rezar por las familias y llévense a su casa esta oración y cada que tengan la oportunidad recen por su matrimonio, recen por su familia. Esto siempre es bueno, en cualquier circunstancia, en cualquier oportunidad”. Dicho esto, se procedió a la lectura concluyendo así su reflexión de hoy.

                                                           ORACIÓN POR LA FAMILIA

Ven, Señor, a nuestra casa. Haz que nuestra familia permanezca unida por el amor.

Que el diálogo, la comprensión, la alegría, la paz y el perdón reinen entre nosotros.

Haz de nuestra casa un cálido hogar donde la luz de la fe arda sin cesar, se afiance y consolide la esperanza y el fuego del amor inflama nuestros corazones.

Señor, haz que haya siempre trabajo para que no nos falte el pan cotidiano enséñanos también a descansar, a escuchar en silencio a Dios y al otro.

Danos la gracia de saber conversar y compartir lo que somos y tenemos.

Danos sencillez y humildad para reconocer tu presencia en los pequeños, ancianos y enfermos, que sean el centro de nuestra atención, como lo son para ti. Haz,

Señor, de nuestra casa un lugar de acogida, como la tuya en Nazaret con María y José, como la de tus amigos Marta, María y Lázaro en Betania.

rae la salvación a nuestra casa, como la llevaste a la de Zaqueo.

Amén.

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