Hoy se recuerda dos años de la partida a la Casa del Señor de Mons. Luis Sainz Hinojosa
Prensa CEB 8.10.2024.- Durante la alocución de su homilía Mons. Aparicio dijo: Escuchando la primera lectura del apóstol San Pablo, que habla de esta manera tan natural, diríamos así, es cierto a la comunidad de Galicia, a los gálatas… Les habla de manera así, muy familiar, pero también haciendo casi una historia de lo que vaya a ser su obra, un recuento de su obra, de sus afanes, de sus viajes, de sus quehaceres, de la historia de salvación presente en concreto también en medio de él, y a través de alguna manera también de él en esta predicación o esta catequesis que él va implementando y va haciendo en estas comunidades… Y escuchando a él, yo no sé si les pasa a ustedes, me parece también escuchar a otro apóstol, a Mons. Luis Sáenz. Lo hemos escuchado de una y otra forma diversamente. Estaba entre nosotros, ha hablado entre nosotros, ha testimoniado, ha evangelizado en medio de nosotros. Por tanto, de verdad, creo que es propiamente estar presentes en también esta palabra suya, este modo de ser suyo.
Reconocer por tanto que en él hay un ministerio, hay un apostolado, creo que de verdad es lindo y por eso damos gracias a Dios también hoy, a los dos años de su partida en la Casa del Padre, pero damos gracias a Dios por él, por su vida, por su ministerio, por sus afanes evangelizadores, por su palabra, por su testimonio. Así que vemos en concreto cumplida la palabra, justamente también el evangelio, puesto en la boca de Mons. Luis, cobra una fuerza muy grande; llévame por el camino eterno, señor. En realidad, los afanes, el itinerario de fe, el seguimiento a Jesús, el ser convocados para luego ser enviados, en fin.
Llévame por el camino eterno. Señor
Todas estas situaciones hablan de un caminar, hablan de un itinerario de fe; un apóstol, así como dice Pablo, un apóstol, como lo ha dicho también Mons. Luis. En realidad habla también de este camino, por tanto, llévame por el camino eterno, Señor. Repito: tiene un sentido muy, muy profundo también hoy, en la persona, en la figura de nuestro querido Mons. Luis.
Y en el Evangelio creo que otra vez se cumple la Palabra. Jesús que está en la casa de Marta y María, Marta afanosa por los quehaceres de la casa, que no son absolutamente nada malos… Pero, ¿qué le dice? Di que María me acompañe en esto. La respuesta de Jesús es interesante. No hay que entenderlo como si fuera una comparación entre una y otra o como una rivalidad entre una y otra o como si la vida activa frente a la vida contemplativa en el seguimiento del Señor tuviera más importancia una que otra. No se trata de aquellos, sino para subrayar y destacar que María ha elegido esta parte, que es la intimidad con el Señor, resaltó en su homilía en la Eucaristía celebrada en la Catedral Metropolitana de Cochabamba.
Ha querido vivir de este modo, con este estilo. Lo mismo le pasa al apóstol. Lo mismo pasa a tanta otra gente.
Y repito que hasta lo mismo le pasa a nuestro querido Mons. Saiz. Por tanto, que esta palabra cumplida también en los apóstoles, en él y ojalá en nosotros, pueda ser también el aliciente para seguir caminando en este camino de fe, en este itinerario de fe… Porque definitivamente nuestro vivir en este mundo es un peregrinaje.
Caminamos como peregrinos
Cuando partimos a la casa del Padre, hasta que él vea que el verbo lo dice, partimos por lo que caminamos hacia la casa del Padre. Por tanto, vean que todo tiene este marco, este contexto importante, y que el Señor nos ayude a todos en este seguimiento al Señor y en este nuestro camino, camino como peregrinos, camino como seguidores del Señor, camino como apóstoles y anunciadores del Evangelio. Camino también en nuestro itinerario de fe y hacia la casa del Padre.
Porque definitivamente, el anuncio de esto es también el anuncio para nosotros. Amén.
Mons. Luis Sainz Hinojosa
Luis Sainz Hinojosa nació en Tiquipaya Cochabamba el 21 de junio de 1936 y partió a la casa del padre el 8 de octubre de 2022.
Entró a ser parte de los franciscanos y profesó en la Orden Franciscana el 17 de enero de 1961.
Fue ordenado sacerdote en la ciudad natal el 26 de agosto de 1963.
El 8 de mayo de 1982, fue nombrado por Juan Pablo Segundo como Obispo Auxiliar de Cochabamba y recibió la consagración episcopal el 31 de junio del mismo año.
Arzobispo de La Paz
Posteriormente, el Sumo Pontífice nombró a monseñor Sainz como Arzobispo de La Paz, el 23 de febrero de 1987, siendo posesionado en el cargo jerárquico el 19 de abril del mismo año.
El 1 de agosto de 1996 tuvo que renunciar a su rol de arzobispo de La Paz.
Arzobispo Auxiliar de Cochabamba
En el 2001 Juan Pablo II, lo rehabilita y vuelve a nombrar a monseñor Sainz como Obispo Auxiliar de Cochabamba, recalcando el “válido refuerzo a la invalorable labor” realizada por el arzobispo Tito Solari y su auxiliar monseñor Angel Gelmi. La sede titular asignada a monseñor Sainz fue la de Giunca di Mauritania.
Cumplió funciones de vicario general de la Arquidiócesis y vicario episcopal del Valle Bajo y Valle Alto, rector del Santuario de Urkupiña.
Luis Sainz fue presidente del Área de Promoción Humana, presidente de la Comisión Episcopal de Educación y presidente de la Delegación Arquidiocesana de Comunicación Social.
Después de cumplir los 75 años el 29 de agosto 2012 el santo padre Benedicto XVI aceptó la renuncia al cargo presentada por monseñor Luis Sainz Hinojosa OFM, arzobispo titular de Giunca de Mauritania, en conformidad con los cánones 411 y 401 § 1 del Código de Derecho Canónico.
Sus restos descansan en el ala izquierda de la catedral metropolitana de Cochabamba.
Texto: boletinelmensajero.blogspot.com/Arquidiócesis de Cochabamba
Foto: Prensa/CEB