El obispo de la Prelatura de Aiquile, hace un llamado urgente a la solidaridad y al amor en tiempos de dificultad
Prensa CEB 3.11.2024.- Bolivia enfrenta una situación crítica que se agrava cada día, caracterizada por un aumento en la inseguridad alimentaria, desabastecimiento de productos básicos y crecientes tensiones sociales. En este contexto, Monseñor Jorge Herbas, obispo de la Prelatura de Aiquile, hizo un llamado para instar a la población a actuar con compasión y generosidad hacia los más necesitados.
Durante su homilía Monseñor Herbas enfatizó la gravedad de la crisis que afecta a numerosas familias bolivianas, “hoy más que nunca, necesitamos unirnos en solidaridad. Muchas personas no tienen acceso a alimentos básicos y enfrentan condiciones que ponen en riesgo su salud y dignidad. No podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas”, afirmó.
El obispo de la Prelatura de Aiquile, destacó que el amor al prójimo es un principio fundamental que debe guiar nuestras acciones, “la verdadera fe se manifiesta en nuestras obras. Si queremos construir un futuro mejor, debemos atender las necesidades de aquellos que están en riesgo. Esto no es solo una responsabilidad moral, sino un acto de amor que debe estar presente en cada uno de nosotros”, puntualizó.
Monseñor Herbas también hizo un llamado a la reflexión sobre el papel que cada ciudadano puede desempeñar en la búsqueda de soluciones pacíficas y efectivas, “(…) estamos llamados a ser agentes de cambio en nuestra comunidad (…) cada acción cuenta, y un simple gesto de generosidad puede marcar la diferencia en la vida de alguien que está sufriendo”, dijo.
En su reflexión de este domingo Día del Señor, monseñor Herbas abordó la necesidad de priorizar la compasión en las manifestaciones sociales y políticas manifestando que las protestas y demandas legítimas deben ser realizadas de manera pacífica, respetando la vida y la dignidad de cada ser humano. “No debemos perder de vista lo que realmente importa: el bienestar de nuestra comunidad y la protección de los más vulnerables”, expresó.
Asimismo, hizo hincapié en la importancia de la unidad entre los bolivianos, “Dios nos llama a vivir en paz y a construir puentes, no muros. La división y el odio no son de Dios. Necesitamos fortalecer la solidaridad entre todos los sectores de la sociedad para enfrentar esta crisis juntos”, concluyó.