Iglesia Católica: Queremos comunicar esperanza a nuestro querido pueblo de Bolivia en estos momentos difíciles
Prensa CEB 10.11.2024. Durante la celebración de la CXV Asamblea de Obispos de Bolivia, Mons. Aurelio Pesoa Ribera, presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (C.E.B.), en su homilía de hoy, reflexionó sobre la situación crítica que enfrenta el país marcado por la crisis económica, la falta de combustible y las tensiones sociales y políticas derivadas de los bloqueos y la lucha de poder, solicitando no perder las esperanzas.
Hoy, Día del Señor, desde la Catedral de San Sebastián en Cochabamba, el también obispo del Vicariato Apostólico del Beni, expresó su preocupación por los efectos negativos de la situación actual en la población boliviana, pero también resaltó la importancia de encontrar esperanza en medio de la adversidad, “queremos comunicar esperanza a nuestro querido pueblo de Bolivia en estos momentos difíciles”, dijo, aludiendo a las dificultades que enfrenta la sociedad.
Acompañado de sus hermanos obispos monseñor Pesoa añadió que la crisis no solo es económica, sino también social, ya que ha puesto a los bolivianos frente a dilemas morales y de convivencia, mientras algunos se ven atrapados en la lucha por intereses personales y de poder.
El presidente de la C.E.B., también se dirigió a las personas que, en medio de estos conflictos, recurren a los bloqueos como medio de protesta, ¿es lícito moralmente el bloqueo que no tiene en cuenta el bien común como instrumento de reivindicación?, cuestionó.
Con firmeza, Mons. Pesoa afirmó que no es moralmente justificable recurrir a medidas que perjudiquen a la mayoría de la población, incluso si las reivindicaciones que los motivan son legítimas; a su juicio, cualquier forma de lucha por derechos debe ser siempre respetuosa del bien común y la dignidad de todos los seres humanos.
En este contexto de división, el prelado invitó a los bolivianos a reflexionar sobre la enseñanza del Evangelio, que nos llama a admirar a los pobres y a los sencillos, aquellos que, en su humildad, confían plenamente en Dios.
En su homilía, citó el pasaje en el que Jesús observa a los ricos que hacían grandes ofrendas en el templo, pero los considera menos ejemplares que una viuda pobre que, con fe y generosidad, entregó todo lo que tenía para vivir, “los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”, señaló la autoridad eclesial, destacando la verdadera enseñanza del Evangelio que es el llamado a dar de todo corazón, a vivir con autenticidad y a confiar en Dios en los momentos más difíciles.
El obispo del Beni, también recordó la figura de la viuda de Sarepta, mencionada en la primera lectura, quien, al igual que la viuda del Evangelio, demostró una fe inquebrantable y una solidaridad ejemplar en tiempos de extrema necesidad. Esta mujer, que no tenía más que lo necesario para sobrevivir, compartió lo poco que tenía con el profeta, confiando en que Dios proveería para ella. Esta actitud, según el obispo, es un ejemplo para todos los cristianos, pues nos invita a vivir de forma auténtica, a dar sin reservas, y a poner nuestra confianza en Dios, no en lo que tenemos o en lo que nos sobra, sino en lo que somos y en lo que podemos ofrecer a los demás.
Frente a las circunstancias actuales de Bolivia, donde muchos sufren por la escasez de recursos y la creciente tensión política, el presidente de la C.E.B., destacó que los malos momentos, aunque sacan lo peor de las personas, también tienen el potencial de revelar lo mejor del ser humano. En medio de la crisis, señaló que es necesario valorar y reconocer los gestos de solidaridad, como los de aquellos que, sin buscar beneficios personales, trabajan por el bien de los demás y se entregan al prójimo con generosidad y amor, “la vida cristiana en el mundo tiene que ser eso, un darse del todo, como las dos viudas que hoy nos pone de ejemplo el evangelio”, subrayó.
Monseñor Pesoa a nombre de los obispos, hizo un llamado a la comunidad boliviana a vivir una religiosidad auténtica, sin caer en la ostentación ni en la búsqueda de una falsa admiración, “no se trata de vivir una religiosidad ostentosa para crear una falsa admiración de los demás con amplias vestiduras, sino de darse del todo, vivir de cara a Dios, sabiendo que él nos ve y mira la actitud del corazón», dijo.
En este marco, invitó a los creyentes a seguir el ejemplo de Cristo, quien entregó su vida de manera plena y auténtica por el perdón de los pecados del mundo, mostrando un amor incondicional por toda la humanidad.
Monseñor Pesoa también aprovechó la oportunidad para animar a los jóvenes bolivianos que participarán en el Congreso Americano Misionero que se celebrará próximamente en Puerto Rico. Les exhortó a reafirmar su fe y esperanza en el Dios de la vida, quien camina con cada uno de nosotros en todas las circunstancias de la vida. Además, felicitó a las diócesis de Oruro, Tarija y Potosí, que celebran este año el centenario de su creación, y las animó a seguir siendo comunidades cristianas vivas y misioneras.
En los minutos finales de su reflexión el obispo hizo un llamado a todos los bolivianos a vivir con esperanza, solidaridad y fe, buscando siempre el bien común y la autenticidad en su relación con Dios y con los demás, “ojalá nuestra vida entregada sea capaz de admirar al mismo Jesús”, concluyó, invitando a la comunidad a vivir de acuerdo a los principios cristianos, sin miedo a darlo todo por amor a Dios y al prójimo.
En la eucaristía Mons. Pesoa estuvo acompañado por Mons. Percy Galván, vicepresidente de la C.E.B y arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, Mons. Giovani, Arana obispo de El Alto, el secretario general, Mons. Oscar Aparicio, arzobispo de Cochabamba y el Nuncio Apostólico para Bolivia, Mons. Fermín Sosa Rodríguez.