Nuncio Apostólico de Bolivia exhortó a sus hermanos Obispos a animar con amor al pueblo que se les ha confiado
Prensa CEB 7.11.2024. “La Iglesia y la sociedad enfrentan situaciones difíciles en el mundo actual. Sin embargo, como pastores debemos estar siempre a la altura para poder guiar con amor, justicia y verdad al pueblo que Dios nos ha encomendado”, es el llamado del Mons. Fermín Emilio Sosa Rodríguez, Nuncio Apostólico de Bolivia en su mensaje dirigido a sus hermanos obispos en el marco de la inauguración de la 115 Asamblea de Obispos de Bolivia que hoy inicia en la Arquidiócesis de Cochabamba.
En presencia de la prensa y de los prelados de la Iglesia católica, Mons. Fermín les encomendó dejarse guiar por el documento final de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de la Sinodalidad, que ha concluido recientemente; en este sentido, y tomando en cuenta el mensaje del Papa Francisco dijo que ante «los retos de nuestro tiempo, a las urgencias de la evangelización y a tantas heridas que afligen a la humanidad, no podemos quedarnos sentados (…) ya que se corre el riesgo de retirarse de la vida y ponerse en sí misma a los márgenes de la realidad».
Sostuvo que con el Jubileo 2025 que iniciará en diciembre próximo, cuyo lema es «Peregrinos de la esperanza», ha llegado el tiempo de esta virtud (esperanza), que nutre y fortalece nuestro camino hacia Dios. “Tenemos pues que alimentar continuamente aquel Sursum corda (en latín, «arriba los corazones»), que sostiene nuestra confianza en Dios y que debemos inculcar en nuestros hermanos, conscientes de que la esperanza alimenta y fortalece nuestro camino hacia Dios”, manifestó.
Citando a “Dilexit Nos” (N°11) recordó que el Santo Padre nos dice que si «el corazón está devaluado también se devalúa lo que significa hablar desde el corazón»; en este sentido expresó que el Papa nos alienta a “cambiar” con un corazón limpio y generoso nuestras realidades, y que la Iglesia debe seguir buscando la verdad y el bien de la comunidad.
Culminando el año, marcado por la incertidumbre, preguntas y desalientos; dijo que el cristiano debe poner su corazón en el Corazón sagrado del Señor, el cual nunca defrauda. “Es a partir de esta fe en Cristo que renovamos día a día la esperanza de contemplar un mundo más justo, más humano, más cercano el uno del otro, en una palabra, como dice el Papa Francisco, un mundo que tiene corazón”.
En este nuevo Año Litúrgico que empezará en diciembre, recomendó que, como católicos, propiciemos un año renovando nuestra fe en Jesucristo, pues en el año jubilar también nos animará a caminar juntos, como un solo pueblo, viviendo la esperanza de un mundo mejor.
Destacó que el 2025 Bolivia vivirá un “doble jubileo”, conmemorando el bicentenario de su independencia y viviendo el “Jubileo de la Esperanza” convocado por la Iglesia católica; ocasión en la que invitó a todos los obispos y al Pueblo de Dios a unirse para que, “a través de la oración asidua, la celebración de los Sacramentos, especialmente el de la Penitencia y la celebración Eucarística, la adoración al Santísimo Sacramento, la renovación de nuestra fe en el Sagrado Corazón de Jesús y de María, pidamos al Señor derrame sus abundantes gracias en este doble jubileo sobre el pueblo boliviano”.
Finalmente invitó a sus hermanos obispos a que en este contexto puedan reafirmar su plena confianza en el Señor, amortizando el dolor, la enfermedad y los pasos difíciles con la mirada en la Cruz que redime y salva.