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Seamos un buen testimonio para los más jóvenes, exhorta Mons. Oscar Aparicio

Prensa CEB 3.11.2024- Un joven que no mira esto y mira otros líderes que supuestamente fueran los más grandes del mundo, pero que viven una vida equivocada, inmoral, llena de pensar en sí mismo, sin importar nada ni nadie. Esta es la propuesta que se puede dar y es un equívoco total. Por eso hermanos, estamos llamados, invitados a que seamos buen testimonio para los demás, amando profundamente a los demás, de esta manera el Arzobispo de Cochabamba Mons. Oscar Aparicio se refirió al ejemplo que se está transmitiendo a los jóvenes.

 Construir estos lazos del reino de Dios. ¿Qué es lo que tú respondes? ¿Cómo vives? Espero que el Señor Jesús ilumine nuestra vida, nos guiamos a Él y seamos también aquella propuesta que el Señor mismo nos está diciendo para nuestra sociedad, nuestras familias, los jóvenes, dijo.

A mí hermanos me da un poco de lástima la situación que se presenta sobre todo a los más jóvenes. Miles de propuestas, miles de presentación de cómo deben dirigirse, cómo deben vivir en este mundo. Miles de líderes y a veces tan equivocados, sin embargo se hace. Cómo debes vivir en este mundo siguiendo a esto o a este otro, apeteciendo de esto o de este otro, esto te va a dar la vida, esto va a darte sentido. Importante es que tú seas libre y te definas a ti mismo. Miren son propuestas de todo tipo, no sólo político, de todo tipo, afirmo el Prelado.

Hasta los líderes que se presentan en medio de nuestra sociedad son líderes que están persiguiendo a veces aspectos que son totalmente equivocados. Como si por ejemplo el poder diera el sentido a la vida total. O si por ejemplo el tener diera el sentido total., o el sexo diera y el placer diera el sentido total, o la elección sólo, sin tener en cuenta a nadie ni a nada, sin respetar las leyes y los preceptos, diera el ser yo y realizarme como yo. Hoy está diciendo una cosa; escucha, el Señor es tu Dios, el único. No hay otro humano. El Señor tu Dios y amarás al Señor. Escuchen bien. Amarás al Señor. Con todo tu corazón, puntualizó durante la alocución de su homilía en la Eucaristía dominical celebrada en la Catedral Metropolitana hoy domingo 3 de noviembre.

                                                 HOMILÍA DE MONS. OSCAR APARICIO

ARZOBISPO DE COCHABAMBA

DOMINGO 3 DE OCTUBRE

Amados hermanos y hermanas, la conclusión que nosotros podemos sacar o la propuesta también de la Palabra de Dios hoy, es bastante sencilla y muy clara, el mandamiento del amor. Sin embargo, vean que hay muchos aspectos que también se necesita vivirlos, se necesita que de verdad podamos nosotros también entrar en este Espíritu del Señor. Por eso veamos y partimos del Evangelio, vean que es un escriba que se acerca a Jesús y le pregunta ¿Cuál es el primero de los mandamientos? Un escriba es aquel que discierne, que estudia los mandamientos, los preceptos de Dios.

 El primer mandamiento

Que pregunte esto aquel que conoce por tanto, que es un profesional de aquello, tiene su importancia. Más importante todavía porque hay tantos preceptos o habían tantos preceptos, tantas normas que hasta un escriba, hasta el más erudito de los escribas se podía sentir un poco perdido sin llegar a tener el centro fundamental que es lo esencial o cuál es el corazón de estos preceptos o estas leyes. Por tanto la pregunta es legítima, si tú que eres el maestro, si tú que eres el Señor, ¿cuál es el importante de los mandamientos? ¿Cuál es el corazón de los mandamientos? ¿Cuál sería la síntesis de todos estos tantos preceptos que existen? ¿Qué nos puedes decir tú? Es interesante cómo Jesús responde.

 El primero es, escucha Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor. Está respondiendo con la misma palabra que ha revelado al pueblo de Israel. Uno que vive, que ha vivido, que ha aprendido a vivir en el pueblo de Israel y reza constantemente, se dirige a Dios a decir en su mente, en sus labios, con su corazón esto mismo, escucha Israel, el Señor tu Dios es el único. De hecho un israelita necesitaba dirigirse a Dios tres veces al día de esta manera. Por tanto lo primero que aparece es tener los oídos abiertos y el corazón abierto, escucha Israel, Shema Israel, el Señor es tu Dios. Reconocer por tanto que el mayor precepto ya está en esta predisposición o en esta actitud de escuchar a Dios para cumplir sus mandamientos. No se trata de escuchar otras cosas. No necesitamos o no se trata de escuchar miles de propuestas que puede haber como hoy las existen.

 A mí hermanos me da un poco de lástima la situación que se presenta sobre todo a los más jóvenes. Miles de propuestas, miles de presentación de cómo deben dirigirse, cómo deben vivir en este mundo. Miles de líderes y a veces tan equivocados, sin embargo se hace. Cómo debes vivir en este mundo siguiendo a esto o a este otro, apeteciendo de esto o de este otro, esto te va a dar la vida, esto va a darte sentido. Importante es que tú seas libre y te definas a ti mismo. Miren son propuestas de todo tipo, no sólo político, de todo tipo.

 Hasta los líderes que se presentan en medio de nuestra sociedad son líderes que están persiguiendo a veces aspectos que son totalmente equivocados. Como si por ejemplo el poder diera el sentido a la vida total. O si por ejemplo el tener diera el sentido total., o el sexo diera y el placer diera el sentido total, o la elección sólo, sin tener en cuenta a nadie ni a nada, sin respetar las leyes y los preceptos, diera el ser yo y realizarme como yo. Hoy está diciendo una cosa; escucha, el Señor es tu Dios, el único. No hay otro humano. El Señor tu Dios y amarás al Señor. Escuchen bien. Amarás al Señor. Con todo tu corazón.

 Amarás a Dios con todo tu corazón

 ¿Qué es el corazón? Es el centro de la vida de un ser humano. Nosotros normalmente nos referimos al corazón como algo del sentimiento, el afecto, aquello que mueve la vida misma. De hecho si bombea el corazón que nos da sangre, la sangre es siempre signo de vitalidad de vida. Es la vida que recorre por todo nuestro ser. El corazón es el centro, es fundamental. Y estás relacionado otra vez al amor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón. Con toda tu alma. Podríamos casi que traducir esto mismo diciendo con todo tu ser, con todo lo que eres tú, con todo lo que eres tú. Tú tienes un nombre, un apellido, tienes una historia. Eres yo. Eres un individuo, una persona en concreto.

 Cierto que eres aquel que tiene un físico, eres materia, pero también eres un espíritu. Amarás al Señor con todo tu ser, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. ¿Cuál es nuestra fuerza? ¿Cuál es tu fuerza? ¿Cuál es la fuerza de un ser humano? No solo es la fuerza física, ¿no es cierto? Es nuestra voluntad, nuestro espíritu, nuestra capacidad de responder al amor.

 Nuestra capacidad o las fuerzas también que podamos tener es también tu profesión o lo que eres tú o tu trabajo. ¿A qué te dedicas? Es tu billetera. ¿Cuál es tu fuerza? Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu espíritu, con todas tus fuerzas.

 Miren, hermanos míos, que el parámetro justamente entonces del amor está en la cruz de Jesucristo, el único y sumo sacerdote. ¿Cómo responde al amor de Dios Jesús? Con toda su inteligencia, con toda su razón, con todo su espíritu, con todo su ser, clavado en la cruz, mirando al Padre, respondiendo a aquel que le ama profundamente, incluso en la situación más difícil de su vida, y amarás a tu prójimo como a ti mismo, clavado en la cruz. Hermanos míos, no está encerrado en sí mismo, con la mirada puesta en Dios, en el cielo, abrazando al ser humano, la humanidad. Es el parámetro del amor. ¿A quién hay que seguir entonces en este mundo? ¿Quién es el parámetro para cumplir los mandamientos, lo esencial en la vida? ¿Cómo se debe vivir en cristiano o realmente en un sentido profundo a la vida? Viendo a este llamado hasta el límite, de no sólo salvarnos, sino hasta el límite de derramar la última gota de sal. Vean que es una invitación enorme.

 Amando a Dios amando a los hermanos

 Yo quisiera presentar entonces, he hablado de los jóvenes y de las familias, presentar este amor de Jesucristo. Lo esencial y lo fundamental está en amando a Dios, amar a los hermanos. Lo fundamental y lo esencial está en este sumo sacerdote que se presenta a nosotros como aquel que responde a este amor y lo extiende por todo el mundo.

Por eso después le dice al escriba, o el escriba le dice, Señor ha respondido bien. Se sorprende me imagino el escriba porque dice, tú has dado en la clave, tú nos has enseñado realmente esto. Entre los miles de preceptos que existen y normas, tú has dado la clave en lo esencial. Has dicho que es fundamental amar a Dios. Escucha a Israel y has dicho otra cosa. Has extendido que este amor también es a los hermanos. Este es la clave de todo. Has respondido bien. ¿Qué es lo que le dicen? No estás lejos del reino de Dios, vive bien. Acepta esto. Busca el sentido en la vida.

Aquel que busca el poder se encierra en sí mismo

 Es que tú que eres el buscador de la libertad, de la verdad, busca esto. Porque de lo contrario hermanos nos perdemos en estas miles de situaciones o acaso no nos hemos dado cuenta que aquel que busca solo el poder se encierra en sí mismo. Se hace incluso como si fuera Dios. Se inclina a sí mismo, se inclina a su yo y no responde ni al amor de Dios ni de los hermanos. Y su poder es para sí mismo o buscando afanosamente a sí mismo y no a los demás. Su poder no está en el amor sino más bien en construirse a sí mismo.

 Su poder no es de servicio hacia los demás. ¿O de dónde vienen estos otros pecados tan grandes, estos equívocos? Porque hermanos míos, uno que ha pensado que el dinero le viene y es el sentido profundo de la vida es capaz incluso de entrar en corrupciones tremendas y los tenemos ejemplos a miles aquí. Capaz de cualquier cosa.

 ¿O hablamos del narcotráfico? De un narcotraficante que piensa definitivamente que a través de aquello del dinero fácil o del poder tener esta situación para comerciar bien le va a venir toda la riqueza del mundo. ¡Qué equívoco! Pero ese es capaz de cualquier cosa, está distorsionado. El amor está distorsionado, se piensa a sí mismo, cree que esto le va a dar sentido a la vida. ¿Y cómo han terminado todos aquellos grandes a los que nosotros nos podíamos referir? ¿Cómo, queridos hermanos, nos podemos equivocar enorme y grandemente? Estar cerca del reino de Dios, estar cerca de Dios mismo, estar cerca de los hermanos se reduce justamente a esta capacidad de crecer en el amor. Es una invitación enorme por tanto para todos y cada uno de nosotros que el Señor nos ayude y que ojalá seamos nosotros también testimonios y líderes para muchos otros. Miren hermanos, que un joven, un niño y nuestras familias, viendo a un cristiano aprende a ser cristiano, viendo a uno que es honesto, aprende a ser honesto. Viendo a uno que es veraz, aprende a ser veraz. Viendo a un papá y una mamá que se sacrifican y se aman profundamente, aunque con dificultades, pero mantienen también esta unidad y esta coherencia, aprenderán a ser como el papá y la mamá también, en buen testimonio futuramente.

 Seamos un buen testimonio para los demás

 Un joven que no mira esto y mira otros líderes que supuestamente fueran los más grandes del mundo, pero que viven una vida equivocada, inmoral, llena de pensar en sí mismo, sin importar nada ni nadie. Esto es la propuesta que se puede dar y es un equívoco total. Por eso hermanos, estamos llamados, invitados a que seamos buen testimonio para los demás, amando profundamente a los demás.

Construir estos lazos del reino de Dios. ¿Qué es lo que tú respondes? ¿Cómo vives? Espero que el Señor Jesús ilumine nuestra vida, nos guiamos a Él y seamos también aquella propuesta que el Señor mismo nos está diciendo para nuestra sociedad, nuestras familias, los jóvenes. Amén.

FUENTE: TEXTO Y FOTOS, COMUNICACIÓN ARZOBISPADO DE COCHABAMBA

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