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Obispo de El Alto: La familia núcleo fundamental de la sociedad y la primera escuela de fe y de vida

Prensa CEB 29.12.2024.- Hoy la Iglesia celebra la Sagrada Familia y en este marco Monseñor Giovani Arana, Obispo de la Diócesis de El Alto, manifestó que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad y la primera escuela de fe y de vida, solicitando a los padres de familia a ser guías espirituales para sus hijos dejando testimonios de amor y enseñarles las prácticas religiosas.

La Sagrada Familia de Jesús, en la religión católica, es la compuesta por la Virgen María, San José y el Niño Jesús, los cuales se presentan como modelo de santidad familiar. La Sagrada Familia es un modelo de virtudes cristianas. Aquellas perfiladas en cada una de las personas que la conforman (por ejemplo, la paciencia de María, la castidad de José o la santidad de Jesús). También aquellas que se desprenden de la relación entre los miembros de la familia como célula fundamental de la comunidad cristiana. (https://www.significados.com/sagrada-familia/ )

En este marco Monseñor Giovani que también es secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), destacó que el nacimiento de Jesús, dentro de una familia, es una muestra clara del plan divino para la humanidad, “Dios eligió la familia como el espacio sagrado para iniciar su plan de salvación, subrayando su valor como la institución donde se gesta la fe, se siembran los valores y se aprende a relacionarse con los demás”.

El Rol Fundamental de los Padres

En la reflexión de hoy, Mons. Arana hizo un llamado a los padres de familia, instándolos a ser maestros y guías espirituales para sus hijos, “queridos papás y mamás, ustedes tienen el privilegio y la responsabilidad de educar a sus hijos en la fe, de ser el primer testimonio de amor y de enseñarles las prácticas religiosas. Como José y María, que guiaron a Jesús en su crecimiento en gracia y sabiduría, sean ustedes ese ejemplo vivo para sus hijos”, expresó.

Además, subrayó la importancia de apoyar a los hijos en sus sueños y vocaciones, dejando de lado actitudes egoístas, “no piensen solo en la alegría de tener a sus hijos cerca, sino en su felicidad plena. Apóyenlos para que formen sus propios caminos, ya sea para construir nuevas familias o para dedicar su vida al servicio de Dios como sacerdotes, religiosos o profesionales comprometidos con el bien común”, solicitó.

La Familia: Escuela de Fe y Amor

Mons. Arana recordó que es en la familia donde se construyen los valores que guían nuestras relaciones con los demás y con Dios: “En la familia aprendemos a amar, a respetar, a servir. Desde la mirada de la Iglesia, la familia es la primera escuela de fe, el lugar donde se vive la experiencia de Dios y donde se forma la base para construir una sociedad más fraterna”, señaló.

En su reflexión, también llamó a los padres a asumir con seriedad su responsabilidad en la educación de sus hijos, un derecho inalienable que debe ser respetado por las autoridades, dijo, “no se puede imponer a las familias ideologías contrarias a sus valores. Los padres son los primeros educadores de sus hijos, y las instituciones deben ser colaboradoras en este proceso, no reemplazos de su rol fundamental”, advirtió.

El Contexto Actual y el Llamado a la Esperanza

En un análisis de la realidad actual, el obispo de la ciudad de El Alto reconoció los retos que enfrentan las familias, como la violencia, la falta de empleo, la migración forzada y la creciente incertidumbre económica, “vivimos en un mundo que a menudo pone a prueba a nuestras familias, pero también en estos momentos difíciles podemos encontrar fortaleza en el ejemplo de la Sagrada Familia, que enfrentó con fe y unidad las adversidades de su tiempo, como el exilio en Egipto o la búsqueda angustiosa de Jesús en el templo”.

El obispo también destacó el Jubileo de la Esperanza, inaugurado por el Papa Francisco, como una invitación a vivir estos tiempos difíciles con confianza en Dios, “el jubileo nos llama a renovar nuestra esperanza y nuestra visión de la vida, recordándonos que, aunque enfrentemos grandes desafíos, podemos confiar en lo que Dios puede hacer por nosotros y por nuestras familias”, afirmó.

Compromiso con el Futuro de las Familias

En este contexto, el secretario general de la CEB, invitó a las familias y a las autoridades a trabajar juntas por la protección y fortalecimiento de este núcleo esencial de la sociedad, “la familia es el sagrario de la vida, el lugar donde se inicia y se protege. Por ello, es responsabilidad de todos –padres, autoridades y sociedad en general– defender su valor y su integridad frente a cualquier amenaza que intente desvirtuarla”, afirmó.

Finalmente, confió a todas las familias del mundo, especialmente a las bolivianas, al cuidado maternal de María, Madre de Dios, para que interceda por ellas y las guíe en la construcción de hogares llenos de amor, fe y esperanza.

“Que María, con su amor maternal, nos acompañe a vivir este Año Jubilar y que el ejemplo de la Sagrada Familia nos inspire a construir familias sólidas y comprometidas con los valores cristianos, capaces de ser luz en medio de un mundo necesitado de esperanza”, concluyó su homilía desde la Basílica Menor «Nuestra Señora de Los Ángeles» San Francisco en la ciudad de La Paz.

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