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9 de febrero 2025
EVANGELIO: Lc 5,1-11. Abandonándolo todo, lo siguieron.
Jesús enseña desde la barca de Simón Pedro y se dirige a la gente que está a orillas del lago de Genesaret. Simón echa las redes por la Palabra de Jesús e, imprevisiblemente, recoge una gran redada. Jesús promete a Simón Pedro un nuevo trabajo: recoger vivos a los seres humanos, un oficio que implica, también, a los otros dos colaboradores: Santiago y Juan, abandonarlo todo para seguir a Jesús. La declaración de Jesús: Desde ahora serás pescador de hombres, es la cumbre de la escena. Que la promesa a Pedro se enmarque dentro de la acción prodigiosa de Jesús como Señor, significa que la misión que Jesús le confía dará fruto. Que sólo Pedro sea el destinatario de la promesa, aunque los otros dos también sigan a Jesús, apunta hacia el papel de Pedro en el seno de la Iglesia. La Misión consiste en recoger a los varones y mujeres para la vida del Reino anunciado y hecho presente por Jesús. Pedro se ha dejado tocar por la Palabra del Señor y reacciona, ante la manifestación de su poder, distanciándose de su presencia gloriosa: soy un pecador. Jesucristo llama no debido a los méritos y santidad de las personas, sino porque Él es misericordioso y confía en los seres humanos, que somos limitados e imperfectos.
CANTO DE ENTRADA: “Somos un pueblo que camina”
–
DO MI7 la
Somos un pueblo que camina,
FA re SOL7
y juntos caminando podremos alcanzar,
DO la mi7
otra ciudad que no se acaba,
la7 re7 SOL7 DO
sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.
DO FA DO
Somos un pueblo que camina,
FA DO SOL7 DO
que marcha por el mundo buscando otra ciudad.
mi la mi
Somos errantes peregrinos
la mi re SOL7
en busca de un destino, destino de unidad.
DO FA mi
Siempre seremos caminantes,
la FA la SOL
pues sólo caminado podremos alcanzar…
Danos valor para la lucha,
valor en las tristezas, valor en nuestro afán.
Danos la luz de tu Palabra,
que guíe nuestros pasos en este caminar.
Marcha, Señor, junto a nosotros,
pues sólo en tu presencia podremos alcanzar…
ACTO PENITENCIAL “Ten piedad, Señor, ten piedad”
–
SI MI SI MI
Ten piedad, Señor, ten piedad,
SOL FA# SI
soy pecador, ten piedad. (2-2)
SOL
Y de mí Cristo apiádate,
LA FA# RE(SI)
contra Ti yo pequé. (2-2)
GLORIA: “Gloria a Dios en el Cielo”
–
SOL
Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres.
Gloria a Ti, oh Padre omnipotente.
Rey celestial
Gloria a Ti, oh Hijo del Eterno.
Dios Redentor.
Gloria a Ti, Espíritu Divino,
que eres Amor.
SALMO RESPONSORIAL 137, 1-5. 7c-8
–
R. Te cantaré, Señor, en presencia de los ángeles.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque has oído las palabras de mi boca.
Te cantaré en presencia de los ángeles
y me postraré ante tu santo Templo. R.
Daré gracias a tu Nombre
por tu amor y tu fidelidad.
Me respondiste cada vez que te invoqué
y aumentaste la fuerza de mi alma. R.
Que los reyes de la tierra te bendigan
al oír las palabras de tu boca,
y canten los designios del Señor,
porque la gloria del Señor es grande. R.
Tu derecha me salva.
El Señor lo hará todo por mí.
Tu amor es eterno, Señor,
¡no abandones la obra de tus manos! R.
CANTO DE LAS OFRENDAS: En tus manos divinas de Padre”
–
MI LA fa# SI7
En tus manos divinas de Padre
MI do# SI7 MI7
hemos puesto, Señor, nuestro mundo. (2-2)
MI LA MI MI6
Estos brazos que elevan alegres
fa# fa#7 SI7
las ofrendas de vino y de pan.
Esta tierra labrada con pena,
donde brilla velada tu luz.
El trabajo que une a los hombres
con abrazo de esfuerzo común.
Nuestro mundo, camino hacia el cielo,
nuestras vidas sedientas de Ti.
SANTO: “Santo es el Señor”
–
mi (RE) (mi)
Santo es el Señor Dios del Universo, (3)
SOL RE SI7
porque grande es Él.
mi (RE) (MI)
Oh, oh, oh, Hosana en el cielo
SOL RE SI7
porque grande es Él.
Bendito es, bendito es el que
Viene en nombre de Dios. (3)
CORDERO: “Cordero de Dios”
–
mi RE mi
¡Oh Cordero de Dios!
RE mi RE mi
Tú que quitas el pecado del mundo:
mi RE mi
ten piedad de nosotros. (2-3)
Oh Cordero de Dios,
mi RE mi
Tú que quitas el pecado del mundo: danos la paz.
CANTO DE COMUNIÓN: “Tú has venido a la orilla”
–
RE LA RE RE7
Tú, has venido a la orilla,
SOL LA
no has buscado ni a sabios ni a ricos:
RE LA RE RE7
tan sólo quieres que yo te siga.
SOL fa#
Señor, me has mirado a los ojos,
mi LA7 RE RE7
sonriendo has dicho mi nombre.
SOL fa#
En la arena he dejado mi barca,
mi LA7 RE
junto a Ti buscaré otro mar.
Tú, sabes bien lo que tengo:
en mi barca no hay oro ni espada,
tan sólo redes y mi trabajo.
CANTO FINAL: “Mi alma glorifica al Señor”
–
FA DO
Mi alma glorifica al Señor, mi Dios,
re la
gózase mi espíritu en mi Salvador.
SIb SOL7 DO re DO7
Él es mi alegría, es mi plenitud,
FA SIb FA
Él es todo para mí.
re sol LA7 re
Ha mirado la bajeza de su sierva,
DO re
muy dichosa me dirán todos los pueblos,
RE sol
porque en mí ha hecho grandes maravillas
SIb LA7 re
el que todo puede, cuyo nombre es: Santo.
Su clemencia se derrama por los siglos
sobre aquellos que le temen y le aman;
desplego el gran poder de su derecha,
dispersó a los que piensan que son algo.