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Feb

16 de febrero 2025

EVANGELIO: Lc 6,12-13.17.20-26. Felices ustedes los pobres. Ay de ustedes los ricos.

El Evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades y nuestra forma de ver el mundo. Jesús enseña que la verdadera bendición proviene de un profundo encuentro con Dios, y no de las riquezas ni del poder. Su Mensaje desafía nuestra comprensión de lo que significa ser verdaderamente bendecido y nos lleva a cuestionar cómo nuestras actitudes hacia la riqueza y el poder trastocan nuestras relaciones con Dios y con los demás. En tal entendido, las tres primeras bienaventuranzas (6,20-21) afectan al grupo de personas: pobres, hambrientos, afligidos, prototipo de los marginados de cualquier sociedad. La cuarta (6,22-23) se refiere a los discípulos, equiparados a los profetas. A todos se les promete el Reino con imágenes tomadas de los profetas. Invirtiendo la percepción común de éxito, transforma la pobreza, el sufrimiento y la marginación en motivos de bendición, al tiempo que advierte a los ricos sobre las desventajas de buscar seguridad en los bienes materiales. El mensaje de las Bienaventuranzas desestabiliza la escala de valores que predomina entre las personas, grupos y naciones.

CANTO DE ENTRADA: “Bienaventurados”

la              SOL7      DO

Bienaventurado corazón de pobre,

FA                         MI7

Bienaventurado la tierra es para ti.

re                                  la

Bienaventurado tú que sufres en el mundo,

FA                          MI

Bienaventurado, el Reino viene a ti.

si                LA7          RE

Bienaventurado corazón paciente,

SOL                            FA# MI7

Bienaventurado pues te llaman manso.

mi                                 si

Bienaventurado tú que tienes hambre,

SOL                                       FA#

Bienaventurado, que serás saciado.

RE       SOL             RE

Jesús es la buena noticia:

FA                           si

feliz quien camina tras él.

Bienaventurado buscador de justicia,

Bienaventurado por crear la paz.

Bienaventurado corazón que es limpio,

Bienaventurado, que a tu Dios verás.

Bienaventurado hombre perseguido,

Bienaventurado si luchas por amor,

Bienaventurado si hoy día te calumnian,

Bienaventurado, por causa del Señor.


ACTO PENITENCIAL “Perdón, perdón”

LA           MI         RE            LA

Perdón, perdón, perdóname Señor.

         RE      LA          MI            LA

Ante Ti yo pequé; perdóname, Señor.

la                                    re

Mi pecado yo bien lo conozco

         SOL                                DO

y mi falta no se aparta de mi mente.

            la                 re                  FA MI LA  

Contra Ti, Señor, contra ti Señor, yo pequé.

En pecado me concibió mi madre,

y Tú vez que malo soy de nacimiento,

Tú que eres rectitud de corazón,

enséñame en secreto lo que es sabio.

Te presento un corazón contrito,

no me rechaces lejos de tu rostro.

Rocíame con agua y seré limpio,

lávame y seré blanco cual nieve.

Que mi alma quede limpia de malicia,

purifícame, Tú de mi pecado;

de la muerte líbrame, Señor

y mi lengua tu justicia aclamará.


GLORIA “Gloria en el cielo, Gloria en la tierra”

DO                     FA          DO

Gloria, gloria, gloria al Señor.

 FA                  DO       SOL        DO

Gloria en el cielo, gloria en la tierra.

DO                           FA      DO

Te alabamos, Señor, te bendecimos,

    FA                      DO              FA     SOL

 te adoramos, oh Padre, Dios y Rey celestial.

 Eres Cordero de Dios, Hijo del Padre,

 Tú nos perdonas y salvas, nos ofreces tu amor.

 Tú solo Santo y Señor, Tú Jesucristo,

 con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios.


SALMO RESPONSORIAL R. 1, 1-4.6

¡Feliz el que pone en el Señor toda su confianza!

¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados,

ni se detiene en el camino de los pecadores,

ni se sienta en la reunión de los impíos,

sino que se complace en la ley del Señor

y la medita de día y de noche! R.

Él es como un árbol plantado al borde de las aguas,

que produce fruto a su debido tiempo,

y cuyas hojas nunca se marchitan:

todo lo que haga le saldrá bien. R.

No sucede así con los malvados:

ellos son como paja que se lleva el viento.

Porque el Señor cuida el camino de los justos,

pero el camino de los malvados termina mal. R.


CANTO DE LAS OFRENDAS Este es el momento de alegrar”

SOL                          fa#

Este es el momento de alegrar la mesa

MI                           la       RE

con el vino y con el pan que consagraremos

la                         RE                          SOL

y que ofrecemos, y que hemos de comulgar.

Este es el momento de llegar confiados

a la mesa del Altar, porque tu Palabra

vivificadora nos acaba de llamar.

                                DO         RE                    SOL

Padre de Jesús, bendice lo que presentamos hoy

MI                                        la

y que al preparar tu mesa se renueva

      RE                     SOL

el gozo de saber tu amor.

Pan de nuestras vidas, pan de nuestras manos,

pan de nuestra juventud, pan que te entregamos

juntos como hermanos en señal de gratitud.

Vino de la tierra buena y generosa,

vino te ofrecemos hoy, lleva nuestras luchas

lleva nuestras penas, lleva nuestra sed de amor.


SANTO: “Santo” (Cueca)

si                                      SOL

Santo, santo, santo, santo es el Señor.

 LA                   RE      FA#          si

Santo, santo, santo, santo es el Señor.

Llenos están los cielos

y la tierra de tu gloria.

LA                           RE

¡Bendito es el que viene

          FA#             si

en el nombre del Señor!

LA                 RE             FA#            si

Que brille y resuene la presencia del Señor.


CORDERO: “Cordero de Dios”

mi     RE           mi

¡Oh Cordero de Dios!

               RE      mi  RE        mi

Tú que quitas el pecado del mundo:

mi        RE        mi

ten piedad de nosotros. (2-3)

Oh Cordero de Dios,

                                                      mi  RE       mi

Tú que quitas el pecado del mundo: danos la paz.


CANTO DE COMUNIÓN “Feliz el hombre”

do    fa

Feliz el hombre que no ha puesto

          SIb              RE

su esperanza en el dinero,

          fa                do

ni se instala entre las cosas de esta vida,

         SIb               do  

ni se deja corromper, aunque le cueste.

        fa                do      SIb   do

Feliz será, feliz será, feliz será.

Feliz el hombre que no inclina

su frente al poderoso,

ni traiciona al compañero de trabajo,

ni renuncia a la lucha del presente.

Feliz el hombre que encamina

sus pasos por tus sendas,

él será como un árbol grande y fuerte,

que da sombra y alegría al caminante.


CANTO FINAL: “La Elegida”

SOL                             RE

Una entre todas fue la escogida,

 mi                            SI7

fuiste tú María, la Elegida,

   DO          SOL       LA         RE

Madre del Señor, Madre del Salvador.

SOL  mi  la           RE         SOL

María llena de Gracia y consuelo,

DO         RE           SOL  mi

ven a caminar con el pueblo,

   la          RE         SOL

nuestra Madre eres tú. (2-3)

Ruega por nosotros

pecadores en la tierra.

Ruega por el pueblo

que en su Dios espera. Madre del Señor, Madre del Salvador.

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