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Misa de Acción de Gracias por el Bicentenario de Santa Cruz
PRENSA CEB 14.02.2025 Por el Bicentenario de Santa Cruz, en la Basílica Menor de San Lorenzo, presidió la Misa de Acción de Gracia el Arzobispo de Santa Cruz, Mons. René Leigue, concelebrada por los Obispos Auxiliares Mons. Estanislao Dowlaszewicz, OFM Conv, Mons. Juan Gómez, el Arzobispo Emérito Mons. Sergio Gualberti, el Vicario General P. Juan Crespo, sacerdotes, religiosas, feligreses.
Participaron autoridades de la Gobernación de Santa Cruz, el Gobierno Autonómo Municipal de Santa Cruz, Asamblea Legislativa entre otras autoridades del Departamento de Santa Cruz.
“Es bueno dar gracias al Señor…”
Hemos escuchado en el salmo: “Es bueno dar gracias al Señor” y creo que la Eucaristía es acción de gracias. Por eso, empezamos este día con este acto de la Eucaristía. Espero que ustedes lo piensen así también. Saludo a las autoridades departamentales, al señor gobernador, presidente de la asamblea, presidente del comité cívico, alcaldía también y todas las autoridades presentes. Estamos aquí para dar gracias a Dios por doscientos años de camino y lucha, porque no ha sido que se acabó hace doscientos años la lucha, pero también para disfrutar estos doscientos años de libertad. Digo disfrutar porque, de alguna manera, ha sido eso nuestro camino. Disfrutar este tiempo.
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El Milagro de la Compasión
“Lo que él sentía era compasión de la gente…”
Hemos escuchado en el Evangelio algo que Jesús hizo y que es muy importante. Donde pasaba Jesús, siempre hacía algo extraordinario. Y eso que hacía no era para que la gente lo viera y lo aplaudiera; él no buscaba aplausos. Lo que él sentía era compasión de la gente. Vivía con la gente, estaba con ellos, y por eso todo lo que Jesús hacía era para el bien de la persona. En este caso, a Jesús le presentan un sordomudo y le piden que le imponga las manos para que lo pueda curar.
El Poder Sanador de Jesús “Éfata, es decir, ábrete…”
Interesante aquí cuando le presentan a esta persona. ¿Qué hace Jesús? Lo lleva a un lado, lo saca en medio de toda la gente. ¿Qué hace con él? Le toca los oídos, luego hace una oración y dice esta frase: “Éfata”, es decir, “ábrete”. Se abren los oídos y se suelta la lengua del mudo. Entonces, empieza a hablar y a oír. ¡Interesante, ¿no?! Esto que hace Jesús le devuelve la vida a esta persona. Imagínense, una persona sorda no escucha, una persona muda no se puede expresar ni manifestar lo que siente, lo que quiere. Para esta persona, era una situación muy difícil y, por eso, los demás se preocupan y le dicen a Jesús: “Sánalo”. Jesús lo sana, y el señor empieza a hablar y a escuchar.
Escuchar y Hablar con Sentido “¿Para qué tienen la voz?”
Esto nosotros podemos pensarlo: “Bueno, eso en ese tiempo…” Y a lo mejor usted también puede decir: “Pero yo puedo hablar, yo puedo escuchar”. Pero yo les pregunto: si pueden hablar, ¿qué hablan?, ¿qué dicen?, ¿para qué tienen la voz? ¿En qué ocupan esa voz? Si tienen oídos y escuchan, creo que esto que hace Jesús aquí es justamente lo que a lo mejor nos está diciendo hoy a nosotros: “Ábrete”, que se abran los oídos, que podamos hablar. Al poder hablar, el Señor nos ha dado ese don de poder comunicarnos entre nosotros. ¡Qué importante, ¿no?! ¡Qué importante que todo lo que ha hecho Dios lo ha hecho muy bien! Si no tenemos la palabra, ¿cómo nos comunicamos? Importante, ¿no? Si no tenemos los oídos, ¿cómo escuchamos a los demás?
La Comunidad como Cuerpo de Cristo
“La Iglesia, formada por muchos miembros, es un solo cuerpo…”
Por eso, Pablo, cuando habla también de lo que es la comunidad, de lo que es la Iglesia como tal, formada por muchos miembros, la compara con el cuerpo. Pablo dice: “La Iglesia, como el cuerpo que tenemos, está formado por muchos miembros”. Tenemos oídos, gusto, ojos, todo. Y todos los miembros que tiene el cuerpo, dice Pablo, forman un solo cuerpo. Lo mismo dice de la Iglesia: formada por muchas personas, por muchos miembros que piensan diferente, pero es un solo cuerpo, somos una sola comunidad. Pablo dice que el ojo no puede decir que no necesita de la boca, y así hace la comparación de cada miembro. Ningún miembro puede decir que no necesita de otro. Entonces, ¿qué nos quiere decir esto ahora? Nos habla de la importancia de poder comunicarnos, de poder escuchar, de poder ser parte de una sola comunidad.
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Memoria Histórica y Libertad
“Nos han recordado la historia de estos doscientos años…”
Hemos escuchado todos estos días y, ¡qué bonito!, ¿no?, que nos hayan recordado la historia de estos doscientos años. Todos hemos ido recordando, escuchando y, a lo mejor, aprendiendo también, porque algunos no sabían qué pasó hace doscientos años. Nos lo han recordado con documentos y lo hemos visto en la televisión. Todo este camino que hemos hecho, todo este momento que se vivió hace doscientos años, donde miles de personas dieron su vida. Lucharon y también la perdieron. ¿Y para qué? Pensemos: esas personas lucharon para liberarse de un yugo. ¿Pensaban que hoy estaríamos recordando esto? Seguro que sí. Porque lo hicieron no solo pensando en ellos y en su libertad en ese momento, sino también en el futuro, en nosotros.
El Verdadero Sentido de la Libertad
“Vivir la libertad, ¡qué lindo!”
La libertad, ¡qué linda!, ¡qué lindo vivir en libertad! Esa libertad que todos necesitamos. Ahora bien, algunos no entienden o no saben qué significa vivir en libertad. Dicen: “Soy libre, puedo decir lo que me da la gana”. Pero, ¿es eso libertad? No lo creo. Algunos piensan que la libertad es hacer lo que les parece sin importar a quién afectan. Pero la libertad que celebramos hoy es la que Dios nos dio desde el inicio, una libertad que nos permite elegir, pero con responsabilidad. Hoy, celebramos doscientos años de esta libertad, recordando que no es solo un derecho, sino también un compromiso.
Libertad con responsabilidad
“Luchando por la libertad”
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Reflexión sobre el futuro
“¿Mañana qué va a pasar?”
Desde la primera lectura hemos escuchado cómo Dios le dice a la mujer y a Adán: “Pueden comer de todos los árboles, pero hay uno del que no deben acercarse”. Sin embargo, ellos deciden hacerlo. Se dejan engañar por la serpiente. Aquí vemos que Dios no impone su voluntad de manera absoluta. No dice: “Yo quiero esto y tienen que hacerlo”. No. Él nos creó libres, con la capacidad de elegir y de hacer nuestra vida. Esa libertad que hoy celebramos lleva doscientos años entre nosotros, pero no termina aquí. No es solo cuestión de recordar el pasado, sino de vivir en gratitud. Por eso, como decía al inicio, el salmo nos recuerda: “Qué bueno es dar gracias a Dios”. Agradezco a ustedes, a las autoridades, porque comenzar este día con una celebración, conmemoraciones y todo lo que venga después, iniciando con la Eucaristía, es reconocer que vivimos en esta tierra bendita por Dios y que celebramos la libertad como debe ser. ¡Qué bueno, no!
He estado pensando y, de aquí en adelante, ¿qué viene? ¿Mañana qué va a pasar? Porque se ha estado hablando hasta hoy, al menos lo que hemos estado escuchando. ¿No? El catorce de febrero, el día que juramos la libertad, y la historia viene hasta aquí. Pero mañana es quince de febrero. ¿Qué pasó de aquí en adelante? O ¿qué va a pasar en nosotros? ¿Nos vamos a quedar con ese recordatorio, con ese momento que fue bonito? Yo creo que hay muchas cosas que hacer. La libertad aquí no se va a acabar, y tenemos que luchar por eso, tenemos que seguir trabajando.
La importancia de la comunidad
“Nosotros somos una comunidad”
Pero para eso, ¿qué es lo que yo quiero decir con esto? Que el Señor, después de que este hombre sordo ha vuelto a la comunidad, se ha incorporado y ha sido parte de ella. Nosotros somos una comunidad, somos un pueblo, somos una ciudad y, según los datos, una ciudad grande. Nos enorgullece eso. Cuando escuchamos decir que Santa Cruz es la más grande de Bolivia, ¡qué bonito se escucha! Es un reconocimiento al trabajo y al crecimiento de Santa Cruz, porque esta tierra nos da tantas oportunidades para ser lo que somos.
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Desafíos de una ciudad en crecimiento
“¿Cómo se está manejando esta ciudad?”
Pero, ¿cómo se está manejando esta ciudad que crece y crece? ¿Cómo se va a afrontar el futuro para dar mejores días a quienes viven aquí? Creo que eso es lo que viene, pensar qué hacer ahora. Estamos pasando momentos complicados. Lo primero que se dice es que no hay dinero. ¿Será que solo el dinero soluciona los problemas? ¿No habrá otras formas de encontrar soluciones?
La situación de la salud y la infancia
“La salud es un tema serio”
La salud es un tema muy serio. ¿Qué se puede hacer allí? Además, hay otros sectores que requieren atención, como los niños. ¿Qué podemos hacer por ellos? Los hogares y muchas otras necesidades deben ser considerada.
Compromiso con el futuro
“¿Hemos abierto los ojos para ver la realidad?”
Hasta aquí hoy celebramos, pero ¿qué pasa mañana? Estamos en un tiempo para encontrar lo mejor. Quizás no tengamos una solución inmediata, pero al menos podemos dar un paso hacia ella. ¿Hay un compromiso real para lograrlo? ¿Hemos abierto los ojos para ver la realidad? ¿Hemos abierto los oídos para escuchar a la gente y conocer sus necesidades?
Responsabilidad de los líderes
“Escuchar la voz del pueblo”
Los candidatos a la presidencia deben escuchar a la gente. No basta con imaginar el futuro, deben atender las necesidades reales. No se trata solo de renunciar o imponer decisiones, sino de entender qué necesita el pueblo. Abramos los oídos para escuchar, no solo para gritar o insultar, sino para dialogar y encontrar soluciones.
La búsqueda de la unidad
“Queremos unidad”
Todos anhelamos la unidad, pero ¿de qué manera se la busca? Se ha dicho que en este tiempo debemos dejar los intereses personales para priorizar el bien común. Trabajemos en ello, al menos en Santa Cruz, si no es posible a nivel nacional. Busquemos unidad entre las autoridades, porque al final, todos queremos lo mismo: el bienestar de los demás. Gobernación, alcaldía e Iglesia deben trabajar juntos.
La riqueza de Santa Cruz y sus desafíos
“Santa Cruz, una tierra pujante”
Santa Cruz, una tierra pujante, una tierra donde se da todo y siempre es un honor. No somos orgullosos de esta nuestra tierra. ¿Pero ahorita cómo estamos? Pareciera que nos están prohibiendo que nosotros podamos producir. ¿Qué se puede hacer con eso? ¿Nos vamos a dejar ahí y no producir porque nos dicen que no es posible? ¿No es posible llevar los productos fuera del país? ¿Vamos a quedarnos ahí porque nos dicen que no es posible hacerlo? Entonces, busquemos por lo menos aquí en Santa Cruz, ¿no?, que tengamos lo necesario. Pero para eso, la unidad.
Un solo pueblo, una sola comunidad
“Formados por diferentes miembros”
Somos un solo pueblo, somos una sola comunidad, una sola ciudad, formada por diferentes miembros. No nos olvidemos: cruceño, paceño, cochabambino, de todo hay aquí. Somos un solo pueblo formado por diferentes personas, pero eso no significa que cada uno va a estar mirando a los que han venido de otro lado. Bienvenidos, pónganle el hombro también aquí a Santa Cruz, donde están, donde viven, de la cual comen. No le pongan traba a las cosas que se quieren hacer. Como cruceños, vamos adelante. De eso se trata, creo.
Compromiso con el futuro
“No quedarnos solo en la conmemoración”
Y yo anhelo eso, ¿no?, que no nos quedemos solamente hasta hoy en recordar estos cientos años de libertad y después, a partir de mañana, ya como que se calma todo y empezamos otra vez con otros problemas y continuamos igual. Creo que no es esa la idea, ¿no? Hay que seguir adelante, buscando siempre mejores caminos. Las autoridades son elegidas para eso, para siempre encontrar algo mejor.
Continuidad y mejora en la gestión
“No destruir lo que otro construyó”
Yo, cuando pienso a veces en la elección de autoridades, veo que también en la Iglesia hay cambios, ¿no? También tenemos cambios. Yo lo que remarco con los sacerdotes cuando hay cambios: hemos cambiado no para que tú vayas y destruyas lo que ha hecho el otro. Ve para que continúes. Si ves que no está bien, mejóralo. Pero no lo destruyas. Y no hablen mal del otro, de lo que ha hecho. ¿Por qué lo ha hecho? Lo habrá hecho por algo. Pero, ¿quién somos nosotros para ir a hablar mal del otro? Eso no nos ayuda.
Honestidad y responsabilidad en la gestión
“Hacer bien las cosas”
A veces, cuando hay cambio de autoridad, hay quienes buscan juzgar al otro porque no hizo bien las cosas. Creo que habrá que buscar la manera de solucionar, porque al final, ustedes como autoridades saben el tiempo que tienen ahí. Si no se ven las cosas bien, pues también les puede venir lo mismo. Y creo que no es lo correcto, ¿no? Hay que hacer bien las cosas, ser honesto, ser sincero. Creo que eso es lo que nos está costando.
El peligro de la mentira y la manipulación
“No nos dejemos engañar”
No nos dejemos engañar, porque también hay engaños. En la primera lectura, la serpiente dice: “Si tú comes del árbol que Dios te ha dicho que no comas, es porque él no quiere que sean como él”. ¡Gran engaño, ¿no?! Y Eva se dejó convencer. Hay también en medio de nosotros esa serpiente que mete veneno, y a veces le hacemos caso. No nos dejemos engañar. Dejemos de lado también las mentiras, porque en este tiempo parece que todo lo que hablamos ya no nos lo creen. La gente ya desconfía de todo. Entonces, busquemos cómo mejorar esta situación: diciendo la verdad, siendo sinceros.
Libertad con responsabilidad
“No hagamos de la libertad lo que nos parece y lo que nos da la gana “
Creo que ese es el deseo que yo tengo y creo que también es el de ustedes, ¿no? Que sigamos adelante, luchando por la libertad. Luchando por la libertad, que es tan linda para vivirla. Pero no abusemos de ella. No hagamos de la libertad lo que nos parece y lo que nos da la gana. Si esto es así, no avanzamos. Que el Señor nos acompañe, que nos bendiga siempre y que bendiga a Santa Cruz. Bendiga a sus autoridades y que les dé también sabiduría para seguir adelante, buscando siempre el bien común. Que así sea.
Fuente: Arquidiócesis de Santa Cruz