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Mons. Juan Gómez, obispo responsable de la Vida Consagrada en Bolivia: “Seamos auténticos centinelas de la Esperanza”
Prensa CEB 2.02.2025. Con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, celebrado el 2 de febrero, y en el marco del Año Jubilar de la Esperanza, Mons. Juan Gómez, Obispo Auxiliar de Santa Cruz y Obispo Encargado de la Vida Religiosa de la Conferencia Episcopal Boliviana, dirigió un mensaje de gratitud y reflexión a la comunidad religiosa.
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Bajo el lema «Centinelas de la Esperanza», el Obispo hizo referencia al Jubileo de la Vida Consagrada, que se celebrará en octubre de 2025, como un tiempo especial para dar gracias por la vocación recibida y fortalecer la comunión dentro de la Iglesia. Invitó a todos los consagrados a vivir este jubileo como una peregrinación de esperanza, caminando juntos hacia un futuro lleno de promesas y posibilidades.
Asimismo, animó a los religiosos y religiosas a asumir su papel como verdaderos Centinelas de la Esperanza, reflejando la luz de Cristo en sus vidas y siendo inspiración para otros. Destacó que la vida consagrada no solo es una opción de entrega personal, sino también un llamado a ser agentes de transformación y constructores de paz en sus comunidades.
En su mensaje, Mons. Gómez, expresó su afecto y cercanía con todos los consagrados en este día significativo, deseándoles fortaleza y perseverancia en su misión. “Que nuestras acciones sean reflejo de la esperanza que anunciamos y que, a través de nuestro testimonio, muchos puedan encontrar su camino hacia Dios”, concluyó.
A continuación el mensaje completo.
Santa Cruz de la Sierra, 29 de enero del 2025
A todos los miembros de la Vida Consagrada en Bolivia
Presente. –
Con motivo del Día de la Vida Consagrada, que celebramos el 2 de febrero, y en el contexto del Año Jubilar de la Esperanza, quiero dirigirme a ustedes con un saludo fraterno y lleno de gratitud. Este año, bajo el lema «Centinelas de la Esperanza», nos invita a reflexionar sobre nuestra misión y el impacto que tenemos en la vida de la Iglesia y en la sociedad.
La vida consagrada es un don precioso que nos recuerda la llamada a vivir en radicalidad y entrega. En este tiempo de jubileo, se nos ofrece la oportunidad de renovar nuestro compromiso con el Señor y con nuestros hermanos y hermanas. Es un momento para ser testigos de la esperanza, especialmente en un mundo que a menudo se siente desalentado y dividido.
El Jubileo de la Vida Consagrada, que se celebrará en octubre de 2025, es un momento especial para dar gracias a Dios por el don de la vocación y para fortalecer nuestros lazos como comunidad. Este evento nos invita a ser «peregrinos de esperanza», caminando juntos hacia un futuro lleno de promesas y posibilidades.
Los animo a que, en este año jubilar, seamos auténticos centinelas de la esperanza. Que nuestras vidas reflejen la luz de Cristo y que, a través de nuestras acciones, podamos inspirar a otros a encontrar su camino hacia Dios. La vida consagrada no solo es un camino de entrega, sino también un llamado a ser agentes de cambio y de paz en nuestras comunidades.
Con afecto y en la esperanza de un futuro lleno de luz, les envío un cordial saludo y mis mejores deseos en este día tan significativo.
Atentamente.