«Conversión, Obediencia y Compromiso en Cuaresma», Mons. Percy Galván
«Conversión, Obediencia y Compromiso en Cuaresma», Mons. Percy Galván
Prensa CEB 23.03.2025 El Arzobispo de La Paz, Mons. Percy Galván y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Bolviana, presidió la Misa Dominical en la Basílica Metropolitana Nuestra Señora de La Paz, concelebrada por el Rector P. Ivan Bravo.


En su homilía, Mons. Galván exhortó a los fieles a vivir de manera correcta y a producir frutos de esperanza para el país, especialmente al viivr la cuaresma. Al mismo tiempo enfatizó sobre el tema político, expresando; “Cada pueblo tiene el gobernador que merece”, reflejando la situación crítica que vive el País. “Es tiempo de vivir la conversión, partiendo desde la familia, el ejemplo es importante por parte de los padres y a ustedes niños y jóvenes a través de la obediencia”
Estamos en este tiempo santo de Cuaresma, un período de reflexión y conversión en el que Dios nos llama a examinar nuestra vida y a dar frutos espirituales. Hoy, la Palabra de Dios nos habla de la urgencia de cambiar, de no postergar nuestra conversión, de ser como la higuera que da fruto en lugar de vivir estérilmente.
Mons. Galván, destacó que este año jubilar es una oportunidad para abrir la “puerta santa” como signo de conversión, pasando “del pecado a la gracia, de la muerte a la vida, del mundo a la salvación eterna”. Citó al Papa Francisco, quien planteó preguntas fundamentales sobre la esperanza y los sueños de las personas, invitando a los fieles a vivir con autenticidad y confianza en Dios. “Aprovechemos este tiempo cuaresmal, para vivir de una manera radical la conversión, siendo obedientes al Padre”.
La Conversión: Un Llamado Personal y Comunitario
Jesús nos advierte en el Evangelio que no podemos vivir indiferentes a nuestro pecado. La conversión no es un simple propósito para mañana, sino una decisión diaria.Ante esto el arzobispo expresó, «No podemos seguir justificando nuestras faltas con excusas como: “Todos lo hacen”, “Así es la vida”, o “Todavía tengo tiempo”. Dios nos da oportunidades, pero llegará un momento en que tendremos que rendir cuentas.
«Hoy vemos cómo el mundo relativiza todo. El bien y el mal parecen conceptos borrosos. Los jóvenes muchas veces piensan que pueden definir la verdad a su medida, adaptándola a sus intereses. Pero Cristo es claro: la verdad no cambia con las modas ni con las opiniones del momento. La conversión implica reconocer que hay un camino recto, que Dios nos ha dado mandamientos para nuestro bien, y que no podemos jugar con ellos». Exhortó.
Obediencia y Autoridad: El Cuarto Mandamiento
Mons. Galván, mencionó que Dios nos llama a honrar a nuestros padres, a obedecerlos y respetarlos. Sin embargo, vemos que hoy muchos jóvenes desafían la autoridad, tanto en la familia como en la sociedad. Se creen dueños de la verdad, pero olvidan que la sabiduría viene con la humildad y la obediencia.
«Ser obediente no significa ser sumiso sin pensar, sino reconocer la experiencia y el amor de aquellos que nos guían. Cuando un hijo obedece a sus padres con respeto, muestra su amor y gratitud. Cuando un ciudadano respeta las leyes y busca el bien común, demuestra madurez y compromiso» Indicó.
La Política y sus Gobernantes: Responsabilidad Compartida
Nuestro país vive tiempos difíciles. Muchos critican a los gobernantes, pero pocos se preguntan: ¿Y yo, qué estoy haciendo para cambiar mi realidad? Nos quejamos de la corrupción, pero a veces somos los primeros en evadir responsabilidades, en buscar atajos y en justificar el desorden.
Es cierto que los líderes tienen una gran responsabilidad ante Dios y el pueblo. Ser autoridad no es un privilegio, sino un servicio. Un gobernante que solo busca su propio beneficio está lejos del modelo de Cristo, que lavó los pies de sus discípulos. Pero también nosotros, como ciudadanos, debemos actuar con integridad y exigir justicia, no desde la violencia ni el odio, sino desde la verdad y el compromiso.
Tiempo de Dar Fruto
Al finalizar, monseñor Percy invito a toda la feligresia Paceña, a no postergar más nuestra conversión. «Obedezcamos a Dios, honremos a nuestros padres, construyamos una sociedad más justa. No basta con decir “Soy creyente”, sino demostrarlo con nuestras obras. Dios nos da una nueva oportunidad, como el dueño de la viña que espera que la higuera dé fruto».
Aprovechemos esta Cuaresma para reflexionar: ¿Estoy viviendo de acuerdo con la voluntad de Dios? ¿O sigo relativizando todo? ¿Respeto a mis padres y autoridades? ¿Estoy contribuyendo al bien de mi país?
Pidamos al Señor que nos ayude a convertirnos de verdad, a vivir con autenticidad nuestra fe y a ser luz en un mundo que necesita testigos del amor de Cristo. Amén.
FUENTE: Arquidiócesis Nuestra Señora de La Paz