Evangelio escenificado: Cuarto domingo de Cuaresma
Evangelio escenificado: Cuarto domingo de Cuaresma
Lectura del libro de Josué. 5. 9. 10-12
<Hoy he quitado de encima de ustedes la vergüenza de Egipto.» Por eso aquel lugar se llama Guilgal hasta el día de hoy. Los israelitas acamparon en Guilgal, donde celebraron la Pascua el día catorce del mes, al atardecer, en la llanura de Jericó. A partir de este día comieron los productos del país: panes ázimos y espigas tostadas en ese mismo día. Y desde ese día en que consumieron los productos del país, cesó el maná. No hubo ya maná para los israelitas y ese año comieron lo que produce el país de Canaán.
ESCENIFICACION 1
PERSONAJES: Josué, María, Pedro, Carmen.
JOSUE: Tenemos que celebrar la Pascua.
MARIA: La Pascua es el recuerdo de la salida de Egipto. Allí mucho sufrimos.
PEDRO: Por eso hoy comemos pan sin levadura.
CARMEN: Esto significa, lo que sufríamos en Egipto. Allí era dura la vida.
JOSUE: Ahora ya estamos en nuestra tierra. Felices. Ahora empieza el trabajo.
MARIA: Tenemos que hacer producir nuestras chacras. Ahora las hemos recuperado.
PEDRO: Las hemos recibido de nuestros antepasados y tenemos que mejorarlas.
CARMEN: Hay personas que se conforman. Hacen solo lo tradicional. No quieren cambiar nada.
JOSUE: Dios nos da las cosas para que las mejoremos. Dios se pone feliz cuando tenemos trabajo y llevamos el pan a la casa.
ANIMADOR:
- ¿Por qué los israelitas celebraban la Pascua?
- ¿Por qué tenían que mejorar sus chacras?
- ¿Agradecemos a Dios las cosas que nos regala? ¿Cuándo?
- ¿Mejoramos las cosas que Dios nos da?
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN LUCAS 15, 1-3. 11-32
Los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharle. Por esto los fariseos y los maestros de la Ley lo criticaban entre si: «Este hombre da buena acogida a los pecadores y come con ellos». Entonces Jesús les dijo esta parábola-Jesús continuó: «Había un hombre que tenía dos hijos. El menor dijo a su padre: «Dame la parte de la hacienda que me corresponde.» Y el padre repartió sus bienes entre los dos. El hijo menor juntó todos sus haberes, y unos días después, se fue a un país lejano. Alli malgastó su dinero llevando una vida desordenada. Cuando ya había gastado todo, sobrevino en aquella región una escasez grande y comenzó a pasar necesidad. Fue a buscar trabajo, y se puso al servicio de un habitante del lugar que lo envió a su campo a cuidar cerdos. Hubiera deseado llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero nadie le daba algo. Finalmente recapacitó y se dijo: ¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Tengo que hacer algo: volveré donde mi padre y le diré: <<Padre, he pecado contra Dios y contra ti. Ya no merezco ser Ilamado hijo tuyo. Trátame como a uno de tus asalariados». Se levantó, pues, y se fue donde su padre. Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó. Entonces el hijo le habló: «Padre, he pecado contra Dios y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo». Pero el padre dijo a sus servidores: <¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies. Traigan el ternero gordo y mátenlo; comamos y hagamos fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.» Y comenzaron la fiesta. El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercaba a la casa, oyó la orquesta y el baile. Llamó a uno de los muchachos y le preguntó qué significaba todo aquello. Él le respondió: <<Tu hermano ha regresado a casa, y tu padre mandó matar el ternero gordo por haberlo recobrado sano y salvo». El hijo mayor se enojó y no quiso entrar. Su padre salió a suplicarle. Pero él le contestó: <<Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. Pero ahora que vuelve ese hijo tuyo, que se ha gastado tu dinero con prostitutas, haces matar para él el ternero gordo». El padre le dijo: «Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado».
ANIMADOR:
- ¿Qué te llama la atención del texto bíblico?
ESCENIFICACION 2
PERSONAJES: Hijo menor, Padre, Hijo mayor, Efraín, Rubén, Carmen, Juana.
Cuadro uno
HIJO PRODIGO: Mi madre tenía muchos terrenos. Se ha muerto. Una buena parte me pertenece. Padre, quiero que me des lo que es mío.
PADRE: Piénsalo bien. Aquí no te falta nada. Tienes todo.
HIJO: Ya estoy cansado de trabajar. Tengo muchos bienes quiero disfrutarlos.
PADRE: Ahi tienes lo que te pertenece. Me da mucha pena que te vayas de casa. Podías ayudarme, ahora que soy viejo.
Cuadro dos
HIJO: Vengan todos. Les invito a comer y a beber.
EFRAIN: ¿Quién paga?
HIJO: Yo tengo dinero suficiente para invitarlos a todos.
RUBEN: Quiero un buen asado.
HIJO: Todo lo que quieran. A mí me sobran los billetes.
CARMEN: Yo quiero cordero. Me gusta mucho comer cordero. Solo lo comía en las fiestas. Desde que tú llegaste me sobra la comida.
JUANA: Yo como lo que haya. Quiero hartarme.
HIJO: Hay para todos.
Cuadro tres.
HIJO: Gaste todo el dinero. Ya no tengo para comer. Mis amigos a los que invitaba ni me saludan. Tengo que buscar trabajo.
HENOCH: Te contrato para cuidar cerdos. Sólo por la comida. Tendrás que comer lo que les doy a los chanchos.
Cuadro cuatro.
HIJO: ¡Que mal estoy! Paso hambre. Trabajo demasiado. En mi casa los criados estaban mejor. Volveré junto a mi padre. No me atrevo. He sido tan malo. Me porte tan mal. No tengo cara.
Cuadro cinco.
PADRE: Hijo mío. Todos los días te estaba esperando. Me levantaba temprano para ver si venias. Esperaba en vano. Hoy te he visto venir de lejos. No quería creerlo. Me parecía un sueño ¡Eres tu! Hijo, aquí te recibo.
LEON: Voy a matar el mejor cordero. El amo así lo ha ordenado.
FILOMENA: Estoy buscando un anillo de oro, de mucho valor para colocarlo en el dedo del hijo.
SEFORA: Vamos a hacer un gran banquete porque el hijo perdido ha vuelto a casa.
ANIMADOR:
- ¿Cómo es este padre que recibe a su hijo?
- ¿A quien representa ese padre?
- ¿Por qué el hijo se arrepiente?
- ¿Nos hemos arrepentido nosotros alguna vez? ¿Cuando? ¿Hemos vuelto a Dios nuestro Padre? ¿Cuando?
- ¿El hijo mayor como actua?
- ¿A quien te pareces?
El Evangelio Escenificado CICLO C – Diócesis de Potosí