La Iglesia Católica Boliviana llama a las autoridades a generar soluciones estructurales ante la crisis económica en el país
La Iglesia Católica Boliviana llama a las autoridades a generar soluciones estructurales ante la crisis económica en el país
Prensa CEB 13.03.2025. La Conferencia Episcopal Boliviana emite el comunicado titulado: “A grandes males, grandes soluciones”, en el mismo expresa la preocupación de la Iglesia por las familias bolivianas que enfrentan dificultades económicas y reitera su compromiso de ser un espacio de esperanza y encuentro.
En su mensaje, la CEB hace un llamado a la unidad entre el sector público, privado y la ciudadanía para superar los desafíos actuales, señalando que las autoridades deben dar soluciones estructurales y no solo paliativos momentáneos que no solucionan el problema de fondo.
Ante la crisis económica y social que vive el país la Iglesia exhorta a mantener la fe, la esperanza y la solidaridad en estos tiempos difíciles, pidiendo la intercesión de la Virgen de la Esperanza para acompañar al pueblo boliviano en este proceso.
A continuación el comunicado.
A GRANDES MALES, GRANDES SOLUCIONES
«No temas, porque yo estoy contigo, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Is 41,10)
Querido pueblo boliviano,
En estos tiempos de incertidumbre y desafíos, la Conferencia Episcopal Boliviana desea expresar su cercanía y apoyo a cada uno de ustedes. Las medidas anunciadas por el Gobierno son un intento de abordar la situación actual que afecta a nuestra nación. Valoramos el esfuerzo por implementar acciones que buscan mejorar la organización y apoyar la producción, así como cuidar la economía nacional.
Sin embargo, también ante la situación tan complicada que vivimos como país creemos que las soluciones propuestas no remedian el problema, pues no corrigen la situación fundamental que sufre el país: que es la crisis económica y social. Creemos que se deben proponer medidas estructurales, como por ejemplo la importación de crudo libre de impuestos para que el pueblo no sufra, la reducción del gasto público, el fomento de las exportaciones, el fortalecimiento de la inversión privada, el cambio de modelo económico que pase de una economía de redistribución a uno de generar riqueza, medidas que verdaderamente solucionen los problemas que tiene Bolivia. Se requiere una transformación estructural hacia un sistema económico sostenible y no solo paliativos momentáneos que no solucionan el problema de fondo.
Nos preocupan los hogares bolivianos que no pueden ganarse la vida en sus trabajos sencillos y atender las necesidades de sus familias. La Iglesia está comprometida a ser un faro de esperanza y un espacio de encuentro. Estamos aquí para escuchar, acompañar y ayudar.
Juntos, podemos superar esta adversidad y construir un futuro más justo y próspero para todos. No perdamos la fe, fortalezcamos la esperanza y seamos creativos en actitudes de caridad.
Que nuestra Madre la Virgen de la esperanza nos ayude en estos momentos que vivimos.