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Misión Fátima de los Tsimanes: Experiencia Intercongregacional e Interministerial en el Vicariato Apostólico de Reyes

Una nueva etapa misionera en Misión Fátima de los Tsimanes en el Vicariato Apostólico de Reyes: Experiencia Intercongregacional e Interministerial

Prensa CEB 15.03.2025 En el corazón de la Amazonía boliviana, la comunidad de Misión Fátima, en el río Quiquibey, inicia una nueva etapa de vida pastoral, marcada por la presencia de un equipo intercongregacional e interministerial que busca continuar el camino de evangelización y servicio en esta tierra tan querida y significativa.

La comunidad, ubicada en el municipio de San Borja, provincia General José Ballivián, departamento del Beni, fue fundada en 1955 por el padre Marcelino Hagner. Aunque su presencia fue breve debido a su estado de salud, dejó una huella profunda en la vida de esta misión. En 1958 llegaron el padre Martín Baur, el padre Raimundo (Misioneros del Santísimo Redentor) y las hermanas Ravasco, quienes consolidaron la vida misionera entre aproximadamente 25 familias tsimanes.

Desde entonces, Misión Fátima ha sido un punto importante en la pastoral del Vicariato Apostólico de Reyes. Durante muchos años, tuvo atención permanente, hasta el fallecimiento del P. Martín en 1997. Después, fue atendida por el clero diocesano y posteriormente por los Misioneros Redentoristas desde la Parroquia San Francisco de Borja. En el año 2006, las Hermanas Lauritas asumieron con dedicación la animación pastoral y misionera residiendo en la misión. Quedaron en Misión Fátima  hasta el año 2023, ya que, debido a la escasez de vocaciones, tuvieron que responder prioritariamente a la labor pastoral con las comunidades Tsimanes cercanas a San Borja, sin embargo, de manera esporádica dieron continuidad a la atención visitando la misión.

En el año 2022, comenzó una experiencia misionera desde la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA) a través de la Red de Educación Intercultural Bilingüe (REIBA), fortaleciendo la presencia de la Iglesia en esta comunidad indígena, desde un trabajo pastoral en equipo entre las misioneras Lauritas y los voluntarios de REIBA. Hoy, esta experiencia se renueva con una comunidad que volverá a residir en la misión, compuesta por las religiosas Patricia Botello de nacionalidad mexicana, miembro de la Congregación Hijas de María Inmaculada de Guadalupe y Mildre Ureta, de nacionalidad ecuatoriana, miembro de la Congregación Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena “Lauritas”, juntas a los voluntarios Nery Chamorro (de Paraguay) y Alfonso Franco (de Colombia). Este equipo trae consigo la riqueza de la diversidad eclesial y la fuerza del compromiso misionero.

Aunque Misión Fátima ya no es sede parroquial como en sus inicios, cuando era centro de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, hoy se proyecta como Centro Misionero, espacio de esperanza, encuentro y comunión. La comunidad ha crecido y actualmente cuenta con aproximadamente 295 habitantes, entre ellos más de 60 estudiantes. El idioma tsimane continúa siendo el alma de la comunidad, hablado por más del 90% de la población.

En medio de desafíos como la poca preocupación por parte del Estado, el cambio climático y las actividades ilegales que amenazan la vida del bosque y de sus pueblos, la Iglesia quiere seguir caminando junto a las comunidades, defendiendo la vida, la cultura y la creación. Esta nueva etapa se inspira profundamente en la exhortación apostólica Querida Amazonía, en el Documento Final del Sínodo Amazónico que nos invita a una conversión integral para caminar juntos como pueblos amazónicos, y a ser iglesia con rostro amazónico, y en el impulso pastoral de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA).

En este Año del Jubileo de la Esperanza, celebramos con gozo esta nueva presencia eclesial en Misión Fátima. Pedimos a Dios y a María, nuestra madre misionera, para que esta experiencia de comunión y servicio sea signo del Reino, y que nuestras comunidades sigan siendo testigos de una Iglesia cercana, profética y samaritana.

Fuente: Vicariato Apostólico de Reyes

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