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Mons. Galván: «Sirvan con humildad, llevando a Cristo con Amor»

Prensa CEB 9.06.2025. Este Domingo de Pentecostés, la Catedral Metropolitana de La Paz se convirtió en el corazón espiritual de la ciudad, donde cientos de fieles se congregarón para celebrar la venida del Espíritu Santo. La misa fue presidida por el Arzobispo de La Paz, Mons. Percy Galván, y concelebrada por el P. Juan José Orellana, responsable de los ministros extraordinarios de la Santa  Comunión, quienes estuvieron presentes en gran número —más de 250 servidores— renovando su compromiso de servicio eucarístico.

La celebración se vivió con profundo fervor. El altar y los ornamentos en color rojo, símbolo del fuego del Espíritu Santo, y  alredor del presbiterio los siete Dones del Espriritu Santo, a través de llamas pequeñas encendidas en el momento del Gloria.

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 Los mismos fueron signos visibles del misterio que se celebraba. Esta imagen fue usada por el arzobispo de La Paz, para enfatizar la presencia del Espíritu como símbolo de paz, perdón y renovación.

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En su homilía, Mons.  Galván, animó a la asamblea a abrirse a la acción del Espíritu Santo, quien transforma, guía y da fuerza para vivir la fe en medio de las dificultades. Exhortó especialmente a los ministros de comunión a ser instrumentos vivos de los dones del Espíritu, particularmente en sus comunidades.

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El arzobispo de La Paz, se dirigio brevemente a los presentes, reflexionó sobre tres signos centrales de Pentecostés para la vida cristiana de hoy:

1. El perdón que viene de Dios: “El perdón no es algo meramente humano”, dijo. “Solo con el Espíritu podemos perdonar de verdad, como Dios nos perdona.”Thumbnail
Thumbnail 2. La renovación interior: Invitó a todos a dejarse renovar por el Espíritu para ser testigos alegres, no por costumbre, sino desde una fe viva.
3. La salvación de Dios que se mantiene firme incluso en medio de las crisis sociales y políticas: “A pesar de los problemas que vive nuestro país, el Espíritu nos recuerda que Dios no abandona a su pueblo”, afirmó con fuerza.Thumbnail

Durante la misa, los ministros extraordinarios de la comunión renovaron su compromiso y recibierón una bendición especial, reafirmando su misión de llevar el Cuerpo de Cristo a los enfermos, a los ausentes y a las comunidades que más lo necesitan.

La celebración concluyó con un solemne canto al Espíritu Santo. La alegría, la fe compartida y el compromiso pastoral se hicieron presentes en cada gesto, en cada palabra y en cada mirada.

¡Ven, Espíritu Santo, y enciende en nosotros el fuego de tu amor!

Fuente: https://arquidiocesisdelapaz.org.bo/

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