La Secretaría para la Pastoral de la CEB comparte formación en educación afectiva para colaboradores pastorales
Prensa CEB 21.08.2025. En el marco de sus espacios de formación mensual dirigidos a colaboradores pastorales de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Jubileo y Pastoral Social Cáritas Bolivia, la Secretaría para la Pastoral de la CEB organizó para este jueves 21 y viernes 22 de agosto una ponencia dedicada a la “Educación Afectiva en relación a la Cultura de Cuidado”. La presentación estuvo a cargo de la Lic. Ivette Paz de la institución Unidos por la Educación, quien compartió valiosos aportes para fortalecer el acompañamiento pastoral desde una perspectiva integral.
Durante la charla, la licenciada Paz explicó que una cultura de cuidado efectiva debe sustentarse en la integración de tres pilares fundamentales promovidos por los últimos pontífices: la verdad, destacada por Benedicto XVI; la justicia, defendida por Juan Pablo II; y la misericordia, proclamada por el Papa Francisco. Estos tres elementos deben aplicarse de forma integral para evitar caer en relativismos o relaciones superficiales dentro de las comunidades.
En su desarrollo habló sobre la “Multidimensionalidad del ser humano”, donde Ivette Paz enfatizó que la cultura del cuidado implica reconocer las múltiples dimensiones que constituyen a cada persona, respetando su singularidad y complejidad. Este reconocimiento es vital para el acompañamiento inter generacional y parte del autoconocimiento como base del amor propio. Así, la cultura del cuidado propicia paz y reconciliación, partiendo de la realidad de que todas las personas llevan heridas y necesitan ser acogidas.
En relación con el “Desarrollo Integral y la Familia”, se subrayó la función esencial de la familia como primera escuela vital, enfrentando hoy desafíos como la falta de tiempo de calidad debido a las presiones laborales y económicas. La cultura del cuidado, según explicó, debe centrarse en el “ser” antes que en el “hacer”, reconociendo las heridas humanas y promoviendo el acompañamiento para desarrollar habilidades de vida, libertad y plenitud, con el apoyo conjunto de la Iglesia y políticas públicas adecuadas.
En cuanto al “Acompañamiento Espiritual en la Educación Católica”, se resaltó la importancia de ayudar a las personas a conectar con Dios desde sus propias heridas, entendiendo el sufrimiento como un camino hacia la santidad. La familia es presentada como “iglesia doméstica”, un espacio formativo fundamental para vivir esta cultura del cuidado.
Por último, la ponencia profundizó en la distinción entre “Inteligencia Emocional y Educación Afectiva”. La primera fue definida como la capacidad para reconocer y gestionar las propias emociones, mientras que la segunda se orienta a crear una cultura de empatía y cuidado hacia el prójimo. Se explicó cómo las emociones, aunque naturales y adaptativas, dependen de experiencias tempranas y registros emocionales moldeados en la infancia, especialmente en el entorno familiar, hecho importante para el acompañamiento efectivo de personas en crisis.
Asimismo, se presentó una técnica práctica para el autocontrol emocional, conocida como la técnica del semáforo (detenerse, reflexionar y actuar), que permite gestionar tanto emociones agradables como difíciles y fortalece el ejercicio responsable de la libertad personal. Ivette anunció que la sesión de este viernes se trabajarán estrategias específicas para implementar un termómetro emocional en los ambientes laborales, con el fin de mejorar las relaciones interpersonales y el desempeño en equipo.















