Mons. Bittschi: “Que Dios Padre nos mande el fuego del Espíritu Santo y renueve nuestra Patria Bolivia”
Prensa CEB 17.08.2025. El Evangelio de Lucas 12, 49-53 proclamado este domingo 17 de agosto de 2025 nos presenta a Jesús afirmando que ha venido a traer un fuego sobre la tierra, un fuego que simboliza la acción purificadora del Espíritu Santo y el juicio de Dios. Mons. Adolfo Bittschi, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de -sucre comparte su homilía dominical en la que pidió orar por Bolivia en este día de las elecciones presidenciales en el país.
Esta misión implica que la verdadera paz que ofrece no es una paz superficial o indiferente, sino una que puede provocar división, incluso dentro de las familias, cuando la opción por Él es radical y exige una respuesta comprometida. La llamada a los cristianos es a vivir y testimoniar con pasión el fuego del Espíritu Santo, llevando adelante la misión de Jesús con fervor y alegría.
A continuación la homilía completa.
17 de agosto de 2025, Domingo 19 del año litúrgico C, proclamamos el Evangelio según San Lucas 12, 49 – 53. Gloria a ti, Señor. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
DIJO JESÚS: YO HE VENIDO A LANZAR FUEGO SOBRE LA TIERRA
Queridos hermanos en Cristo: Paz a ustedes.
Cinco preguntas acerca del Evangelio de hoy: ¿Qué FUEGO Jesús vino a traer a la tierra? ¿A qué se refiere con el BAUTISMO que debe recibir? ¿Cómo se entiende que Jesús no vino a traer paz sino división? ¿Por qué motivos pueden estar enfrentados en una familia? ¿Qué respuesta doy yo a la urgencia de la MISIÓN DE JESÚS?
1.Jesús tiene clara conciencia de ser enviado por el Padre, de tener una MISIÓN que cumplir: «Yo he venido». Esta misión la describe con las metáforas del “FUEGO” y del “BAUTISMO”. La imagen del FUEGO, por su acción purificadora, remite al JUICIO de Dios; pero también se habla del fuego del EVANGELIO y del ESPÍRITU SANTO. Por tanto, la frase de Jesús significa que ha venido para lanzar al mundo el fuego del Espíritu Santo para purificar al mundo y desea ardientemente que ya esté purificando.
2.Luego Jesús dice que debe ser sumergido o bautizado en una prueba dolorosa. Esto es una clara referencia a su PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN. Por tanto, Jesús anhela vivamente su pasión y glorificación porque sólo entonces estará en condiciones de derramar el Espíritu Santo sobre los hombres y toda la creación.
3.Ya en el presente la palabra y la acción de Jesús y la respuesta de los hombres anticipa el juicio de Dios. Y no puede haber indiferencia ni tibieza en elegir a Cristo o dejarlo fuera, ignorarlo o rechazarlo. En este sentido el Señor dice que no ha venido a traer la paz sobre la tierra. Ya en el Antiguo Testamento los profetas distinguen entre la verdadera y la falsa paz (Ez 13,10). Es decir, no cualquier paz es la paz de Dios. Jesús no vino a anunciar una falsa paz que se apoya en el engaño y en el deseo de quedar bien con todos. Vino para anunciar la Verdad sobre Dios y sobre el hombre, lo que exige una opción que conlleva resistencias, luchas y sufrimientos, pero que nos permite alcanzar la VERDADERA PAZ.
4.Luego el Evangelio de hoy se refiere a las DIVISIONES que en el seno de una misma familia se producirán a causa de Jesús. No se trata en absoluto que Jesús quiere la división o ruptura de las familias. Pero la opción por Él es tan radical que se antepone incluso a los vínculos familiares; por eso como consecuencia de esta opción pueden llegar a romperse. La DECISIÓN en FAVOR o en contra de JESÚS pasa por las relaciones en las familias. Se sufre esta cruz cuando un hijo o hija decide a seguir a Cristo contra la voluntad de los padres. Nuestra tarea es orar tanto por los jóvenes decididos por el Señor como también por sus padres para que se cumpla la voluntad de Dios.Se trata de una consecuencia no buscada ni querida, pero a veces inevitable.
5.No conocer a Cristo es una tristeza que nosotros con NUESTRO TESTIMONIO, gracias al fuego e impulso del Espíritu Santo, podemos cambiar en gracia y gozo. Un cristiano que no arde con el fuego del amor, del gozo y la paz del Espíritu Santo en su corazón no cumple con el deseo del Señor de que nosotros llevemos adelante su misión que Él recibió de su PADRE DIOS. Santa Catalina de Siena decía: “Si somos lo que debemos ser, prenderemos fuego al mundo entero”. Nos queda la hermosa tarea de clamar al Cielo que Dios Padre por su Hijo Resucitado nos mande el FUEGO DEL ESPÍRITU SANTO y renueve nuestra Patria Bolivia y todo el mundo. Que el SAGRADO CORAZÓN de CRISTO reine en los corazones y que estén encendidos en el ESPÍRITU SANTO.
Hoy recordamos a SANTA CLARA DE LA CRUZ o Santa Clara de Montefalco, Italia. Nació por el año 1268. De niña se sentía atraída por Cristo y la pobreza como su patrona Santa Clara de Asís y entró a la Tercera Orden franciscana. Luego quería ser ermitaña por eso cambió a la Segunda Orden de San Agustín y fue elegida Abadesa. Clara no aceptó, pero el Obispo la obligó por obediencia. En un éxtasis se encontró con Jesús que “buscó en quien plantar su Cruz”. Clara aceptó y, a pesar del intenso dolor que sentía hasta el fin de su vida, seguía sirviendo a sus Hermanas con alegría como abades y madre gobernando con sabiduría y cuidado, y gran maestra espiritual por sus experiencias místicas. El 18 de agosto de 1308 fue al Cielo. Su corazón fue extraído; dentro encontraron, formado por el tejido muscular, la cruz e instrumentos de la Pasión de Cristo. Hoy recordamos también a SANTA BEATRIZ DA SILVA, nació por el año1426 en Portugal y fue a la Casa del Padre en 1492, Religiosa Católica, Fundadora de las Hermanas franciscanas Concepcionistas en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
En este mes de agosto el Papa León pide rezar por la CONVIVENCIA COMÚN, que no sucumba al enfrentamiento por motivos étnicos, políticos, religiosos o ideológicos. Meditemos los misterios de nuestra fe en el Santo Rosario pidiendo la conversión de nosotros, de todos los pecadores y la de Rusia como pidió la Virgen en Fátima; oremos por Ucrania, Gaza, Siria y donde hay guerra; que acaben todas las enfermedades corporales y espirituales, y todo mal. Oremos también por Bolivia en este día de las elecciones.
El Evangelio es alegría. ¡Anúncialo! La Bendición de Dios, del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre ustedes y sus familias.