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Mons. Sosa en la celebración a la Mamita de Urcupiña: “Dios bendiga a Bolivia, a sus familias, pero, sobre todo,  bendiga sus corazones para que desde ahí se difunda la fragancia de Cristo”

Prensa CEB 10.08.2025. Militantes, policías, autoridades municipales, asambleístas departamentales, alcaldes del eje metropolitano y devotos procedentes de diversos departamentos del país se reunieron hoy en la Arquidiócesis de Cochabamba para participar en la misa solemne en honor a la Virgen de Urcupiña, Patrona de la Integración Nacional de Bolivia. La celebración, presidida por Mons. Fermín Sosa Rodríguez, Nuncio Apostólico de Bolivia, se llevó a cabo en el atrio del Santuario de la Virgen de Urcupiña.

Mons. Sosa, acompañado por Mons. Oscar Aparicio, Arzobispo de Cochabamba, Mons. Victor Vargas, Obispo Auxiliar, así como numerosos sacerdotes, religiosos y religiosas, presidió la Eucaristía, en un acto de profundización de la fe y unidad nacional, bajo el amparo espiritual de la Madre de todos los bolivianos.

En su homilía, el Nuncio Apostólico expresó un cálido saludo y bendiciones, transmitiendo el saludo del Papa León XIV a los bolivianos. Señaló que, aunque la fiesta litúrgica se celebra tradicionalmente el 15 de agosto, sin embargo la misa fue adelantada para no coincidir con la importante jornada cívica que tendrá lugar la próxima semana en el país (elecciones presidenciales), en este marco Mons. Sosa subrayó la importancia de la celebración como un llamado a la construcción de una sociedad más justa y solidaria, donde a pesar de las diferencias ideológicas, prime la unidad y el respeto mutuo.

Reflexionando sobre la Asunción de la Virgen, el prelado recordó que María es la primicia de la resurrección y la esperanza de todos los fieles para alcanzar el cielo, invitando a los presentes a vivir alejados de la «muerte espiritual» que se manifiesta en actos de egoísmo, división y falta de solidaridad. Insistió en que el Espíritu Santo es quien otorga la fortaleza para vencer el mal con el bien y construir caminos de paz y concordia, como también ha pedido el Papa Francisco.

Enfatizó además que María, como Madre amorosa, nos guía a Jesús, ejemplo de humildad, amor y servicio, valores esenciales para el bienestar común y el progreso del país. En este sentido, recordó el año jubilar de la esperanza, resaltando que la fe debe traducirse en acciones concretas que hagan eco en los corazones de las familias bolivianas.

Durante la cellebración los bolivianos correaron el himno nacional, pero tambien el himno en honor a la Mamita de Urcupiña. Esta celebración adquiere especial relevancia en un momento histórico para Bolivia, que recién celebró su bicentenario de independencia, y a pocos días de haber conmemorado el centenario de la coronación de María como Reina del país. Mons. Sosa invitó a que estos acontecimientos espirituales y patrios no sean meras formalidades, sino que se vivan profundamente en el espíritu de todos.

Finalmente, con un mensaje de bendición y esperanza, el Nuncio Apostólico pidió que, bajo la protección maternal de la Virgen de Urcupiña, Bolivia continúe su camino hacia la paz, la unidad y la justicia, avanzando como verdadera comunidad de hermanos.

Al finalizar la celebración de la Eucaristía el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo otorgó un reconocimiento al Nuncio Apostólico de Bolivia, por su testimonio vivo de entrega y humildad al servicio de Cristo, en agradecimiento también por su presencia a este encuentro de fe y devoción que une a miles de creyentes.

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