Mons. Galván exhorta a dejar la vanidad y practicar la verdadera fe desde la humildad
Prensa CEB 1.09.2025. Mons. Percy Galván, en su homilía dominical desde la Catedral Metropolitana de La Paz, exhortó a los fieles a vivir la virtud fundamental de la humildad, que según él, es la base esencial para concretar el amor cristiano. Señaló que la verdadera fe católica se manifiesta en actos de humildad y no en la soberbia, la apariencia o el orgullo, que a menudo se disfrazan en la sociedad. Así, invita a reflexionar sobre la autenticidad de la fe propia a través del modo de vida y la relación con los demás.
El arzobispo destacó que la humildad no es sinónimo de silencio o sumisión pasiva, sino una virtud activa que se evidencia en la capacidad de escuchar con respeto y obediencia a la voluntad de Dios ya los demás. Esta escucha, subrayó, debe ser un reflejo de la actitud que Jesús mostró hacia Dios Padre y hacia las personas. Mons. Galván ilustró, como cada domingo, cómo la falta de disposición para escuchar genera conflictos y división, especialmente en el entorno político y familiar, y propuso que la humildad comience por saber escuchar.
Además, Mons. Galván señaló que un verdadero cristiano humilde debe ser un servidor permanente, gratuito y amoroso. Esta forma de servicio es el canal práctico mediante el cual se expresa el amor al prójimo y se vive el compromiso con la comunidad, la Iglesia y la familia. Puso ejemplos de cómo el servicio debe ser un hábito diario, realizado con entusiasmo y sin buscar reconocimiento, desde las tareas domésticas hasta el cuidado comunitario.
El tercer pilar de la humildad, según el arzobispo, es el agradecimiento sincero. Hizo una crítica hacia la falta de gratitud generalizada en la sociedad, subrayando que la ingratitud es una señal de soberbia y una barrera para una vida espiritual auténtica. Invitó a cultivar el hábito de agradecer, tanto en pequeñas como en grandes cosas, como manifestación de humildad y fe viva.
Finalmente, Mons. Percy Galván concluyó que la verdadera humildad se refleja en la escucha activa, el servicio desinteresado y el agradecimiento genuino. Estas actitudes son las que hacen visible la fe católica y permiten vivir el amor a Dios ya la Virgen María en la vida diaria. Su mensaje fue un llamado profundo a renovar el compromiso con los valores evangélicos a través de la humildad, base para una comunidad cristiana auténtica y transformadora.
Video gentileza: Catolica tv La Paz
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