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Padre Álvaro Rocabado: Como buena madre, la Iglesia acoge, pero también corrige porque busca nuestra salvación

Prensa CEB 01.09.2022.- “La Iglesia en ningún momento condenará a alguien porque sí, sino que es una madre que acoge y también tiene esa potestad de corregir, por eso existe el derecho canónico porque la Iglesia tutela, quiere lo mejor para nosotros y busca nuestra salvación”, argumentó el padre Álvaro Rocabado Guzmán, licenciado en Derecho Canónico y vicario inspectorial de la sociedad salesiana, quien expuso ‘Elementos canónicos para la elaboración de protocolos’, en el Seminario Taller Sobre Protocolos, Políticas de Prevención y Códigos de Conducta en Prevención de Abusos a Menores y Personas en Situación de Vulnerabilidad, que se realizó en la ciudad de Cochabamba, organizado por la Conferencia Boliviana de Religiosos y Religiosas.

Señaló que su exposición se centró en el Nuevo Libro VI del Código de Derecho Canónico, que busca tener mayor claridad sobre los distintos tipos de delitos que existen y en los cuales puede incurrir un fiel cristiano, y que el Derecho Canónico recoge las normas y obligaciones de la Iglesia católica que, como ente independiente, tiene sus propios tribunales y jurisprudencia.

“El tema de los abusos sexuales refleja esto, uno de los tantos delitos que existe, y no por ello vamos a dejarlo a un lado porque atenta a la moral, pero como Iglesia tenemos que tutelar y ayudar al fiel cristiano que incurrió en un delito a enmendarlo porque la finalidad última, y eso también lo repite la legislación civil en el ámbito penal, es restituir la justicia y enmendar al delincuente, y para nosotros también es buscar la salvación de nuestra alma”, explicó.

También se refirió a don Bosco, de quien dijo intuyó con el tema preventivo al decir que hay que prevenir antes de reprimir, por lo que pidió que la Iglesia también debe anticiparse a los hechos.

“Como Iglesia debemos propiciar estos ambientes de prevención, pero más que de prevención o prohibiciones hablaría del buen trato, de hablar bien. La Iglesia tiene el deber de anunciar un mensaje de amor y misericordia, pero también lo tutela, que es lo más preciado que tiene, y por eso vienen las sanciones. Tú que no has cumplido con las normas, pues te sanciono porque buscamos que te conviertas y que también logres tu salvación”, concluyó.   

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