Programa de formación teológica permanente

Prensa CEB 15.03.2023.- El Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” (CEPROLAI) invita a participar del programa de formación laical que tiene como objetivo: “fortalecer la identidad laical y su misión en la Iglesia y el mundo a partir del Magisterio de la Iglesia”, como señala la convocatoria.

El curso de formación está dirigido a profesores, catequistas, animadores de comunidades y laicos en general, se realiza de manera presencial y virtual, desde el mes d emarzo hasta el mes de noviembre de la gestión 2023.

Entre sus objetivos, el programa quiere fortalecer del compromiso laical, aportando en la construcción de una sociedad con liderazgos renovados y motivar el ejercicio de una ciudadanía coherente que incida en la construcción del bien común.

METODOLOGÍA

El programa de formación se desarrollará de forma presencial y virtual, de la siguiente manera:

• 4 módulos (un módulo por mes)
• 4 clases por módulo (una vez a la semana)
• Los días martes de Hrs. 19:00 a 21:00

COSTO

Cada módulo tiene un costo de Bs. 40.- Con opción a descuentos a grupos y becas a quienes desarrollen algún servicio a nuestra Iglesia (a través de una carta de solicitud de su responsable pastoral)

PROGRAMA

El Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” (CEPROLAI)

Es una institución de la Iglesia Católica que acompaña el caminar del laicado desde 1980. Su misión es formar al laicado, a partir de la reflexión y formación teológica, bíblica, social, política, económica y cultural de nuestra realidad nacional, procurando promover su participación en la extensión del Reino de Dios.

El CEPROLAI busca promover al laicado, a través de programas de formación procesuales y sistemáticos de modo que contribuyan en el fortalecimiento de la fe, tanto en la vida de los participantes como en su contexto social, cultural y eclesial, como lo expresa la constitución dogmática del Concilio Vaticano II, Lumen Gentium:

“A los laicos corresponde, por propia vocación, tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios. Viven en el siglo, es decir, en todos y cada uno de los deberes y ocupaciones del mundo, y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, con las que su existencia está como entretejida. Allí están llamados por Dios, para que, desempeñando su propia profesión guiados por el espíritu evangélico, contribuyan a la santificación del mundo como desde dentro, a modo de fermento”.

(LG 31)

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@dmin-ceb

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