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Iglesia pidió la luz del Señor, para que las autoridades sean sensatas y vean el daño que se puede hacer con la currícula educativa

Prensa CEB 19.03.2023. Al celebrar la eucaristía de este domingo cuarto de Cuaresma, desde la Basílica Menor de San Francisco, Mons. Pedro Fuentes, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz explica que el evangelio de hoy narra una gran catequesis sobre la vida misma, de cómo pasar de las tinieblas a la luz, de la mentira a la verdad, y en este marco destaca la libertad del ser humano frente a ideologías que quieren imponerse en la sociedad.

“El ciego habla con su fe y con el corazón para decir que cree en el Señor, no es tibio ni se avergüenza y se tumba ante el Señor porque lo que ha hecho el Señor es algo que no se puede narrar con las palabras”, dijo Mons. refiriéndose al ciego de nacimiento que Jesús curó y se relata en este pasaje de la Biblia; en este sentido manifestó que, “la fe es saber ver, y poder reconocer a Dios acompañando nuestras vidas como el ciego y también nuestras cegueras espirituales que se van curando poco a poco, en la medida en que dejamos de endurecer el corazón y nos hacemos más dóciles al Espíritu Santo”.

“Hoy Jesús dice yo soy la luz del mundo”,  y en esta oportunidad Mons. Fuentes pidió al Señor más confianza en Él (Señor), sobre todo en las circunstancias más complicadas de la vida como es la coyuntura política que vivimos los bolivianos: “le pedimos luz para los que nos gobiernan, para que la justicia, que debiera ser ciega y así poder ser imparcial y no instrumentalizada por el poder político, pueda ser luz de esperanza y confianza, pedimos luz para que no haya presos sin sentencia, que no haya presos políticos, víctimas de revanchismos, pedimos luz para que no se manipule la educación de las nuevas generaciones”, dijo el obispo.

Mons. hizo hincapié en la currícula educativa que se está implementando en Bolivia y pidió luz para que las autoridades educativas sean sensatas y vean, “el daño que se puede hacer si se lleva adelante una currícula educativa, no consensuada y socializada, que lo único que quiere decirnos es la inclinación ideológica que se quiere meter en la cabeza de los niños y jóvenes”; en este sentido le dijo a los fieles, “nadie nos puede decir cómo debemos pensar, nadie nos puede obligar a pensar o creer en algo, nadie, ninguna ideología, porque la cualidad del ser humano es la libertad y cuando somos libres tenemos la opción de elegir, nadie puede decir como debemos pensar y nadie puede darse el derecho de decir esto es lo mejor para la educación de los niños y jóvenes, no , hay que consensuar y socializar, no podemos imponer, porque cuando imponemos las reacciones son negativas”, sostuvo.

“Hermanos, las ideologías pasan, y las que se quieren meter en educación dañan notablemente a nuestra sociedad, repito, somos libres y esa es al cualidad del ser humano y lo que el Señor nos ha regalado, nadie nos puede decir cómo debemos pensar y tener esta tendencia y la otra, la libertad debe impulsarnos a reconocer que somo iguales ante Dios y ni tu ideología, ni la mía, si la tuviera, es la mejor”, expresó.

Mons. Fuentes manifiesta que, “vivir en democracia es tener respeto por el otro, así piense diferente a mí, respeto también al pueblo y asegurarle una sana convivencia en sus derechos y deberes ciudadanos, y no sembrar odio revanchismo y diferencias; pedimos luz al Señor, para que podamos ver, para hacer entender que el respeto crea una sociedad más igualitaria y respetuosa, diciendo que la violencia, feminicidio y machismo no es buena, esa es la luz que queremos tener, para mirar hacia dónde vamos, para devolvernos dignidad, estamos cansados de estar enfrentados, con problemas todos los días, no nos acostumbremos a la violencia. Que el Señor nos quite la ceguera del corazón, pedimos luz para que todos estos temas escabrosos y sombríos sean iluminados por el amor, esperanza, sin intereses ideológicos y políticos, sino por nuestro bien como personas y sociedad”, recalcó Mons. diciendo que no es fácil ver la luz de Dios en medio de problemas, pero pidió confiar en Él, así como el ciego de nacimiento, y en este sentido ir creciendo en la fe, y que por la intercesión de san José, el Señor abra nuestros ojos para que podamos contemplar el mundo como Él lo hace.

“Confiemos en Él porque nunca nos va abandonar, bien sabe de nuestras tristezas, miedos y penosas circunstancias existenciales, que podamos decirle Señor quiero ver, confiar en ti, auméntame la gracia de la fe, quiero ser de los tuyos y ver a los demás con la misericordia que tú los ves”, fue el mensaje al finalizar su reflexión de este domingo, donde también pidió por los papás que son conscientes del don que el Señor les ha regalado, y una vez más pidió al Señor sea la luz que ilumina la vida de las personas.

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