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Mons. Arana: “Pensemos en los sufrimientos de tanta gente que por una mala administración de justicia están injustamente encarceladas

Prensa CEB 26.03.2023.- Este quinto domingo de Cuaresma, domingo de la solidaridad en la Iglesia boliviana, Mons. Giovani Arana, obispo de El Alto y Secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana, se refirió a la mala administración de justicia, que no escucha el sufrimiento de las personas: “pensemos en los sufrimientos de tanta gente que por una mala administración de justicia están injustamente encarceladas, familias que deben sufrir el no ser escuchadas o el sufrimiento debido a la violencia que vivimos: robos, asesinatos, feminicidios, es el sufrimiento, por así decir, social del que queremos que Dios saque a tanta gente”, señaló a tiempo de pedir la oración de los fieles para iluminar a los gobernantes a realizar acciones centradas en esta realidad, sin caer en distracciones.

“¿A cuántos de nosotros hace falta que el Señor nos saque de esa realidad de dolor comparada con la muerte?”, dijo en una de sus preguntas el obispo, poniendo de ejemplo la difícil situación social que atraviesa el país y que causa dolor: “pensemos en tanta gente pobre que aún sufre, por un lado, falta de alimento y falta de acceso a servicios básicos, cuántas familias en nuestra Bolivia viven en precariedad y pobreza”, lamentó.

Ante el dolor de la sociedad, la autoridad eclesial pidió la oración de los fieles para iluminar a los gobernantes: “Por eso debemos rezar para que Dios ilumine a nuestros gobernantes, para que sus acciones estén centradas en necesidades reales y no en distracciones”, dijo.

Mons. Giovani, invitó a todos aquellos que están pasando por un sufrimiento personal a invocar al Señor, y por otro lado, a solidarizarse con el dolor de los demás.

Desde la reflexión acerca del pasaje bíblico de la resurrección de Lázaro, Mons. Arana pidió colaborar a Jesús en retirar las piedras de todo lo que provoque muerte, como es la hipocresía con la que vivimos la fe, la ofensa, la calumnia y la marginación, y puntualmente agregó: “Jesús nos pide hoy retirar la piedra de la indiferencia que nos vuelve egoístas y nos hace pasar de largo frente a las necesidades de los demás”, finalizó.

HOMILÍA

DOMINGO V – CUARESMA

26 de marzo 2023

  • Queridos hermanos y hermanas, nuevamente damos la bienvenida a todos ustedes quienes están presentes y quienes nos siguen por los diferentes medios digitales. Hoy hemos llegado al V domingo de Cuaresma lo que significa que hemos recorrido un largo trecho del camino Cuaresmal, en pocos días más estaremos comenzando a celebrar la Semana Santa y después la tan esperada Pascua, podemos decir que hoy estamos cerrando un ciclo de relatos sobre algunos encuentros que tuvo Jesús durante estos domingos, comenzamos ya hace dos domingos atrás con el encuentro con la Samaritana, luego vino el encuentro con el ciego de nacimiento y hoy el encuentro con Lázaro, y podemos encontrar una constante en estos encuentros, fueron encuentros del necesitado con aquel que sabemos saciará la necesidad. Necesidad de saciar la sed de Dios, en el primer encuentro necesidad de luz que alumbre nuestra vida el pasado domingo y hoy necesidad de vida en abundancia.
  • En este sentido, quisiera compartir una primera reflexión, nuestra vida, la vida cristiana no la podemos comprender sino desde el encuentro con Cristo que transforma nuestra vida y que en realidad da inicio a nuestra experiencia de cristianos, recordemos lo que nos decía el Papa Benedicto XVI en su Encíclica Deus Caritas est N° 1: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona” y además ese encuentro viene por iniciativa de Jesucristo, porque como lo vimos en el encuentro con la Samaritana, Él también tiene sed, tiene el deseo de encontrarnos y que es un encuentro que no se agota, es decir, que no se da de una sola vez y para siempre, nos inicia en la vida cristiana, pero será una experiencia que debemos renovarla cotidianamente, es en el cada día que Jesucristo viene a nuestro encuentro por medio de su Palabra o de acontecimientos y personas, dependerá de nosotros si somos capaces de percibir esa su presencia y responder positivamente porque nos puede ocurrir también que Jesucristo viene a nuestro encuentro y con las distracciones que tenemos podemos no percibir esa presencia y así, dejarlo pasar de largo sin que transforme nuestra vida.
  • La Cuaresma es una oportunidad para aprovechar ese encuentro, es un tiempo en el que Jesucristo viene al encuentro nuestro con una invitación concreta “conviértete y cambia de vida”, la pregunta que debiéramos hacernos al finalizar esta Cuaresma es si ¿hemos sido capaces de aprovechar este tiempo para encontrarme con Jesús? ¿podemos decir que nuestra vida ha cambiado? ¿ha habido en mi vida conversión? si el caso fuese que no paso nada de esto, es decir, no aprovechamos este tiempo, no hubo cambios ni conversión en nuestra vida, tenemos todavía algunos días para aprovechar y poder encontramos con Jesús, seamos más sensibles a su presencia, no dejemos que las preocupaciones u otras cosas nos distraigan, pongamos atención a ese su paso por nuestras vidas.
  • Los texto de la Palabra de Dios, nos hablan sobre una realidad que es muy común en nuestra existencia humana, la muerte, una realidad que nos causa sufrimiento, lamentablemente muchos hemos experimentado esto durante el periodo de la Pandemia, viendo como familiares y amigos han partido a la presencia de Dios y es que nos cuesta sobrellevar la perdida de alguien, frente a esta realidad tan dura y dolorosa la Palabra de Dios y la Iglesia nos invitan a enfrentarla desde la fe, desde la fe en Dios y el acontecimiento de la Resurrección de Jesucristo, en este sentido la primera lectura tomada del libro del profeta Ezequiel nos dirá: “Así habla el Señor: Yo voy a abrir las tumbas de ustedes, los haré salir de ellas”, aunque no es una referencia directa al acontecimiento de la Resurrección, sin embargo, es una referencia que se nos da de cuál es el deseo de Dios, Él quiere mantenernos lejos de la experiencia de la muerte, Dios quiere que la experiencia de la muerte no signifique un obstáculo en nuestra vida. El texto de Ezequiel hace referencia a una situación por la que estaba pasando el pueblo de Israel, que es una situación de destierro, en realidad el pueblo se sentía muerto, eso significa sin esperanza, lejos de Dios, pensando que todo está perdido y en ese contexto Dios le da esta palabra de aliento “te hare salir de la tumba, te sacaré de esa experiencia de muerte”.
  • El Evangelio de hoy, de un modo más claro nos habla también de ese dolor en nuestra vida causado por la muerte, un dolor que el mismo Jesús sintió cuando estaba frente a la tumba de lázaro, dice el texto: “Jesús, conmovido y turbado, preguntó: ¿Dónde lo pusieron? Le respondieron: Ven, Señor, y lo verás. Y Jesús lloró”, es la humanidad de Jesús que le hace llorar frente a la muerte, por eso no debemos escandalizarnos, ni sorprendernos, si nuestra primera actitud en enfrentar la muerte es el llanto, es normal sentir dolor frente a la perdida humana de un ser querido, familiar o amigo a quien amamos, por eso el cometario que hacen los judíos quienes estaban ahí viendo a Jesús: “¡Cómo lo amaba!”, pero después de eso Jesús sabiendo lo que debía hacer y lo que iba a pasar, ordena retirar la piedra del sepulcro y da la siguiente orden: “Quiten la piedra”, pero la gente de ahí, incluida Marta la hermana de Lázaro no creían en lo que Jesús podía hacer, en ese sentido, la respuesta de Marta será “Señor, huele mal; ya hace cuatro días que está muerto”, cuantas veces podemos ser nosotros mismos obstáculos para que se manifieste Dios en la vida de los demás, para que Jesucristo actúe en la vida de los demás, ya sea por la falta de nuestra fe o peor aún, dando mal testimonio de nuestra vida cristiana, por eso creo que sea importante revisar por un lado nuestra fe, digo siempre que hay muchas cosas que suponemos, una de ellas es la fe que tenemos, así nunca nos preguntamos ¿Cómo esta esa fe? Y olvidamos que, siendo un don de Dios, no un mérito propio, necesitamos cuidarla y hacerla crecer, y esto es un trabajo de día a día. O como también decíamos, nuestro testimonio de cristianos no es suficiente definirse cristiano o cristiana…o decirse ser discípulo o discípula de Jesús y no preguntar por el testimonio que estamos dando, no olvidemos que nuestra fe debe ir unida a nuestras acciones.
  • Volvamos al texto del evangelio, frente a la incredulidad de Marta el mismo Jesús le dice: “¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?”, pasaba que Jesús ya se había manifestado ante Marta diciéndole “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?” Y además, ella misma hace la profesión de fe más completa que un creyente pueda hacer diciendo “Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo”, pero aun así le viene la duda, pero Jesús al final hace le milagro y logra que Lázaro salga de la tumba caminando. Es interesante lo que el relato del evangelio dice la final  “Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en Él”, al fin y al cabo todo lo que los relatos de los evangelios nos trasmiten sobre lo que dijo e hizo Jesús es para que nuestra fe en Él crezca. Es con ese fin con el que debemos acercarnos al evangelio para que aquel don recibido por Dios, que es nuestra fe, crezca, se haga más fuerte, más madura.
  • Vuelvo a las palabras de Jesús: “Quiten la piedra”, hemos dicho que Jesús sabía lo que iba a hacer y lo que iba a pasar, o, mejor dicho, sabía lo que Dios su Padre debía hacer, por eso también dice en tono de oración, “Padre, te doy gracias porque me oíste. Yo sé que siempre me oyes, pero lo he dicho por esta gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado”, esa petición de Jesús de retirar la piedra tiene, además, una invitación concreta a que también nosotros nos solidaricemos con el dolor de los demás, que nosotros también colaboremos a Jesús en retirar la piedra ¿Qué piedras nos pide Jesús retirar hoy? Recordemos lo que el Papa Francisco dijo en una de sus catequesis “estamos llamados a quitar las piedras de todo lo que sabe a muerte: por ejemplo, la hipocresía con la que vivimos la fe es la muerte; la crítica destructiva hacia los demás es la muerte; la ofensa, la calumnia, son la muerte; la marginación de los pobres es la muerte”. Y podemos decir también, que Jesús nos pide hoy retirar la piedra de la indiferencia que nos vuelve egoístas y nos hace pasar de largo frente a las necesidades de los demás.
  • Hoy también celebramos en la Iglesia en Bolivia, el domingo de la solidaridad, desde hace algunos años se ha decidido que cada V domingo se haga una colecta especial como fruto de todo nuestro camino Cuaresmal, sabiendo que las prácticas de la oración y el ayuno deben ir también acompañadas de obras de caridad, la colecta de hoy será destinada a diversas necesidades de acuerdo cómo lo disponga cada jurisdicción eclesial, sin embargo, el espíritu es el mismo, saber compartir lo que tenemos con los más necesitados, por eso les invitamos que hoy de modo especial demuestren esa solidaridad, siendo más generosos en la colecta.   
  • Ayer hemos celebrado en nuestra Iglesia la Solemnidad de la Anunciación del Señor, un acontecimiento que nos llena de esperanza, ya que celebramos que Dios se solidariza con nuestra realidad al punto de asumir nuestra condición humana y la Virgen María ha sido un personaje clave para que aquello suceda, con sus palabras “que se cumpla en mí lo que has dicho”, ha hecho posible que Dios irrumpa en nuestra historia con la presencia de Jesús su Hijo. Pidamos que nuestra Madre la Virgen María siempre dispuesta a cumplir la voluntad de Dios, sea también ejemplo de disponibilidad y docilidad para cada uno de nosotros, que Ella interceda por todos para que en esta última etapa del camino Cuaresmal alcancemos una auténtica conversión de nuestros corazones. Amén.      

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