Mons. Fuentes: “El que no sabe amar a Dios, tiene consecuencias en el amor a los demás”
Prensa CEB 02.07.23.- Este domingo, al iniciar el mes de julio, en su homilía pronunciado desde la Basílica Menor de San Francisco en la ciudad de La Paz, el Mons. Pedro Fuentes, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz, compartió un mensaje de amor a Dios, resaltando la importancia de vivir el Evangelio en nuestras vidas.
Mons. Fuentes señaló que la frase «quien ama más a su padre y a su madre no es digno de mí», son palabras que nos recuerdan que nuestro amor por Dios debe ser el fundamento de todos nuestros demás amores y relaciones, “el que no sabe amar a Dios, tiene consecuencias en el amor a los demás”, afirmó.
“El amor de Dios nos tiene que llevar a ser generosos con nuestra vida, ese amor a Dios nos está haciendo ver aquello que otras personas a lo mejor no ven”, dijo el obispo al introducirse en la historia de los niños pastores que vieron a la Virgen de Fátima en Portugal.
La historia de Lucía, Jacinta y Francisco, a quienes se les presentó la Virgen María, que a pesar de enfrentar la desconfianza de sus propias familias y la presión de las autoridades en medio de un clima de conflicto. «La vida de estos niños no fue fácil», afirmó el Mons. Fuentes, experimentaron división, incomprensión y cargaron la cruz y, a pesar de todas las dificultades, los niños perseveraron en su fe y creyeron en las palabras de la Virgen María.
El obispo destacó la importancia de aprender a amar a Dios para poder amar a los demás. Mencionó que el amor conyugal también requiere compromiso y sacrificio, y lamentó la falta de amor auténtico en la sociedad actual, evidenciada por la violencia, las violaciones y los asesinatos que afectan a los niños y a las familias.
El prelado exhortó a todos los creyentes a descubrir el verdadero amor, respondiendo a las preguntas: “¿Cuál es la misión en nuestra vida? ¿cuál es tu misión en tu vida como creyente?”. Aseguró que el amor implica sacrificio y no se basa únicamente en el bienestar personal. La autoridad eclesial recordó la importancia de comprometerse con la vida y arriesgarse en el amor, “saber amar, aprender amar. No te preocupes del pecado y de las miserias, el Señor eso lo purifica y nos enseña a amar, y amar es sacrificar la vida. Que la Santísima Virgen nos ayude a descubrir esto, a redescubrir esto”, concluyó.