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Mons. Percy Galván insta a la renovación, conversión y purificación de los sacerdotes en la XXXVI Asamblea de la CBCD

Prensa CEB 03.07.23.- En la parroquia Nuestra Señora del Divino Amor, en Caranavi, perteneciente a la Diócesis de Coroico, se llevó a cabo la Eucaristía de Inauguración de la XXXVI Asamblea de la Conferencia Boliviana del Clero Diocesano (CBCD). El Mons. Percy Galván, arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, pronunció su homilía, en la que exhortó a los sacerdotes diocesanos a vivir en comunión, instándolos a la renovación, conversión y purificación.

Reflexionando sobre el pasaje del Evangelio según San Juan (Jn 20, 24-29), el arzobispo recordó las palabras de Santo Tomás, quien expresó su incredulidad ante la resurrección de Jesús. Sin embargo, Jesús afirmó: «Felices los que sin ver creen». El obispo resaltó que la fe de aquellos que creen sin haber visto tiene un valor inmenso, ya que la meta como sacerdotes es expresar y concretizar esa fe en la vida cotidiana.

Al referirse a la situación que atraviesa la Iglesia de Bolivia por los casos de abuso sexual a menores, el monseñor Galván dijo a los sacerdotes que, en medio de estas situaciones difíciles y delicadas, la respuesta debe ser dada desde la fe y no debe ser una respuesta humana.

La autoridad eclesial enseñó que una respuesta desde la fe consiste en una actitud de dolor y solidaridad, de humildad, no ponerse a la defensiva o justificar; una actitud de oración para pedir las luces necesarias para responder a tan difícil situación, profundizando la vida litúrgica, eucarística, “que no sea una oración de breviario que llegue a la contemplación del Señor”. Finalmente, llamó a la reflexión sincera: “No podemos ser sinvergüenzas, tenemos que vernos, desnudarnos ante el Espíritu, talvez estamos viviendo esta situación difícil para que entremos en un tiempo de conversión, purificación, para presentar el trabajo cristiano a través de nuestro testimonio. Por eso estamos en esta asamblea, porque entre nosotros mirándonos nos transmitimos el Espíritu de Dios”, afirmó.

El arzobispo Galván instó a los participantes a descubrir nuevos rostros, luces y caminos que el Espíritu les muestre, asegurando que Sínodo consiste en la renovación, que llama a un cambio de estructura personal y presbiteral: “Hagámonos instrumentos del Espíritu, está en nuestras manos que todas estas situaciones difíciles sean una ocasión maravillosa para  cualificar nuestro sacerdocio, para colocarlo en el lugar que el Señor quiere, somos hombres de Dios para que donde estemos mostremos ese amor de Dios”, expresó.

Para finalizar, el Mons. Percy Galván dijo que la Asamblea es un momento de gran desafío para la renovación, conversión y purificación y un momento propicio para que “el Espíritu de Dios actué en cada uno de nosotros y consecuentemente en la Iglesia boliviana». 

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