Chico Loebens: «La lógica desarrollista de la Amazonía ha traído riqueza para pocos, y pobreza, violencia y devastación para muchos»
Prensa CEB 09.08.2023.- El análisis de la realidad y del contexto de la Amazonía ha sido uno de los temas priorizados en la primera jornada de la Asamblea Ordinaria Presencial de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) que inició este martes 8 de agosto en Manaos (Brasil).
Para ello, Francisco ‘Chico’ Loebens, del Consejo Indigenista Misionero (CIMI) de Brasil, y la Hna. Laura Vicuña, vicepresidenta de la Ceama, disertaron sobre la coyuntura socio-política y socio-eclesial, respectivamente.
Biodiversidad y regulación climática
“La cuenca Amazónica es una de las áreas con mayor biodiversidad del mundo”, comenzó afirmando Loebens, recordando su “papel relevante en los ciclos globales de agua y en la regulación del clima”, siendo también “una importante fuente de agua para los ecosistemas, más allá de la cuenca, distribuida por los ‘ríos voladores’”, como se conoce aquellos flujos masivos de agua, aéreos y en forma de vapor, que son alimentados por la humedad que evapora de la Amazonía.
En este sentido, el experto brasileño destacó que la Amazonía acoge un significativo porcentaje de especies de plantas (22%), de peces (18%), de aves (14%), de mamíferos (9%) y de anfibios (8%); siendo también el hogar de 47 millones de personas (60% en las ciudades), que incluye 2,2 millones de indígenas y alberga a 410 pueblos indígenas, 180 pueblos en situación de aislamiento y 300 lenguas habladas.
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Deforestación y degradación de la Amazonía
De ahí la preocupación latente por el proceso acelerado de deforestación, que podría alcanzar hasta el 26% del territorio, es decir, 1,9 millones de km2, siendo Brasil, Bolivia y Perú los países con mayor pérdida de selvas primarias tropicales en los últimos años.
Otra situación que preocupa, según Loebens, es el aumento de áreas dedicadas a la producción agropecuaria, expandidas en 647.411 km2 de la Amazonía, registrándose un alarmante aumento del 81,5% entre 2020 y 2022. Asimismo, entre 2001 y 2018 esta expansión se incrementó en más del 220% en áreas protegidas y en más de 160% en los territorios indígenas.
Colapso inminente
A esta radiografía se suman los efectos de la explotación minera y petrolera que afecta el 17% y el 9,6% del territorio amazónico, respectivamente, además de la contaminación de los ríos por el uso del mercurio, en detrimento de la salud de los habitantes y de la biodiversidad. De igual forma, entre 2012 y 2020 aumentó en 77% la cantidad de hidroeléctricas en funcionamiento o en construcción dentro de áreas protegidas, y se calcula que el 55% de la superficie total de la Amazonía ha sido impactada por proyectos de infraestructura vial.
“La devastación, asociada al aumento del calentamiento global conduce a la disminución de lluvias en la región”, aseveró Loebens, recordando que “los científicos ya han alertado que estamos próximos al colapso que modificaría permanentemente el bioma amazónico, pues un estudio reciente estima que el punto de no retorno acontecerá cuando la deforestación impacte entre el 20% y el 25%”.
Bien se puede decir que “la lógica desarrollista para la región ha traído riqueza para pocos y pobreza y violencia para muchos, y mucha devastación; irrespeta sistemáticamente los derechos de los pueblos de la Amazonía y los derechos de la naturaleza”.
Ciertamente, de acuerdo con la relatoría de la Comisión Pastoral de la Tierra de Brasil, entre 2020 y 2022 se han registrado 202 asesinatos de campesinos e indígenas en Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia y Perú. En el caso de Brasil, entre 2019 y 2020 tuvieron lugar al menos 407 casos de conflictos por derechos territoriales, muchos de ellos con víctimas fatales.
Hacia el abismo
“Con el actual modelo económico para la región, estamos dando grandes pasos hacia el abismo”, señala el experto del CIMI, con lo cual, “las políticas de desarrollo para la región necesariamente tienen que pasar por profundas transformaciones”, pues “la Amazonía es mucho más que un ‘stock’ de riquezas, de materias primas destinadas a la explotación”.
Generar caminos de solución es, entonces, un asunto inaplazable. “Es necesario pensar la Amazonía a partir y con los pueblos que en ella viven, y con la selva en pie, ese es el camino”, apunta Loebens.
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Organización y movilización
De ahí que la resistencia y movilización de los pueblos indígenas en la defensa y garantía de sus territorios y en la lucha de sus derechos, cobra un particular sentido para revertir la crisis, lo mismo que el apoyo a redes de organizaciones indígenas, de mujeres, de entidades indigenistas, ambientalistas y de derechos humanos, que trabajan por la protección de la vida y de la dignidad humana en la Amazonía.
Desde el punto de vista de la Iglesia católica, iniciativas como la “Economía de Francisco y Clara”, basadas en la ecología y el desarrollo integral, así como las enseñanzas del Papa Francisco en Laudato Si’ y en Querida Amazonía, ofrecen luces para nuevos caminos que se deben abrir.
Al encuentro de los últimos
Esta perspectiva la comparte la Hna. Laura Vicuña, quien afirmó que “la Iglesia en la Amazonía tiene un hermoso camino de encuentro con los últimos de la sociedad, con los que están em las márgenes de la sociedad, y el documento de Santarém ya reafirmaba este compromiso”.
De igual forma, “el Papa Francisco desafía a la Iglesia a tomar la realidad eclesial de la Amazonía como un ‘banco de prueba’ para la Iglesia universal, ya sea para su misión evangelizadora o para los desafíos presentes en este inmenso bioma, tan necesario para la vida de toda la humanidad”.
Algunos aspectos de la identidad misionera-sinodal de la Iglesia de la Amazonía, ofrecen importantes derroteros en este sentido: la experiencia de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) con el redescubrimiento de la Palabra de Dios, la opción por los pobres y la valorización de los ministerios laicales; los concilios y las asambleas en los distintos niveles de la Iglesias; las conferencias episcopales, las conferencias de religiosos y los diversos organismos laicales; el trabajo que se realiza en ecumenismo y diálogo interreligioso; el ministerio del propio Papa Francisco y las reformas en curso; y, por supuesto, la Ceama como una experiencia inédita en la Iglesia, con un camino a construir juntos.
“La Iglesia juega un papel fundamental como aliada de los pueblos indígenas y amazónicos”, aseguró la religiosa al final de su intervención, recordando su papel en la formación de nuevos líderes y en el fortalecimiento de instancias de participación en la Iglesia y en la sociedad.
Fuente: https://adn.celam.org/