Arquidiócesis de La Paz: Retiro de reporteros parroquiales
Prensa CEB 09.10.2023.- El pasado 30 de septiembre, día de San Jerónimo se llevó a cabo el retiro de Reporteros Parroquiales de la Arquidiócesis de La Paz, en la casa de retiros de Huajchilla.
La Comunicación Pastoral: “Hablar con el corazón, en la verdad y en el amor”
Se dio inicio con una celebración eucarística, presidida por el Mons. Basilio Mamani, obispo auxiliar de La Paz y responsable de la comisión de Comunicaciones.
Alrededor de 20 reporteros parroquiales participaron de dos charlas que iluminaron el retiro, la primera a cargo de Mons. Percy Galván, con el tema: “La Comunicación Pastoral”, la segunda a cargo del padre Alberto Requénez, (Pasionista) con el tema: “Relaciones Humanas”. Ambas charlas de fundamental importancia para la vida y servicio de los Reporteros Parroquiales.
El Mons. Percy Galván, inició la primera charla con el tema: “La Comunión Pastoral”, indicando su característica, objetivos y la Comunicación que propone el Papa Francisco.
Una de las características de la Comunicación Pastoral, es precisamente, el anuncio de la “Buena Noticia del Evangelio”. Ante la realidad de las malas noticias que nos llegan por los medios de comunicación, el reportero Católico anuncia alegría, esperanza y vida. Indicó
El Mons. Galván, mencionó que la Comunicación Pastoral, tiene tres objetivos: informar, formar y distraer. Informa con objetividad y veracidad; forma la conciencia y el sentido crítico y distraer de forma creativa y sana.
Al mismo tiempo el arzobispo exteriorizó los tres pasos para una comunicación efectiva: salir, ver y escuchar. “No se puede desde el escritorio escribir o cubrir un evento, sin verlo, palparlo y escucharlo propiamente. La noticia tiene que ser lo más objetivo y veraz posible”.
El arzobispo expuso ante los reporteros parroquiales, el llamado que el Papa Francisco, propone en la 57° «Jornada Mundial de las comunicaciones sociales» que es denominada “Hablar con el corazón, en la verdad y en el amor”. Desarrollando tres puntos importantes:
- 1.- Comunicar cordialmente: El comunicador deber ser cordial y humilde, no juzga, siguiendo el mandato del amor de Jesús.
- 2.- Hablar con el corazón en el proceso Sinodal: En la Iglesia necesitamos una comunicación que encienda los corazones. Una comunicación guiada por el Espíritu Santo. Se debe ir a los hospitales, comedores y servicios sociales de la Iglesia.
- 3.- Hablar con el corazón promoviendo un lenguaje de paz: La comunicación del corazón es objetiva y veraz; es positiva, construye y edifica.
También se señaló, tres aspectos que arruinan la comunicación:
1.- Desinformar: lo peor que puede hacer un comunicador es desinformar, no decir las cosas como son con la verdad.
2.- Calumniar: Esto arruina la comunicación, porque no dice la verdad del sujeto, busca hacerle daño.
3.- Difamar: Esto arruina la comunicación, porque es acusar falsamente, buscando de dañar el honor y reputación de una persona.
Se debe tener cuidado con el periodismo “Coprofilia”, que busca de ensuciar, la dignidad, la belleza y la grandeza que tiene el ser humano como es el aspecto de la sexualidad.
El Mons. Galván, concluyó su exposición indicando, que la Iglesia es universal y que por tanto debe tener apertura al mundo, porque queremos una Iglesia nueva y comprometida. Y al tener una identidad propia, nos ayuda a ser perseverantes en la misión.
La segunda charla fue expuesta por el padre Beto quien compartió sobre el tema de “Relaciones humanas”
“La persona no es un ser aislado, encerrado sobre sí misma. Siempre está abierta a la relación con los demás, ya que el hombre es fundamentalmente un ser en relación y de relaciones. Es vocación abierta a los demás. La existencia humana es esencialmente co-existencia inter-humana.” (P. Gregorio Iriarte O.M.I.)
¿Qué son las relaciones humanas?
Las relaciones humanas son los vínculos que se generan entre las personas y pueden ser interacciones espontáneas o vínculos permanentes. Las diversas habilidades interpersonales, como la comunicación verbal y no verbal, la empatía y la capacidad de escuchar a otros determinan los comportamientos necesarios para garantizar esas relaciones humanas.
Resulta inevitable interactuar con otras personas y, si el individuo no desarrolla de manera adecuada las diferentes habilidades para relacionarse, tendrá dificultades para desenvolverse en su entorno.
Los humanos son seres sociales por naturaleza que necesitan vivir en comunidad y relacionarse entre sí. A veces, un individuo puede sentirse muy solo a pesar de estar rodeado de muchas personas. Por el contrario, una persona puede vivir sola y sentir que su vida está rodeada de compañía.
Lo que determina ese sentimiento es el tipo de relación que tiene un individuo con el resto de las personas. La naturaleza del “ser social” está vinculada con las relaciones que es capaz de generar, no basta con vivir agrupados a mayor o menor proximidad física.
Tipos de relaciones humanas
Las relaciones humanas se dividen en dos grandes grupos:
- Las relaciones primarias. Son los vínculos íntimos o cercanos del individuo, en los que no hay un interés o una necesidad previa que haya dado lugar a esa relación, sino que los une el amor, el afecto o el aprecio por su calidad humana. Por ejemplo, las relaciones amorosas, las familiares o las amistades.
- Las relaciones secundarias. Son vínculos en los que no intervienen las emociones afectivas, sino que los une una relación de conveniencia o de utilidad. Por ejemplo, la relación entre un gerente y un empleado, un maestro y un alumno, un doctor y un paciente.
Ambos tipos de relaciones son necesarios y complementarios para el desarrollo de la vida del individuo en sociedad. Puede suceder que ambos tipos de relaciones existan en simultáneo, por ejemplo, cuando una relación comienza siendo de tipo secundaria y se convierte en primaria (sin dejar de compartir el entorno donde se desarrolla el vínculo primario).
Importancia de las relaciones humanas
Las relaciones humanas son tan importantes para el desarrollo de la vida que pueden condicionar la propia existencia del individuo. Por eso, resulta muy importante la calidad de los vínculos que se establecen, y no solo la cantidad.
Una persona que se rodea de un ambiente de respeto, tolerancia, honestidad y paz podrá desarrollar mejores cualidades de su personalidad que una persona que se rodea de un ambiente de agresión, violencia, mentira y escándalo.
Tanto los valores como las habilidades que el individuo pueda desarrollar lo ayudarán a desenvolverse según el ambiente en el que se encuentre. Por ejemplo, en el ámbito laboral se suelen desarrollar habilidades concretas como el manejo del estrés y la resolución de conflictos, que permiten superar los momentos de tensión o de crisis.
Es importante comprender que las relaciones humanas son vínculos que implican la presencia o no de valores. Ante cualquier tipo de relación y a pesar de las diferencias, el individuo siempre podrá desarrollar habilidades que le permitirán interactuar.
Objetivos de las relaciones humanas
Las relaciones humanas tienen como objetivo el desarrollo del individuo para que pueda alcanzar una mejor calidad de vida en sociedad. Un buen ambiente social no es aquel en donde no existe el conflicto sino que, a pesar de las divergencias, el individuo logra desenvolverse.
Es posible superar los conflictos con el desarrollo de las habilidades interpersonales que permiten alcanzar un mayor nivel de comprensión y un sincero interés por resto de las personas.
Características de las relaciones humanas
Las relaciones humanas se caracterizan por su complejidad, lo que hace necesario analizarlas desde diversos campos de estudio. La base de toda relación humana radica en que el individuo necesita sociabilizar y pertenecer a un círculo que le resulte sano a fin de mantener un equilibrio físico y emocional.
Sin embargo, dependiendo del ámbito (laboral, religioso, familiar, etc.) un mismo individuo puede desarrollar diferentes habilidades interpersonales.
La psicología social estudia la interrelación entre lo individual y lo social, y cómo esa interrelación es atravesada por la historia, la cultura, la política, la lengua y otros aspectos.
Esta ciencia analiza los comportamientos individuales y sociales, la formación de los grupos, los fenómenos de masa y demás problemáticas contemporáneas. Estudia las relaciones humanas de manera individual y en grupos, y cómo esos vínculos impactan en un nivel más amplio en las relaciones sociales.
La sociología también se ocupa del estudio de las relaciones humanas sociales, solo que analiza diferentes tipos de entornos como condicionantes del accionar humano.
Estudia las estructuras sociales y culturales en las que los individuos son educados y formados (como la religión, la familia, la división de clases sociales, las creencias culturales) para entender los diferentes comportamientos del ser humano.
Según la UNESCO, “no existe ningún ser humano que no contenga al mismo tiempo un elemento social”. El ser humano es un individuo en sociedad y sus derechos se determinan en base a las relaciones políticas del individuo y la sociedad a la que pertenece.
Las normas que regulan los derechos del ser humano establecen un tipo de relación entre el individuo, la nación y la comunidad mundial.
En el ámbito laboral interactúan las relaciones profesionales, personales, políticas, entre otras. Por eso, las organizaciones se dedican cada vez más a mejorar el clima laboral en su interior. Este tipo de relaciones no deben confundirse con las “relaciones públicas”, término que corresponde a la comunicación que realiza una organización frente la sociedad o el público.
Relaciones humanas en el trabajo
Las relaciones humanas en el trabajo corresponden al proceso de formación de los recursos humanos que atiende sus necesidades, asiste en la resolución de conflictos y fomenta una cultura de trabajo estable y agradable. Los empleados suelen trabajar juntos en determinados proyectos, para comunicar ideas o simplemente compartiendo el día a día laboral.
Esas relaciones humanas afectan los costos, la competitividad y la sostenibilidad del negocio. Por lo tanto, resultan una parte importante para el éxito de la organización. Además, cuando la cultura de trabajo resulta estable y placentera, la organización suele retener y atraer empleados mejor calificados.
Fuente: Marisabel Vega – https://arquidiocesisdelapaz.com/