“Casa de acogida Sor María Catalina” celebra 5 años en la Arquidiócesis de Sucre
Prensa CEB 10.10.2023.- Este martes 10 de octubre, la Congregación de religiosas Siervas de María en la Arquidiócesis de Sucre celebró el V Aniversario de la “Casa de acogida Sor María Catalina”, un espacio para la atención de enfermos diagnosticados en fase terminal.
El 11 de octubre la Congregación conmemora 105 años de la muerte de Sor María Catalina, fundadora de esta congregación de religiosas, que era una amante de los enfermos y dedicó su vida a cuidarlos.
Con una Eucaristía presidida por Mons. Adolff Bittschi, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Sucre, y Mons. Jesús Juárez, arzobispo emérito, se celebró un año más del hogar. En la ocasión, el Mons. Juárez reflexionó sobre las lecturas del día y alentó a buscar la voluntad de Dios para alcanzar la santidad a la que todos los bautizados están llamados.
Tomando de ejemplo a la beata Sor María Catalina, el arzobispo emérito motivó a descubrir la vocación a la que el Señor llama a cada uno y enseñó que para Sor María Catalina fue cuidar a las personas que sufren.
La autoridad eclesial llamó a vivir el Evangelio, en el que se encuentra la voluntad de Dios, y poner en práctica lo que nos pide. El prelado preguntó: “¿Qué quiere Dios de nosotros?”, y respondió “que seamos sus discípulos, sus servidores”.
El Mons. Juárez agradeció a las hermanas Siervas de María por decidir ponerse al servicio de los enfermos terminales y esforzarse por conservar esta obra social. A su vez, agradeció a todas las personas que apoyan esta obra, “que expresa el cariño de Jesús hacia los enfermos y los pobres”.
Oremos por la paz en el mundo y en Bolivia
El Mons. Jesús Juárez tomó la oportunidad para mencionar la preocupación del Papa Francisco por las guerras y pidió orar por la paz, “para que en lugar de enfrentamiento haya entendimiento”, así como en el país, “que las guerras políticas y sindicales que tenemos en Bolivia” también encuentren paz.
El prelado aseguró que la paz solo será posible si existe justicia y verdad. Al finalizar reiteró “¡Gracias, felicidades y santidad!”.
La Eucaristía de celebración por el aniversario del hogar concluyó en medio de aplausos y alegría, con la bendición y el envío de paz.
Este centro acoge a los enfermos desahuciados que no cuentan con los cuidados adecuados, mientras llega el momento de su partida. Además busca brindar una calidad de vida óptima durante sus últimos momentos.