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Mons. Arana llama a garantizar el cuidado de toda la población vulnerable y atender la crisis ambiental que sufre el país

Prensa CEB 29.10.23.- Este 29 de octubre, desde la Basílica Menor de San Francisco en la ciudad de La Paz, el Mons. Giovani Arana, obispo de la Diócesis de El Alto y Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana, llamó a las autoridades a garantizar el cuidado de toda la población vulnerable y atender la crisis ambiental que sufre el país: “Aquí un llamado particular a cada una de nuestras autoridades, a todos aquellos que se hacen llamar servidores públicos: es urgente que se atienda las necesidades de tanta gente que aún vive en la pobreza”.

En su reflexión dominical, el obispo habló sobre el atropello y abuso que sufren hermanos, vulnerando incluso derechos humanos fundamentales: “En el mundo y en nuestro país todavía hay gente que se aprovecha de otros. Los que más sufren este atropello son los pobres, los vulnerables”.

E hizo alusión al libro del Éxodo, que indica: “No maltratarás al extranjero…no harás daño a la viuda ni al huérfano”, el obispo se refirió a los grupos frágiles de la sociedad, manifestó su preocupación por los migrantes, las mujeres desprotegidas, las madres que cuidan a sus hijos solas, muchas veces sin acceso al trabajo y expuestas al maltrato y la violencia; también habló de la gran cantidad de niños que quedan en la orfandad a causa de la creciente violencia hacia las mujeres, y las personas pobres “que se tiene que enfrentar a diferentes situaciones de necesidad, alimento, salud, incluso lo básico para vivir”.

La autoridad eclesial pidió responder al cuidado de la población vulnerable a través de políticas públicas y que sus necesidades sean atendidas: “No maquillemos nuestra realidad con propaganda que describe algo que no es cierto ni real, o estadísticas y datos autocomplacientes con que se nos pone a la par de países desarrollados, o nos posicionan en rankings mundiales o regionales, sino miremos nuestra realidad y comprendamos mejor que muchos de los beneficios de los que se nos habla son solo para algunos, pero hay muchos otros que aún se ven sumergidos en la pobreza y falta de atención en servicios básicos”.

Asimismo, el Mons. Arana se refirió a la crisis ambiental que sufre el país, y haciendo alusión a las palabras del Papa Francisco, recordó: “Por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes. Nadie puede ignorar que en los últimos años hemos sido testigos de fenómenos extremos, períodos frecuentes de calor inusual, sequía y otros quejidos de la tierra que son sólo algunas expresiones palpables de una enfermedad silenciosa que nos afecta a todos”.

En este sentido, el obispo dijo que es urgente que asumamos nuestra responsabilidad desde lo que nos toca, “a cada ciudadano se debe exigir mayor responsabilidad en su convivencia con el entorno, desde el buen manejo de la basura, evitando tirarla en la calle, hasta el uso racional del agua”. Llamó a las autoridades públicas a dar normativas mucho más efectivas para evitar  la contaminación del aire, agua y cielo: “No es suficiente lo que hasta ahora se hizo, no se puede permitir una indiscriminada tala y quema de bosques a solo pretexto de asentamientos y siembra que solo responde a ideologías de moda y no a políticas adecuadas de uso de suelos; no se puede permitir la violenta toma de territorios para la explotación aurífera, y menos aún, permitiendo el uso de químicos letales para la vida de la gente que habita en ese entorno. La solución de todo esto no va con asumir medidas paliativas, es necesario medidas que a corto, mediano y largo plazo ayuden a solucionar el problema de raíz”.    

El Mons. Arana destacó que la Iglesia tiene una presencia de acción solidaria, llegando a familias donde nadie llega y comprometió la misión evangelizadora que busca anunciar la presencia del Reino de Dios, atendiendo sin indiferencia el hambre y la precariedad en la que viven tantas familias bolivianas. También recordó que durante muchos años la Iglesia Católica ha pronunciado su voz en algunas Cartas Pastorales y su llamado permanente a cuidar esta nuestra Casa Común, esperando se ponga en práctica.

“Con la guerra todos perdemos”, reiteró con las palabras del Papa Francisco el Mons. Arana, y alentó a “trabajar por una sociedad, por un mundo donde la primera apuesta, por así decirlo, sea el diálogo, la reconciliación, la búsqueda de justicia, lo que derivará en la vivencia de una auténtica paz”.

La autoridad eclesial alentó a poner en práctica los mandamientos de Jesús en el Evangelio de este domingo (Mt 22, 34-40): “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu”, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”; si caminamos así en nuestra vida, estaremos trabajando para nuestra edificación y la de los demás, estaremos dando pasos en la vida de santidad.

A días de celebrar la solemnidad de Todos los Santos y la conmoración de los fieles difuntos, el obispo recordó que todos están llamados a la santidad “viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día”, e invitó a no quedarse en la tristeza y mantener la esperanza que da la resurrección.

Al concluir su homilía, el Mons. Giovani Arana pidió a la Virgen María “que interceda por nosotros y que nos ayude en lo cotidiano de nuestra vida, como ella lo hizo, a saber amar a Dios y al prójimo, a trabajar por nuestra santidad y a mirar con esperanza la realidad de quienes ya han muerto”.

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