Mons. Pesoa pide no quedar indiferentes ante los incendios de los bosques
Prensa CEB 12.11.23.- Desde la Catedral Metropolitana de San Sebastián, en la Arquidiócesis de Cochabamba, los obispos reunidos en la CXIII Asamblea de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) celebraron la Eucaristía junto al pueblo de Dios, para agradecer juntos la gracia de la fe y vivir la vida cristianamente. Presidió Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la CEB, quien pidió a los fieles no quedar indiferentes a los incendios que surgen en el país: “No podemos quedarnos indiferentes, porque al final el daño no es solamente a aquellos hermanos que viven en esas regiones, el daño es también para todos nosotros, para el mundo, para nuestro país”, aseguró.
Inspirado en el Evangelio de hoy, que propone la parábola de las diez vírgenes llamadas a salir al encuentro del esposo (cf. Mt 25,1-13), el obispo enseñó que la diferencia está en la previsión del aceite en un lenguaje simbólico, para que podamos detenernos a reflexionar sobre si vivimos de forma sabia o en forma necia: “Vivir sabiamente es juntar el aceite necesario durante toda la vida, de forma que al final haya lo suficiente para salir al encuentro del Señor; y vivir de forma necia es olvidarse de juntar el aceite que se necesita, sobre todo para el final, para cuando Dios venga a nuestra vida, que como bien sabemos, el final es el encuentro con el esposo, es el encuentro con el amor verdadero”.
El obispo manifestó que no es difícil ser sabios, o encontrar la sabiduría, porque el ser humano está hecho por Dios y para encontrarse con Él. “Para preparar el aceite de la vida es necesario vivir conscientes y previniendo el encuentro con el esposo, y no tener aceite suficiente es el símbolo de una vida despreocupada, una vida despistada, que no ha previsto, lo más importante y necesario para ese encuentro”, explicó el obispo.
La autoridad eclesial advirtió que es posible vivir en extrema necedad si nos centramos solo en las cosas de la tierra, “buscando solamente los bienes de la tierra, buscando vivir bien aquí e instalados en el mundo. Este mundo que pasa olvidando de esa manera el amor al prójimo, pensando solamente en las riquezas que podamos obtener o acumular, o pensando en tener poder, en tener placer o en dominar al prójimo”.
El obispo recordó que todos partiremos de este mundo al encuentro con el esposo, y por ello, insistió en su llamado a vivir con sabiduría. Lamentó que hoy existan muchos que parecen no necesitar de Dios, “parecieran estar narcotizados, deslumbrados y al servicio de los dioses de este mundo, dioses que no logran darnos la felicidad y otros andan tristes y sin rumbo en una vida sin sentido y depresiva”.
“Asistimos al espectáculo de la necedad, tenemos ante nuestros ojos una vida sin Dios que mata el sentido de la vida misma, y desmotiva para abrazar y optar de los valores éticos sólidos; estamos alejándonos de los verdaderos valores como, por ejemplo, el valor de la humildad, el valor de la dignidad, el valor de la honorabilidad, el valor del patriotismo, el amor al prójimo sobre todo y al ser humano”, señaló el obispo.
El Mons. Pesoa instó a aspirar una vida plena, más allá de las mediocridades de este mundo y aprovechar esta vida para hacer el bien, “para actuar conforme a lo que Dios quiere y pide de cada uno de nosotros, y para de esa manera, preparar el encuentro con Él”.
En su homilía, el Presidente de la CEB lamentó las situaciones complicadas que vive el país debido a los incendios de los bosques y pidió no quedar indiferentes ante el daño que afecta al país y a todo el mundo: “Seamos hombres y mujeres que confiamos en Dios y preparamos el aceite para el encuentro con ese Dios, que es el Dios de la vida, que es el Dios, que nos ama, es el Dios que acompaña nuestro caminar”, dijo e impartió la bendición sobre la patria y sobre cada uno de los fieles.
Al finalizar la Eucaristía, la CEB obsequió plantines, con el propósito de suscitar un compromiso con la naturaleza y se realizó una oración especial por Mons. Luis Sainz Hinojosa.