Iglesia lamenta que exista violencia al iniciar el 2024 y augura un nuevo año donde se cumplan los buenos deseos
Prensa CEB 07.01.24.- Este domingo 7 de enero, en la solemnidad del Bautismo del Señor, el Arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, monseñor Percy Galván, explicó el significado del bautismo y su impacto en la vida cotidiana para la erradicación de la violencia.
“No retrasemos el bautismo de nuestros hijos, de nuestros nietos, de nuestros bisnietos, porque es el Sacramento que nos permite ingresar dentro del proyecto salvífico de Dios”, señaló, a tiempo que subrayó tres aspectos fundamentales del bautismo. En primer lugar, resaltó que, a través de este sacramento, los creyentes se convierten en hijos de Dios, “llenos de santidad”.
En segundo lugar, enfatizó que el bautismo nos une a Jesucristo, convirtiéndonos en sus hermanos: “Ya no somos desconocidos, somos hermanos, porque un mismo Padre nos ha creado y porque yo, el hijo de Dios, Jesucristo, ratifico esta fraternidad”.
Como tercer aspecto, el Mons. Galván resaltó que el bautismo nos convierte en templos del Espíritu Santo. “Si comprendiéramos esto, no habría esta violencia; ya desde el primer día del año hemos conocido feminicidios, asesinatos, intentos de robo, violaciones, porque no se comprende que nosotros somos sagrados y que nuestros hermanos también”, remarcó.
El Arzobispo también abordó la importancia de vivir la dimensión sacerdotal, profética y de reyes que el Sacramento del Bautismo otorga y alentó a ofrecer la vida al Señor lejos de los vicios y manipulaciones del mundo que solo quieren satisfacer el plano material. “Existen profesionales y abogados corruptos, existen médicos abortistas y en vez de defender la vida, defienden y promueven la muerte; hay también hermanos consagrados sacerdotes, incluso obispos comprometidos en situaciones tan feas de la violación y de la pedofilia, porque no vivimos nuestra realidad espiritual, nos dejamos manipular por las propuestas mundanas”, lamentó.
El Mons. Percy Galván manifestó su deseo por una Iglesia orante y de servicio: “Si no vivimos para servir, entonces, ¿para qué vivimos?”. Asimismo, llamó a dar testimonio de Cristo: “Estamos listos para servir, no neguemos nuestra participación en la casa, en el barrio; no neguemos nuestra participación en nuestra hermosa ciudad de La Paz, en nuestra Iglesia; no neguemos nuestra participación, nuestro compromiso, nuestro trabajo”.
Al concluir su homilía, el Arzobispo expresó sus felicitaciones por este nuevo año: “Feliz 2024 queridos hermanos, feliz año nuevo, y que se hagan realidad todos sus proyectos, todos sus sueños”.