17 Diáconos permanentes confirman su compromiso de servicio a la Iglesia
Prensa CEB 16.01.24.- El 13 de enero, el diaconado permanente de la Arquidiócesis de Cochabamba vivió la jornada de retiro y planificación, acudiendo a la convocatoria del Arzobispo, Mons. Oscar Aparicio y con el objetivo de fortalecer el servicio a la Iglesia.
Los 17 Diáconos permanentes vivieron este encuentro en ambientes de la Casa del Catequista (CADECA), acompañados por Mons. Juan Gómez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Cochabamba y Obispo responsable de la Comisión para el Diaconado Permanente, también acompañó el Padre Juan Carlos Molina, asesor de la Comisión.
El encuentro fue un momento fraterno, en el que se reafirmó la importancia del servicio que realizan los Diáconos permanentes a la Iglesia Católica. Y además se realizó una planificación de actividades para la gestión 2024.
¿Qué es el diaconado permanente?
El diaconado permanente es un llamado, una vocación.
La palabra diácono literalmente significa “servidor”, siguiendo el ejemplo de nuestro maestro Jesucristo que vino no para ser servido sino a servir.
Hay tres niveles en el sacramento del Orden Sagrado: Los obispos, los sacerdotes y los diáconos.
El diácono es parte de la jerarquía de la Iglesia en un grado menor. Es ordenado por el obispo mediante la imposición de sus manos “no en orden al sacerdocio, sino en orden al ministerio” de ser testigo consagrado al servicio.
Hay diáconos permanentes, ellos que no serán ordenados sacerdotes ni obispos. Y hay diáconos transitorios o temporales que después de un tiempo serán ordenados sacerdotes, ambos son parte del clero y tienen las mismas funciones.
El diaconado permanente se restauró hace 50 años durante el Concilio Vaticano II, en la encíclica Lumen Gentium, la cual dice: “En su esfuerzo por actualizar la vida de la Iglesia, el Concilio Vaticano II permite que el diaconado sea restaurado como grado propio y permanente dentro de la jerarquía. El diaconado permanente le otorga la oportunidad a los hombres casados, y también a los jóvenes solteros idóneos para este sacramento, pero estos últimos deben mantenerse en la ley del celibato”.
Los diáconos son ministros de la palabra, proclaman el Evangelio y predican y enseñan la fe Católica.
Son ministros del altar, ayudando a los obispos y sacerdotes en la liturgia, y se desempeñan como ministros ordinarios de la eucaristía. Los diáconos permanentes administran el sacramento del Bautismo y del Matrimonio, presiden en el rito de funerales y sepultura y en servicios devocionales, como la exposición y bendición con el Santísimo. También bendicen artículos religiosos de acuerdo y expresamente lo permitido en el rito indicado en el libro Bendiciones de la Iglesia.
El diácono permanente hace obras caritativas, administrativas y de bienestar social, como visita a los enfermos, ministra a los moribundos y consuela a los afligidos, y da de comer a los desamparados.
Cono requisitos mínimos un candidato al diaconado permanente debe ser un católico practicante por lo menos desde hace 5 años, servir en algún ministerio de la Iglesia como ministro extra-ordinario de la eucaristía, lector o cantor.
También debe participar en programas de ayuda a los más necesitados. Con estas actitudes manifiesta un corazón listo para servir al pueblo de Dios.
Con información de https://www.iglesiacbba.org/ y https://sfcatolico.org/