“¿Cómo hablar de amor a la patria, cuando ella es agredida por sus mismos hijos?”, dijo el presidente de la CEB
Prensa CEB 4.5.2024 El Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, reflexionó junto a los feligreses benianos sobre la violencia e intimidación que vive actualmente nuestro país, inclusive dice el obispo, se corre el riesgo de la agresión a la vida y que lastimosamente estas acciones golpean a los más pobres.
“Y no escuchando la palabra de Jesús, corremos el peligro de cultivar actitudes de mayor indolencia e indiferencia ante el sufrimiento del prójimo y todo ello, en muchas oportunidades, por defender posturas partidarias, se olvidan que el valor más importante de la vida, es la salud y la vida misma de la persona”, manifestó el también obispo del vicariato Apostólico del Beni.
Basado en el Evangelio de este domingo (Mc 1, 29-39) “Sanó a los muchos, que sufrían diversos males”, monseñor Pesoa emitió una consulta a la comunidad que se reunió en la Catedral de la Santísima Trinidad” de esa ciudad, ¿de qué sirve llamar hermano al otro, si muchas veces, se lo ve como el primer enemigo?, acotando que el principal enemigo es el que piensa distinto “y esto por las ambiciones personales o de grupos”, afirmó
Asimismo, se preguntó que significa amar a la patria si está siendo agredida por sus propios habitantes (hijos), “cuando son los mismos hijos que la lastiman y dañan. ¿Cómo hablar de la Madre Tierra, cuando son sus mismos hijos que la van desbastando y saqueando de manera agresiva, destruyendo toda aquella riqueza natural?”, reflexionó.
En cuanto a las normas y leyes que a decir del obispo “se violan las mismas leyes”, señaló, “pareciera que nos estamos acostumbrando con impotencia que el impedir el libre tránsito es lo normal o es la única opción de reclamo para ser escuchados”.
En este domingo, la palabra de Dios invita a reflexionar acerca de cómo debe ser el comportamiento de hombres y mujeres que creen en Dios, «el pasaje de la lectura del libro de Job (7,1-4.6-7) nos habla de la presencia y confianza en Dios en medio de los sufrimientos”, indicó monseñor Pesoa.
Acotó que la actitud del santo Job, enseña a no perder la esperanza ante los dolores de la injusticia y la incertidumbre, la muerte y la enfermedad de la vida, “esta lectura nos hace pensar sobre lo vació de muchas cosas en la vida, que quiere ser llenado por tantas cosas inútiles”.
El Evangelio de hoy indica, sanó a muchos que sufrían diversos males y presenta tres momentos del actuar de Jesús, «la curación de la suegra de Pedro, la curación de muchos al anochecer y el momento de intimidad y oración de Jesús con el Padre y termina indicando, así recorrió toda la Galilea», narró el obispo del vicariato Apostólico del Beni.
El presidente de la CEB indicó que, en estos tiempos de conflicto, Jesús ofrece el milagro de despertar en la fe en él y que espera la respuesta de cada uno.
“Por eso debemos preguntarnos, ante todo lo sucedido a luz de la palabra de Dios, ¿Quién pagará el daño a los enfermos con enfermedades de base y que no han podido llegar a los centros u hospitales de salud?, consulta el obispo.
“Nuestra patria necesita ser sanada de los diversos males que la aquejan, necesitamos todos ser sanados y liberados y eso será posible si escuchamos, estamos cerca y estamos con Jesús”, precisó monseñor Pesoa.
!Que Dios nos acompañe y fortalezca!. Así sea, finalizó.