Monseñor Basilio Mamani: Cuidemos a los enfermos, debemos acompañarlos en su dolor, con un corazón misericordioso lleno de Dios
Prensa CEB 11.2.2024.- Monseñor Basilio Mamani Quispe, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz, desde la Basílica Menor de San Francisco, pidió en la homilía de hoy aceptar la invitación de Jesús de cuidar a los enfermos, de acercarse a ellos, escucharlos y acompañarlos en su dolor, con un corazón misericordioso lleno de Dios.
Recordó el pasaje bíblico ( a Ms 1, 40-45 La lepra desapareció y quedó purificado) donde Jesús cura a un leproso al entender su dolor de aislamiento y convocó a todos a actuar de la misma manera y preocuparnos por los enfermos como Jesús lo hizo.
“Según la lectura…el leproso estaba apartado de la vida social y religiosa, visto como muerto en vida, vivía de la caridad…vivía momentos muy dolorosos, no podían compartir, no tenían una casa, pasaban frio, hambre, sol, no podían tener contacto con las personas… y tenía que gritar impuro soy, para que otras personas no se acerquen a él”, compartió.
Pero en medio de su dolor, el leproso puso su confianza en Jesús. “Se acercó a Jesús y se puso de rodillas,…si quieres puedes purificarme estoy dañado, estoy enfermo… “. Y qué hace Jesús, cómo el enfermo no podía acercarse a otras personas, rompe estas leyes, las normas al sentir la compasión, entonces se acercó Jesús y lo tocó y dijo “si quiero, quedas purificado”, reflexionó Monseñor.
“Estos gestos de Jesús es confiada a la Iglesia, que somos nosotros, ahora él nos invita a nosotros, él ha querido confiar a la Iglesia al pueblo de Dios que somos nosotros, tenemos que nosotros igual que él acercarnos y no abandonarlos, sí que es doloroso cuidar a un enfermo, cuesta mucho, es difícil, pero con este corazón misericordioso, estamos invitados nosotros a cuidarlos, acompañarlos, escucharlos…”, expresó Monseñor Mamani.
Dijo que como apóstoles de Jesús tenemos que tener la misma sensibilidad y misericordia de él y estar llenos de Dios. “Para tener la misma actitud que Jesús, necesitamos que nuestro corazón este lleno de Dios, por eso es importante darnos un espacio de oración, de escuchar su palabra, en los grupos de fe, en comunidades parroquiales, en sus hogares, es lo que fortalece nuestra fe, nos lleva de Dios”.
Texto: Esther Rojas-Periodista CEB