Monseñor Pesoa: Dios nos pide ayunar para dejar los egoísmos, la prepotencia, los discursos mentirosos y llenar el corazón de compasión por los demás, con actitudes de reconciliación
Prensa CEB 20.2.2024.- Monseñor Aurelio Pesoa Ribera OFM, Obispo del Vicariato Apostólico del Beni y Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), en la misa celebrada en la Catedral Santísima Trinidad dijo que en este tiempo de Cuaresma Dios nos pide ayunar para dejar los egoísmos, la prepotencia, los discursos mentirosos y llenar el corazón de compasión para con los demás y tener actitudes de reconciliación.
“En este tiempo de Cuaresma el Señor nos pide: Ayuna de tus egoísmos y tu prepotencia, y llena tu corazón de compasión por los demás, ayuna de tu falta de perdón, de misericordia y llénate de actitudes de reconciliación y tolerancia, ayuna de palabras inútiles, de mala fe y llénate del silencio y escucha al otro”, expresó en la Homilía.
Además, dijo que se debe ayunar para dejar de lado los discursos mentirosos y cultivar la verdad. “Ayuna de palabras ofensivas y de desacreditación y llena de paz y reconciliación en tu corazón, ayuna de no hacer nada que haga mal al otro…”.
De acuerdo a la lectura de San Marcos, Jesús es tentado en el desierto por satanás de la misma forma todos los seres humanos pasan por diferentes tentaciones en su vida. “El evangelio de este primer domingo de Cuaresma es un poco el espejo de nuestra vida, hecha de opciones continuas que pueden incluso constituir tentaciones de las que nadie queda exento…”.
“Experimentar la tentación es un acontecimiento de la vida humana, por lo cual Jesús pasó. Una de las grandes tentaciones y pretensiones del ser humano consiste en pretender servirse de Dios en vez de servir a Dios, este género de tentación se presenta en muchos modos y maneras, debemos entender que las tentaciones a la que fue sometido el hijo de Dios, manifiesta las tentaciones reales de la vida, en la vida humana…”, señaló.
Transmitió que la Cuaresma nos invita a hacer un tiempo de “desierto” y ayuno”, en nuestra vida, hacer desierto en una vida llena de tentaciones, al mismo tiempo hacer ayuno de tantas cosas inútiles.
“Entendamos la pasión es el único camino para vencer la tentación del poder, en realidad la gran tentación del género humano es dar la espalda a Dios, buscando la satisfacción de los propios deseos, buscando el poder, la gloria, el éxito fácil y el aplauso de la gente a cualquier precio…”, señaló Monseñor.
Las tentaciones se pueden presentar como objetivos: poseer bienes, gloria, poder, dominio del otro, o como medio para conseguir algo. “Pero la gran tentación del ser humano hoy es vivir sin Dios, lo cual se puede manifestar de diversos modos, dando la espalda a Dios y sirviéndose de Dios o queriendo ser como Dios”.
“Por Cristo, ha venido la gracia de una vida nueva, si bien es verdad que el pecado entró en el mundo y que todos pecaron…y pecamos es mucha más verdad que por Jesucristo muerto y resucitado ha venido la gracia de una vida nueva, que permite vivir en el amor de la entrega continúa de la vida. De ello son signos cuaresmales, la verdadera limosna, la oración sincera, y el auténtico ayuno…”, concluyó.
Texto: Esther Rojas – Periodista CEB