28
Abr

Mons. René Leigue: Que el Señor nos dé siempre esa fortaleza para luchar contra el mal que nos acecha cada día

Si no estamos con Él, no somos nada.

Cuando somos conscientes de las cosas que estamos haciendo, estamos cumpliendo lo que nos dice el Señor

Si estamos fuera de Él no nos sirve de nada todo lo que hacemos

Tanto feminicidio, infanticidio, parricidio… Que no nos quedemos adormecidos y pensando que eso es normal

A los que manejan moto, si aman a Dios respeten su vida y respeten también la vida de los demás.

No amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad

Las autoridades dijeron que había un porcentaje, el 10% para la salud ¿Cómo estamos ahora?

¿Qué es lo que está pasando con la salud? ¿No les interesa la vida de las personas?

Faltan médicos, faltan enfermeras, falta todo…

A nuestras autoridades, les invito de verdad que se toquen el pecho y se pregunten ¿Será que no es culpa mía esto que esta pasando hoy en día en la realidad?

Tenemos que decir la verdad, tenemos que dejar la palabrería y en vez de palabras más obras

Algunos que están por ahí peleando poder, peleando sus propias ambiciones y meten a otras personas, ¿qué triste todo esto no?

Si aman a Dios, ámense también los unos a los otros, así como Él los ama

Que el Señor nos dé siempre esa fortaleza para luchar contra el mal que nos acecha cada día

El Señor nos dice si ustedes están conmigo, yo estoy con ustedes y van a luchar y van a salir adelante

 Homilía de Mons. René Leigue

Arzobispo de Santa Cruz

Catedral de San Lorenzo Mártir

28 de abril de 2024

“Permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes”

Eso nos dice el Señor, hoy como punto central de este domingo en la Palabra del Señor. Los saludo a todos ustedes los presentes y a los que nos siguen por las redes sociales, por los medios de comunicación. A los del campo, los enfermos en los hospitales.

La anterior semana he estado por la zona de los valles, Postrervalle, también por allá de alguna manera nos siguen por los medios de Comunicación. Saludos también a todos ellos.

Hoy ya estamos en este camino avanzado del tiempo de la Pascua. Y el Señor sigue animándonos y hablándonos de aquello que El quiere de nosotros. Hoy nos habla de esto, nos hace la comparación de la vid y los sarmientos. Y el nos dice permanezcan en mi y yo permaneceré en ustedes.

Si no estamos con Él, no somos nada.

Que importante es la experiencia que tenemos nosotros, quién no ha cultivado algo, y ahí vemos que si se atiende ese espacio, se lo limpia, se lo poda, si es una planta en su jardín que seguro ustedes tienen en casa y ahí se preocupan por esas plantitas, las limpian, las podan, las recortan los gajos que ya no sirven para que la plantita se mantenga bien. De eso no está hablando aquí el Señor, nos hace esa comparación para que podamos entender que, si no estamos con Él, no somos nada. 

Cuando somos conscientes de las cosas que estamos haciendo, estamos cumpliendo lo que nos dice el Señor

El dice permanezcan en mi y yo permaneceré en ustedes. Si vemos este tiempo que estamos hoy viendo, mirando nuestra realidad, nosotros que somos conscientes de esto que dice el Señor, por eso estamos aquí. Y hay muchas personas también que nos siguen, que somos conscientes también de esto que el Señor, pero solo que hay otras personas que no entienden todo esto. Que entonces cuando estamos con el Señor, cuando lo seguimos a Él, cuando somos conscientes de las cosas que estamos haciendo, estamos cumpliendo lo que nos dice el Señor, Permanezcan en mí.

Si estamos fuera de Él no nos sirve de nada todo lo que hacemos

Pero hay otras personas que están fuera, no le entienden al Señor, no quieren seguirlo, o de otra manera como dicen algunos ni me va ni me viene. Y entonces ¿no serán estas personas las que están haciendo daño en la sociedad? Preguntémonos esto, si estamos con el Señor, ¿estamos conscientes de las cosas que hacemos’, si estamos fuera de Él no nos sirve de nada todo lo que hacemos, a lo mejor ni valoramos lo que hacemos, porque no nos interesa, especialmente la vida.

Tanto feminicidio, infanticidio, parricidio… Que no nos quedemos adormecidos y pensando que eso es normal

En estas semanas pasadas, tanta violencia que hemos escuchado, tanta muerte, feminicidios, infanticidios, parricidios, o sea toda la muerte habida y por haber y ¿esto no nos llama la atención nosotros? ¿Qué nos dice todo esto? Yo espero que no nos quedemos adormecidos en todo esto y pensando de que eso es normal. Si estamos pensando esto, estamos mal. Estamos mal, parece que las noticias cada día si no hay muerte, parece que ya no es noticia. O sea, respetemos nuestra vida.

A los que manejan moto, si aman a Dios respeten su vida y respeten también la vida de los demás.

Mi mensaje también para los que caminan y van en moto, que terrible en las calles, que terrible alguien que va en moto que no respeta las normas de tránsito que se va por aquí por allá y bueno y consigue lo que de alguna manera nadie quiere, el accidente y la muerte. A usted que va en moto, yo le digo hay una familia que está en casa, hay una familia que le espera, hay una familia que está con ansias que Ud. vaya a trabajar pero que vuelva. Sea consciente, póngase casco, es la norma, vemos en la calle, tantas motos y el que va en la moto sin casco, no respetando las normas de tránsito que se va por un lado y por otro subiéndose en las veredas, después cuando hay accidente ¿quién es culpable? Directamente el que está en la movilidad, por que los dos van en velocidad de hecho quien cae más fuerte es el que tiene menos peso, entonces por eso les digo a los que manejan moto, sean conscientes respeten su vida, si aman a Dios, respeten su vida, si creen en él, respeten su vida y respeten también la vida de los demás. Hay unos hijos que le esperan, hay la familia que está en casa. Después cuando pasa un accidente, se quiere lo malo, todo lo negativo, venganza inclusive con aquel que hace daño, pero muchas veces al de la moto que no respeta el espacio que le corresponde. Les pido por favor respeten la vida, ámense a sí mismo como dice el Señor hoy día. Quién está conmigo, permanece conmigo y las cosas le irá bien. Eso nos dice el Señor aquí, quién está conmigo y permanece conmigo, todo lo que pida se le concederá.

No amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad

Nosotros personas conscientes de todo esto tenemos que de verdad poner en práctica esto que nos dice el Señor, no nos quedemos solamente con buenas intenciones, porque eso nos dice la segunda lectura que dice no amemos solamente con la lengua y de palabra sino con obras y de verdad. Creo que esto nos está faltando a nosotros, pues en medio de nuestra sociedad hay mucha palabrería, hay muchas cosas que nos dicen que van a hacer y no hacen.

Las autoridades dijeron que había un porcentaje, el 10% para la salud ¿Cómo estamos ahora?

Las autoridades están ahora en aprietos con todo esto porque ya la sociedad no les está creyendo, porque hay muchas palabras, hay muchas promesas y al final cuál de esas se cumplen.Yo recuerdo que, en campaña, cuando había las elecciones nacionales para elegir presidente de la nación, ¿se recuerdan ustedes que había promesa de todos lados? Y una de las preguntas que se les hiciera ¿y qué para la salud? ¿cuál es su propuesta? Y nos han hablado bonito, que había un porcentaje, el 10% no se cuanto para la salud ¿Cómo estamos ahora? ¿Dónde se quedó esa promesa que nos dijeron que iban a trabajar por la salud? Y que es lo primero y que lo siguen diciendo hasta ahora. ¿Se cumple todo esto?

¿Qué es lo que está pasando con la salud? ¿No les interesa la vida de las personas?

Lo que vemos es los hospitales ¿Cómo están los hospitales? ¿Cómo está la salud en general? Hay tanto lamento que no lo atienden, y si lo atienden les dan una lista de medicamentos y van a buscar medicamentos y no hay. ¿Qué es lo que está pasando con la salud?, ¿no les interesa la vida de las personas? ¿No les interesan las personas como los niños, los niños que sufren? Cuantos papás hay que sufren por ver a sus niños enfermos y no los atienden. O lo que no hay espacio, no hay la manera cómo atenderlos.

Faltan médicos, faltan enfermeras, falta todo…

Faltan médicos, faltan enfermeras, falta todo. Y si falta eso, falta medicamentos. Qué pena que cada día escuchamos todo esto, y eso ¿será que no llama la atención a las autoridades? Y Pensar que los asegurados si no pagan un mes ¿qué pasa? Multa. Pero si van allá a pedir medicamento, no hay. Vaya a comprarse porque no hay aquí.  Entonces toda esa incoherencia, por eso dice aquí la lectura: Amen de corazón, amen de verdad. Si de verdad se quiere hacer el bien, entonces hagamos el bien, no de palabra solamente sino con hechos concretos, que se vea en la realidad. Cada día este problema se vuelve más intenso.

A nuestras autoridades, les invito de verdad que se toquen el pecho y se pregunten ¿Será que no es culpa mía esto que esta pasando hoy en día en la realidad?

El Señor nos invita hoy a que reflexionemos cada uno de nosotros, especialmente las personas que están alejadas, a nuestras autoridades les invito de verdad de se toquen el pecho y se pregunten ¿será que no es culpa mía esto que está pasando hoy en día en la realidad? Y si yo soy el problema, pues yo soy la solución. Que se pregunten las autoridades esto y que de verdad den solución a los problemas que tienen especialmente de la salud y de la inseguridad que tenemos en la calle. A esto nos invita el Señor hoy.

Tenemos que decir la verdad, tenemos que dejar la palabrería y en vez de palabras más obras

La segunda lectura nos dice queridos míos, si nuestro corazón no nos hace ningún reproche, podremos acercarnos a Dios con plena confianza, y el nos concederá todo aquello que le pedimos. Qué lindo sería experimentar esto, que nuestro corazón, que nuestra conciencia no nos haga ningún reproche.  Pero para que eso suceda tenemos que hacer las cosas bien, tenemos que ser correctos, tenemos que ser honestos, tenemos que decir la verdad, tenemos que dejar palabrería y en vez de palabras más obras, algo concreto si eso hacemos, entonces nuestra conciencia, nuestro corazón estará bien y cuando le pidamos algo a Dios el estará también para respondernos. Su mandamiento más grande que nos da es que creamos en el nombre de su hijo Jesús y nos amemos los unos a los otros, así como el nos ama. ¿Cuándo entenderemos esto? Cuando enteremos este mandamiento que nos da el Señor: Ámense los unos a los otros o si amas a Dios, ama a tu prójimo como a ti mismo.

Algunos que están por ahí peleando poder, peleando sus propias ambiciones y meten a otras personas, ¿qué triste todo esto no?

Esta última frase que nos falta: Amar al otro como a mi mismo, esto significa que, si a mí no me gusta que me maltraten, entonces yo no maltrato a nadie. Si a mi no me gusta que me mientan, entonces yo no tengo que mentir. Si a mi no me gusta que me insulten, yo tampoco tengo que insultar porque yo se que a mi no me gusta, en eso se traduce esto de amar al otro como a ti mismo. A ti no te gusta esto, entonces tu no hagas a los demás algo que a ti no te gusta. Sin embargo, hoy día encontramos tantas cosas, tanto maltrato, a cuantas personas uno se los utiliza prometiéndole algo, metiéndole en problemas de otros, metiéndoles para que defiendan las ambiciones de algunos, esa pobre gente está ahí, mal guardando rencor al otro que nada tiene que ver. Son algunos que están por ahí peleando poder, peleando sus propias ambiciones y meten otras personas, ¿qué triste todo esto no? Que el Señor aquí nos llama: Ámense, respétense, para eso nos dio la palabra para que podamos dialogar, podamos buscar solución y no solamente para acercar palabras que agreden a otras personas.

Si aman a Dios, ámense también los unos a los otros, así como Él los ama

Es el Señor el que nos repite nuevamente hoy, si aman a Dios, ámense también los unos a los otros, así como Él los ama, como Él los quiere. El que cumple su mandamiento permanece en Dios y Dios permanece en él. Pidámosle al Señor que nos ayude de verdad a cumplir lo que él nos dice. Nosotros venimos aquí con esa ansia de escuchar al Señor, con esa ansia también que el Señor nos ayude a salir de la situación difícil que vivimos, pero para eso comprometámonos también de permanecer en el Señor, de estar con Él. Si nos salimos del camino que Él nos ofrece, si nos separamos de Él es cuando vienen tantas cosas y como el mismo lo dice, Satanás está ahí esperando, para hacerlo caer.

Que el Señor nos de siempre esa fortaleza para luchar contra el mal que nos acecha cada día

Que el Señor nos acompañe a nosotros, nos dé siempre esa fortaleza para luchar contra el mal que nos acecha cada día y podamos ser esos discípulos verdaderos y sinceros, que permanezcamos en el Señor y si es así el permanece con nosotros y seguro que nunca caeremos en el mal.

El Señor nos dice si ustedes están conmigo, yo estoy con ustedes y van a luchar y van a salir adelante

Es una lucha, un desafío, cuanto más este tiempo que estamos viviendo, que el Señor nos acompañe, nos de fortaleza siempre para luchar contra el mal que no falta, tantas tentaciones que no faltan. Pero el Señor nos dice si ustedes están conmigo yo estoy con ustedes y van a luchar y van a salir adelante.

Confiemos siempre en Él. 

Que así sea.

Fuente: https://campanas.iglesiasantacruz.org/

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