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Clero de la Diócesis de Coroico de la Zona Minera se reúne para reflexionar sobre la realidad y vida del sacerdote en el contexto del Año de la Oración

Prensa CEB 12.06.24.- Bajo el lema “Sacerdotes de Cristo al servicio del pueblo de Dios”, los días 10 y 11 de junio se llevó a cabo el curso de formación permanente de los sacerdotes de la Zona Minera de la Diócesis de Coroico. El encuentro tuvo lugar en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Mapiri y se reflexionó sobre la realidad y vida del sacerdote y del pueblo de Dios, en el contexto del Año de la Oración y la Sinodalidad.

El Padre Mario Alanoca Chura, Vicario General de la Diócesis de Coroico, fue el encargado de la charla principal y el encuentro fue un momento propicio para fomentar la confraternización entre los sacerdotes y los catequistas de la parroquia anfitriona.

Las parroquias que integran la zona minera y que participaron en el curso son: La Parroquia Nuestra Señora de Natividad de Guanay, la Cuasiparroquia Nuestra Señora de Fátima de Tipuani. Parroquia Inmaculada Concepción de Apolo y la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Mapiri.

La misa fue presidida por el Padre Apolinar Cori, quien en su homilía recordó la importancia de la oración en la vida de los sacerdotes y los fieles: “Nosotros somos llamados a vivir en este camino como hombres y mujeres de fe y del Espíritu Santo”, dijo y señaló que la oración es el “alimento principal de nuestra vida”.

El presbítero recordó a los presentes la necesidad de comenzar cada actividad con una oración, pidiendo la guía y protección de Dios, hizo un llamado especial a los fieles para enseñar a sus hijos la importancia de la oración, tal como sus propios padres lo hicieron con él.

El P. Apolinar también destacó el valor del testimonio de vida de los sacerdotes como una forma de evangelización: “Los sacerdotes que hemos conocido en nuestro caminar son testimonios de vida para cada uno de nosotros”, dijo y señaló la necesidad de luchar diariamente contra las tentaciones y el mal, y cómo la oración es esencial en esta batalla espiritual.

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