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Mons. Aparicio: “Estamos llamados a ser hijos de la luz, seamos quienes buscan y quieren vivir la verdad”

Prensa CEB 30.06.24.- Durante la homilía dominical de este 30 de junio, desde la Catedral Metropolitana de San Sebastián, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Cochabamba, Mons. Oscar Aparicio, conmemoró la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, recordó que, junto y a través de ellos, la Iglesia sigue evangelizando, y pidió por todas las intenciones del Santo Padre.

“Tomemos atención en aquello que hemos celebrado ayer, la fiesta de San Pedro y San Pablo, donde la figura del Papa Francisco es fundamental, por tanto, creo que sabemos y debemos profesar nuestra fe, saber que, junto a Pedro y Pablo, junto al Papa Francisco, la Iglesia sigue evangelizando. Por tanto, pedimos por todas las intenciones del Papa”, expresó el Arzobispo.

En la ocasión, recordó y saludó los 50 años de Ordenación Sacerdotal de Padre Basilio Bonaldi, sacerdote diocesano, que este 29 de junio cumplió 50 años de misión evangelizadora a través del servicio vocacional del sacerdocio: “Oramos por el Padre Basilio Bonaldi, quien también fue su formador”, dijo. Destacó su vida y misión y mencionó que Padre Bolandi, en sus 50 años de vida sacerdotal, pasó haciendo el bien como Jesús y aún lo hace: “Es hombre bueno, un hombre de Dios, un hombre feliz de ser hijo de Dios, un sacerdote feliz”, subrayó.

En la reflexión del Evangelio, el Mons. Aparicio recordó que todos “estamos llamados a ser hijos de la luz”, alentó a ser “quienes buscan y quieren vivir la verdad”.

La autoridad eclesial recordó que todos fuimos creados para dar testimonio y reconocernos como hermanos, sin diferencias que hagan daño, pidió que ello no se confunda con ideologías, ni mucho menos con un pensamiento socialista; es más, al contrario, dijo: “Ser hermanos es vivir en comunidad e igualdad, ello es fruto del Espíritu Santo”.

“La meditación del Santo Evangelio de hoy nos deja claro que Jesús pasó haciendo el bien, concediendo su amor, su sanidad y perdón a todos cuanto accedieron e intercedieron ante Él”, señaló el Arzobispo, y llamó a la feligresía a ser como ese padre de familia que clama por la vida de su hija, o como aquella mujer que vivía enferma y con tan solo tocar a Cristo fue curada por voluntad del Señor. “Pues que sea el Señor el que nos conceda a nosotros acudir a Él”, concluyó.

Fuente: https://www.iglesiacbba.org/

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